Monte Vejoris - La Coronilla

Iniciamos la ruta en San Martín de Toranzo bajando al encuentro con el río Pas. Había llovido mucho días atrás y el río estaba espectacular de bonito. Fuimos a su vera durante un kilómetro y medio hasta llegar a Vejorís el pueblo de los orígeres de Francisco de Quevedo.
Quevedo dijo “mejor vida es morir que vivir muerto”, por eso estamos aquí, para disfrutar de los bosques y montes de estos valles.
Llegamos hasta la iglesia donde nos encontramos con su estatua sentado y leyendo un libro. A la izquierda sale la pista de hormigón bastante larga y pindia en algunos tramos. Vamos cogiendo altura y nos adentramos en el bosque hasta llegar a Cotera de los Lobos donde hay una fuente. Decidimos atajar bosque arriba y no hay atajo sin trabajo, eso siempre pasa. Enlazamos con el sendero para irnos hacia la derecha y salir a los altos, camino de La Coterilla. En esta cima hay unas vistas espléndidas al valle de Toranzo donde Cildá está enfrente, peña Sagra y Picos. Y al otro lado una espectacular y amplísimas vistas a los valles pasiegos. Teniendo al fondo desde las Enguinzas hasta Castro Valnera.
El sol se iba escondiendo sobre Cildá y bajamos por la otra zona del bosque mientras los rayos anaranjados penetraban por el hayedo. Vimos buenos robles y buenas hayas, el bosque de bajada es una preciosidad. Luego se complicó el tema cuando se hizo de noche, con frontales puestos, bajando por zonas estrechas y con la humedad existente. Llegamos a un riachuelo que le saltamos como pudimos buscando una piedra como apoyo. Si la bajada se hace en seco y de día no tiene problemas y los riachuelos que se pasan estarían seguramente medio secos.
Es una ruta sorprendente, es más que darse una vuelta por un bosque. Las vistas en sus altos son impresionantes.
La catalogo de moderada al hacer un tramo de atajo por el bosque, 100 metros de desnivel y la bajada nocturna. Pero de día, en seco y siguiendo siempre los senderos sería fácil.