Monte Galleiro desde Nespereira.

El Monte Galleiro forma una línea de cumbres de unos 10 kms que va atravesando de norte a sur los Concellos de Pazos de Borbén, Mos y Ponteareas.
En Nespereira, perteneciente a Pazos de Borbén, en el lugar de O Valado y en medio de un tranquilo paisaje rural se localiza la iglesia de San Martiño. Hasta allí nos acercamos para realizar esta ruta circular que nos llevará hasta los picos de Salgueirón y de Monte Galleiro y en la que disfrutaremos de espectaculares vistas.

La Iglesia de San Martiño, reconstruida íntegramente durante el siglo XVIII, conserva restos de una antigua edificación medieval en el exterior del ábside y en el interior de la nave. Entre los restos medievales conservados se encuentra una estrecha saetera tapiada y ligeramente descentrada y también una erosionada inscripción cuya lectura sería E MCCCVI (Era millesima trecentésima sexta).
Después de visitar la iglesia y su cementerio emprendemos nuestro camino. Comenzamos subiendo, primero por un pequeño tramo de asfalto y luego por caminos y pistas forestales, disfrutando casi siempre de las excelentes vistas panorámicas que nos ofrece a cada paso. Redondela, la ría de Vigo con la ensenada e Illa de San Simón, el aeropuerto de Vigo y a lo lejos las Illas Cíes; más adelante divisamos O Porriño, toda la comarca de Ponteareas y Mondariz.
En ocasiones los eucaliptos tapan las vistas, especialmente en el comienzo y por la zona donde se encuentra el Petroglifo da Pedra dos Cuncos.
Seguimos por la pista hasta alcanzar un desvío a mano derecha, atravesando un frondoso piñeiral llegamos hasta el Mirador da Caseta, que suponemos sería de vigilancia ya que se pueden obtener muy buenas vistas de todo el valle.
Continuamos camino y nos acercamos hasta el Alto do Marco (541m) haciendo un pequeño tramo de ida y vuelta.
Seguimos andando, vamos primero por un camino en descenso y luego en subida constante hacia el Pico Salgueirón. Hace un año aproximadamente subimos por el cortafuegos de piedra, pero esta vez decidimos seguir| el pequeño sendero que está junto a la señalización de la Mámoa do Alto do Marco. No vimos ningún vestigio de la misma, pero seguimos adelante. El sendero por momentos estaba muy cerrado por la vegetación baja, ya que en esta zona de la Serra, una vez desaparecidos los árboles predominan los toxos y silvas. A pesar de la dificultad llegamos al Pico Salgueirón sin más inconvenientes. No recomiendo esta subida si se sigue cerrando de maleza y mucho menos si el terreno estuviera mojado ya que hay pasos bastante estrechos.
En el Alto do Salgueirón (621m) nos tomamos nuestro tiempo para disfrutar nuevamente de la hermosa panorámica. Merece la pena llegar hasta la piedra de la cima. que se encuentra coronada por un buzón colocado por el Grupo de Montañeros Celtas de Vigo.
Después de esta parada nos queda por delante el tramo de más dificultad y a la vez, el que para mí, es el mejor de la ruta. Comenzamos con un fuerte descenso por cortafuegos y luego seguimos con una potente subida que nos llevará hasta lo más alto. Esta parte del camino es algo más técnica y requiere ir más atento, especialmente si el terreno estuviera mojado ya que es bastante pedregoso.
Alcanzada la cima, el vértice geodésico marca los 742m en el Coto de Cales (o Gales), un buen momento para detenemos y disfrutar del paisaje que nos rodea, que además de espectacular parece inabarcable. Como vengo comentando, se puede decir que casi cualquier punto de esta serra es un fantástico mirador, por lo que merece mucho la pena el esfuerzo.
Laa vistas abarcan: hacia el oeste el Océano Atlántico con las Cíes y Cabo Home. La isla de Toralla, Vigo y las pistas del aeropuerto de Peinador... O Galiñeiro, los montes de Coruxo, a Serra da Groba, a do Argallo, el Monte Aloia… Continuamos con el valle del Louro y más al sur la ciudad de Tui y Salvaterra de Miño, con Monção y los montes de Portugal detrás. Al sureste, en un día limpio de nubes y nieblas, se divisa A Peneda do Gerês y los montes da Paradanta. Al este, el gran valle que forma el río Tea. Vemos Ponteareas, Mondariz, el Castro de Troña, Monte Landín, la serra do Suído, la del Faro de Avión y los montes de Melón… Cerrando nuestra panorámica de 360º hacia el noroeste vemos la ensenada y la Isla de San Simón, la Praia de Arcade, los altos da Serra do Barbanza, de Moraña, Cuntis e incluso las proximidades de la ciudad de Santiago.
Después de contemplar tanta belleza y de adivinar cada sitio volvemos a emprender el camino que será en bajada hasta el punto final.
En esta última parte hay un pequeño descenso que puede resultar dificultoso, sobretodo si se encuentra mojado, ya que aún estando seco las piedras resultaban algo resbaladizas. Se podría evitar ya que hay un camino alternativo un poco antes, pero con cuidado no debería ocasionar ningún problema. El resto del camino va por sendero cómodo y fácil hasta llegar al final, en San Martiño.

Como ya comenté, recomiendo hacer la ruta en un día despejado para disfrutarla plenamente. Importante también hacerla con precaución en días de mucha calor, incluso evitarla ya que tiene tramos muy expuestos. Como bien sabemos en esta serra predomina la piedra y el granito, por lo que también hay que tener mucho cuidado los días de lluvias o de heladas ya que muchas zonas podrían resultar resbaladizas.

La calificamos como moderada en su conjunto, pero aclarando que algunos tramos son muy fáciles y otros, como los de subida y bajada por el cortafuegos, se podrían calificar técnicamente como algo más difíciles. Como siempre dependerá de las condiciones físicas en que nos encontremos y también de la climatología.