Montes Cabras, Banderas y San Bernabé, bajando a Asua, con vuelta por Bagatza bidea, Artxanda, Ugasko y Deustu

Se trata de una original ruta circular desde Deustu, de una longitud mediana (14,5 km) y un desnivel positivo acumulado de casi 494 m según wikiloc (siempre registra menos que la DPA que muestra el reloj: 529 m), y que discurre por algunos tramos de otras rutas ya realizadas, pero que creo tiene su personalidad propia.

Partimos de la calle Luis Power de Deusto, y por Lehendakari Agirre vamos hacia Ibarrekolanda pasando junto al precioso palacio Bidarte. Usamos esta alternativa evitando expresamente ir por el borde del canal hasta Elorrieta, ya que por aquí hemos venido casi siempre. Simplemente es por cambiar y para que la gente conozca otras alternativas. Llegamos por Lehendakari Agirre hasta la rotonda de Don Bosco, donde torcemos a la derecha para meternos de nuevo hacia la derecha por camino de Ibarrekolanda, dejando de lado el camino que sube a Enekuri. Yendo por este andadero (calles Juan de Antxieta y camino de Ibarrekolanda), sin desvío alguno llegamos al cabo de un rato a Elorrieta, pasando a todo lo largo del barrio de San Ignacio, que lo tenemos siempre a nuestra izquierda. Llegamos a Elorrieta y de inmediato, de frente, parte la pasarela de madera que sube al monte Cabras. Por ella subimos.

Una vez trazados los varios zigzags de la pasarela llegamos a Enekuri, pero al llegar arriba giramos bruscamente a la izquierda para alcanzar enseguida la cercana cimita del monte Cabras. En ella no hay mas que un bonito mirador de madera y una piedra enterrada en el suelo pintada de rojo y blanco que señala la cima. Tras admirar la panorámica de Bilbao a mis pies vuelvo sobre mis pasos para llegar hasta Enekuri, cruzando la pasarela peatonal hasta la otra parte de la carretera general. Allí comienza la pasarela de madera que asciende al monte Banderas.

Subimos a buen paso los varios zigzags de la pasarela hasta llegar a su final, enlazando con la pista que baja hacia la derecha al campo de tiro olímpico, pero no vamos hacia abajo, sino en sentido contrario, hacia las antenas. Justo unos metros antes del primer edificio del complejo de las antenas, a la izquierda, entre dos espinos albares, parte el sendero que rodea las instalaciones. El sendero, estrecho, se ve muy bien entra la yerba y hay que seguirlo enteramente hasta dar toda la vuelta. Ya a la otra parte llegamos a un árbol junto a un resalte del terreno, donde la senda empieza a bajar entre la yerba por una amplia campa hasta llegar a la carretera general Enekuri–Artxanda.

Cruzamos la carretera y vamos hacia la izquierda no más de cincuenta metros, girando a la derecha por un camino cementado y cerrado con una cadena entre tres chirimbolos azules y blancos. Estamos en un punto clave de la ruta, porque a escasos metros (hay que fijarse muy bien), parte a la izquierda un sendero que al principio no se ve bien, pero que enseguida se puede seguir perfectamente, eso sí, entre numerosos árgomas y brezos. Tras un rato de una subida no muy fuerte llegamos al poste geodésico de la cima del monte San Bernabé, que tiene un buzón a su lado con una placa con los cuatro puntos cardinales. Echamos un buen trago de agua y nos quitamos ropa, empieza a hacer calor, a pesar de estar en pleno mes de Febrero, y en estos casos siempre nos viene a la cabeza el catastrófico problema que supone el cambio climático.

El sendero sigue de frente la misma dirección que traíamos al llegar a la cumbre, y vamos por él. Los árgomas y brezos se multiplican, además de algunas zarzas laterales y plantas rastreras, con las que tenemos que tener mucho cuidado para que no se enganchen entre nuestros pies y darnos un buen tropezón. Seguimos un rato el sendero y al poco vemos a nuestra derecha, entre la maleza, un antiguo muro de mampostería derruido que no es mas que un mínimo resto del antiguo fortín San Bernabé de las guerras carlistas, hoy totalmente derruido.

Al poco llegamos a un cruce de senderos señalizado. Vamos hacia la derecha, bajando por camino embarrado hacia la ermita de San Bernabé, pasando antes de llegar al lado de una cruz con dos placas conmemorativas que parecen de cementerio. Llegamos a un cruce de caminos en el entorno de la ermita. Vamos hacia la izquierda y accedemos a una carretera que termina aquí.

Tras sacar una foto de la blanca ermita de San Barnabé seguimos por la carretera hacia abajo y llegamos al poco a un cruce en el que seguimos por la derecha. Estamos en Fano bidea. Seguimos por la carretera hasta llegar a otro cruce en el que seguimos yendo hacia la derecha y en unos cientos de metros llegamos al tercer cruce después de la ermita. Hemos llegado a Enekone bidea. Vamos hacia la izquierda bajando suavemente hacia el valle de Asua y el barrio de Sangroniz, pasando por encima de la autovía. Llegamos más abajo a una placita redonda con una fuente y unos plátanos enlazados por sus ramas. Aquí giramos a la derecha para coger la carretera (llamada Bagatza bidea) en dirección a la carretera de Santa Marina y Bilbao. Hay un cartel que lo señaliza.

Subimos por la poco frecuentada carretera de Bagatza y pasamos de nuevo sobre la autovía, pero esta vez en dirección contraria. Al cabo de un rato llegamos a la carretera de Santa Marina, donde giramos a la izquierda. Tras superar la cercana Escuela de Hostelería nos fijamos bien porque a la altura de una carretera que baja a nuestra derecha cerrada con una cadena, parte entre el arbolado un camino muy pisado por el que bajamos.

Se trata de un camino de tierra siempre en descenso, serpenteante, dentro del bosque, y muy utilizado por los ciclistas que hacen descensos de velocidad y acrobacias, saltando por encima de trampolines (veremos varios en el camino) y de otros accidentes del terreno. Ojo con este camino, ya que por aquí muchos fines de semana y festivos bajan los bicicleteros a toda pastilla y nos pueden dar un buen susto. Debemos decir que no esta prohibido el paso a viandantes, ya que no existe cartel alguno que lo impida, pero me consta que ellos lo consideran como un circuito de uso exclusivo.

A mitad del descenso llegamos a un amplio camino que atravesamos perpendicularmente, siguiendo de frente. Es el camino que sube por la cuesta del Potongo. Cruzamos y entramos de nuevo entre la espesura. Seguimos bajando por camino sinuoso dentro del bosque para en un rato llegar hasta Ugasko. Poco antes de llegar a una carretera que baja pasamos al lado de una serie de esculturas esculpidas en troncos de madera con curiosas pinturas que resaltan los recovecos de sus cortezas. Lo llaman "El Bosque Mágico de Ugasko". Es muy curioso y estético. Lo triste es que a algunos "graciosos" les ha dado por romperlas, derruirlas y pintarrajearlas con sprays. Lamentable.

Una vez en la citada carretera que llega solamente a unas casas situadas un poco mas arriba, bajamos por ella hasta llegar a la carretera de Ugasko, por la que bajamos hasta la plaza San Pio X, pasando bajo el antiguo puente ferroviario. Desde esta plaza giramos a la derecha por Lehendakari Aguirre para en la plaza de San Pedro girar a la izquierda y por avenida de Madariaga llegar hasta la calle Luis Power, desde donde hemos partido hace 3 horas y cuarto. Fin de ruta. Ruta mañanera sencilla, de longitud media y desnivel discreto.