MONTE PERDIDO - PUNTA OLAS

Ruta realizada el 21/07/2018

Ruta bestial, tanto por lo impresionante del paisaje como por la dureza del recorrido. Nos proponemos realizar el ascenso a la tercera cima en altura de los Pirineos, y la montaña calcárea más alta de Europa, el mítico Monte Perdido, situado en el parque nacional de Ordesa y Monte Perdido, declarado Reserva de la Biosfera en 1988 y Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1997. Lo haremos por la vertiente este del macizo, por la Punta de las Olas, omitiendo el típico ascenso por la Escupidera.

Nos levantaremos temprano para coger el bus que sale de Nerín a las 7.00 de la mañana y que nos acercará al Cañón de Ordesa junto al mirador de Sierracils. El bus hay que reservarlo con antelación y sale por 20€ ida y vuelta por persona. El regreso es a las 20.00h.

Desde el punto donde para el bus tomaremos la senda que atraviesa la pradera hacia el noreste en un suave ascenso y que nos llevará en pocos minutos junto al mirador de Sierracils, donde podremos admirar el maravilloso valle de Ordesa bajo el enorme macizo de las Tres Sorores al fondo. Seguiremos la senda que bordea el cañón hacia el este y que pasa por varios miradores con espléndidas vistas que nos harán ralentizar la marcha. Cruzamos Cuello Gordo y continuaremos bajo la Sierra Custodia, donde el valle va girando hacia el norte y aparece bajo nosotros la cascada Cola de Caballo. Ya podemos distinguir toda la cadena montañosa que forma la frontera con Francia, desde el pico Marboré hasta la Brecha de Roland, formando el impresionante circo de Gavarnie en la otra vertiente. Poco antes de pasar bajo la Punta Custodía, nos desviaremos del GR que va al refugio de Góriz para tomar la senda que asciende a la derecha y que nos terminará llevando al Collado Superior de Góriz.

Desde aquí nos desviamos a la izquierda por el GR-11 que bordea el barranco de Arrablo, bajo la sombra de la Torre de Góriz, y continuaremos bajo la persistencia de la niebla que ha acabado imponiéndose. Continuaremos a media ladera sin ganar altura hasta alcanzar la ladera sur de la Punta de las Olas, donde comenzaremos a ascender fuertemente por un camino poco marcado buscando el mejor acceso. Tras un primer tramo bastante empinado nos cruzamos con el GR que va desde Góriz al collado del Añisclo, que ignoraremos para continuar ascendiendo por una senda que zigzaguea por terreno descompuesto. Alcanzamos una pared rocosa donde realizaremos una trepada un poco técnica, ayudados de una cuerda permanente. Continuamos ascendiendo de nuevo hasta otra pared donde hay ubicado un vivac, y que una trepada más sencilla que la anterior nos situará a pocos metros de la cima de la punta de las Olas. Ascenderemos los últimos metros y haremos cumbre ante la imponente vista del Soum de Ramond que se asoma entre las nubes en una poderosa visión.

Descansaremos un instante para tomar fuerzas y continuamos bajando hacia el noroeste por el collado, donde tendremos que calzarnos los crampones para comenzar a vadear la falda del Ramond, con una vertiginosa pendiente que cae a nuestra derecha y que procuramos no mirar. Continuaremos desviándonos ligeramente hacia la izquierda hasta divisar el collado del Perdido, comenzando un fuerte ascenso que dejará nuestras piernas resentidas por el esfuerzo. Una vez en el collado sortearemos otra pared rocosa que será necesario trepar y que nos situará en el vértice de la cima. Ya solo quedará crestear éste hasta afrontar el último ascenso a la cumbre.

Como las vistas desde la cima quedan ocultas por la niebla que invade la zona, nos dedicamos a comer dentro del cortavientos que hay junto al punto geodésico. Tras un merecido descanso nos ponemos en marcha, dudando de bajar por la escupidera para realizar una circular, pero como la niebla no deja ver el estado de la misma decidimos regresar por la ruta de ascenso. Tras casi 5 horas de descenso llegamos al punto de partida 10 minutos antes de la salida del autobús.

Una pena que la climatología haya impedido que disfrutáramos del paisaje que este paraje nos brinda, uno de los más impresionantes del Pirineo. Volveremos en mejores circunstancias para poder admirarlo con más nitidez.