Monte Valonsadero. SORIA.

El monte público de Valonsadero, declarado Zona Natural de Esparcimiento en 2005, con 2.793 hectáreas de superficie de monte, praderas y vegas donde el uso pascícola concilia con el uso público, se localiza a poco más de 4 kilómetros de la ciudad, y cuenta con diversidad de recursos naturales (geología, fauna, flora y micología) e histórico-artísticos y culturales como las Pinturas Rupestres esquemáticas o las propias Fiestas de San Juan.

La amplia variedad de recursos que ofrece el monte sirve para realizar rutas o caminar por senderos de pequeño recorrido (PRs), o para practicar diversidad de actividades educativas o deportivas, …. Los equipamientos y áreas recreativas de uso público acondicionadas durante la última década por parte de las administraciones implicadas en la gestión del monte, en respuesta a la creciente demanda de uso social y recreativo, persiguen la finalidad de promocionar su patrimonio cultural, histórico y natural así como abundar en el conocimiento general del monte.


Puede decirse que en Valonsadero hay una variada muestra de la flora provincial. Por su gran cantidad destacan el roble que junto con el quejigo forman frondosos bosques habitualmente utilizados para la obtención de leña. En las zonas de pasto y más húmedas al cobijo de roquedos brotan algunas de las especies más originales del monte: madreselvas, violetas, peonías, orquídeas, aligustres, anémonas, narcisos, rosáceas y arraclanes. En el bosque de matorral destacan las labiadas, cistáceas y los brezos. De las especies en la zona bañada por el río Duero a su paso por Valonsadero merecen especial atención abedules, fresnos y sauces.

A todas estas especies vegetales se asocian gran cantidad de especies micológicas. Todas ellas, comestibles o venenosas adquieren una importante labor ecológica. Níscalos, migueles, oronjas y trufas ayudan a las plantas a captar nutrientes y agua y evitándoles enfermedades del suelo. Por otra parte, champiñones y setas de cardo, reciclan el terreno desintegrando ramas, raíces, hojas y otra materia orgánica devolviéndolo en forma de nutriente para las plantas.

Además de todas esas funciones, los hongos y setas sirven de sustento y abrigo a muchos animales como corzos, ganado, jabalíes, roedores e insectos que colaboran a la diseminación de hongos a otras zonas del monte.

Mención especial merece también la fauna, pues el monte posee una enorme riqueza al contar con varios tipos de hábitats ofreciendo probablemente la biodiversidad más importante en la provincia de Soria.

Entre los mamíferos que habitan el monte encontramos corzos, ciervos, liebres, conejos, jabalíes, tejones, zorros, gatos monteses, nutrias y ginetas entre otros.

Cuantiosas especies de aves van y vienen dependiendo de la época del año, destacando entre ellas zorzales, verderones, pardillos, lúganos, cormoranes grandes, garzas reales, búhos campestres, cárabos, cigüeñas blancas, cucos, abubillas, milanos negros, aguilillas calzadas, busardos ratoneros, etc…..que animan el monte con sus sonidos y trinos.

También son variadas las especies de reptiles que cohabitan en el monte: lagartos ocelados, lagartijas colilargas e ibéricas, diferentes clases de culebras como la lisa meridional, la de agua viperina, la de collar y la de cristal, víboras hocicudas, galápagos leprosos y eslizones tridáctilos.

El río Duero y las zonas más húmedas del monte favorecen también la existencia de diversas variedades de peces y anfibios. Así es común ver truchas y barbos comunes, bogas, gobios, cachos, bermejuelas y colmillejas entre los peces y sapos parteros, sapos corredores, ranas comunes, ranitas de San Antonio, tritones jaspeados, sapillos pintojos y sapos de espuelas entre los anfibios.

En cuanto a la rica geología del Monte, las rocas más antiguas son las calizas próximas al cauce del río Duero. Están ubicadas en la parte norte del monte en la margen derecha del río y se originaron en el fondo de los antiguos lagos y zonas pantanosas que ocupaban este lugar. Son rocas compactas y uniformes en tonos grisáceos y azulados que se depositaron en el Cretrácico Inferior hace unos 135 millones de años.

Las rocas areniscas de colores claros y formadas por granos de cuarzo, depositadas en ambientes fluviales del monte (río Pedradas, Cañada Honda, Vega de Baturio….) dan lugar a las peñas de Valonsadero que definen su particular paisaje y que junto a las gravas acumuladas por los ríos antecesores del Duero y que junto a las plataformas elevadas fluviales como la Verguilla, La Gravera…constituyen aspectos geológicos significativos de la dehesa de Soria.

Las rocas de Valonsadero han tenido y siguen teniendo importancia económica en nuestra provincia. La arenisca se utilizó desde tiempos inmemorables como elemento de construcción para casi todos los edificios civiles y religiosos de la ciudad. Las rocas calizas sirvieron para la extracción de cal y las gravas son utilizadas como material de drenaje y para la elaboración de hormigón.

Texto: Ayuntamiento de Soria y Turismosoria.