Montmajor i Montpetit

Esta ruta de la Alta Garrotxa la clasifico moderada, por tener una cierta exigencia física, como son, las de media montaña, pero que te alivia, la satisfacción y su belleza, por andar bajo bosques perennes de encinas, sombríos y húmedos, donde vemos también alguna magnánima haya, en los altozanos, donde nos detenemos, se abren ventanas entre las ramas de los árboles para explorar el paisaje, con unas vistas esplendidas sobre el Pirineo, Canigo, Costabona, Comanegra, y si te esfuerzas en poquito ves el dado rocoso de la cima del Bassegoda, se parte del antiguo Hostal de la Vall de Bac, situado junto al camino, hoy carretera vecinal, de Olot a Camprodom, tomamos el camino de la Coromina, gran casal con pajares, corrales y un molino, que visitamos, en el dintel de la puerta adovelada se puede leer 1780, retrocediendo unos metros empezamos a subir por las laderas del Montmajor, nuestro objetivo de hoy, el camino es común al GR-1, también está señalizado con marcas amarillas de Itineraria y verde-naranja del Consorcio de la Gavarras, al pasar el coll de Toralloles, empezamos a ascender por un sendero estrecho con una importante inclinación, que nos acerca a la cima (1071 mts), un roquedo mirador del entorno, maravillas de esta tierra catalana, unas fotos mientras reponemos fuerzas e iniciamos el descenso por un canal vertical, que parte, por detrás de la placa de la cima, al principio sin senda especifica, pero unos metros más abajo las fitas serán nuestras aliadas para no perder el sendero, cosa que será algo difícil al cruzar las ruinas de la Costa, las cruzaremos continuando con el descenso y llegaremos a los Plans de la Merce, una gran finca que se dedica a la cría de caballos, sin molestarles, pues están en su entorno, decidimos subir al Montpetit, nuestra intención era visitar la ermita de Sant Marti de Toralles pero al ser una finca privada, y sin ver persona alguna, que nos facilitara el permiso para entrar, atacamos los primeros metros de desnivel, por un sendero sinuoso, la progresión es lenta dada la mucha inclinación, una verticalidad para hacer buen musculo de nuestras piernas , hora un poco desentrenadas con tantos días de confinamiento, la cima un balcón de alegría para nuestros ojos, visión panorámica del Pirineo cercano, más amplia que su vecina Montmajor, el descenso trepidante, hasta el Coll de Pla Sapell, y desde este coll en rápido retroceso por el oratorio de Sant Isidre, volvemos al Hostal inicio de esta linda excursión, hemos andado juntos, Lidia, Neus, Ricard, Alfonso, Antonio y Julián.