Montoro de Mezquita. Mirador de Valloré y Pasarelas del Estrecho de Valloré

Una muy divertida y variada ruta corta, con origen en Montoro de Mezquita, que no hemos podido completar al estar cerrado el paso hacia la Valloretica y la Boca del Infierno desde las pasarelas de Valloré, a causa de los daños producidos por una riada en el otoño pasado.
Montoro de Mezquita es una bonita población, casi abandonada (actualmente está habitada por 7 personas, aunque se han construido varias casas rurales por lo que la población aumenta en ocasiones), enclavada en el municipio de Villarluego, y que es el punto de entrada a uno de las zonas más abruptas y escarpadas de Teruel: Valloré y la Valloretica, a las que ahora se puede acceder a través de unas pasarelas ancladas sobre el río a la pared rocosa del barranco o estrecho de Valloré, y que tienen una longitud de unos 200 metros.
La ruta comienza en una zona de aparcamiento a la entrada del pueblo desde la carretera de Ejulve, muy cerca de donde comienza el PR-TE 9, que se dirige a Pitarque. Nosotros hemos llegado hasta ese lugar desde Las Fábricas (el Hostal de la Trucha), por la carretera A-1702, de Villarluego a Ejulve, y a unos 4 km. del origen hemos podido parar un rato para ver el Órgano u Órganos de Montoro, un impresionante relieve rocoso formado por estratos calizos verticales de la era cretácica, que deben sus formas características a la erosión y es uno de los cinco Monumentos Naturales que se encuentran en Aragón. Continuando desde aquí hacia Ejulve encontraremos una salida por la izquierda, en un desvío bien señalizado, donde comienza una pista asfaltada que nos deja en unos 3 km. en la entrada de Montoro.
Tras dejar el coche aparcado, atravesamos la población para dirigirnos al lugar conocido como Las Eras, donde está marcado el comienzo de un sendero, que asciende por la ladera de la Rocha de la Galvica, cuya fractura por el río Guadalope da lugar a la formación conocida como Estrecho de Valloré, hasta llegar a una pequeña plataforma donde se bifurca, para seguir por la derecha hacia el Estrecho y por la izquierda hacia el Mirador.
Escogemos seguir hacia el Mirador de Valloré, por lo que seguimos subiendo por la ladera haciendo sucesivas lazadas, hasta llegar al pie de la pared rocosa vertical, donde el sendero gira a la derecha para hacer el último tramo de subida por una aérea, estrecha y vertiginosa vía, que dispone de protecciones en buena parte del trayecto en forma de cable de seguridad o grapas, con algún escalón ocasional. Al poco de iniciar esta parte del sendero, mis compañeros deciden no seguir, por lo que dejo mi mochila y bastones, y hago el resto de la ascensión en solitario; la parte inicial tiene varias subidas y bajadas, sin peligro para cualquier persona con experiencia previa, aunque seguro que muy duras para cualquier persona con vértigo o sin experiencia; cables y grapas están bien colocadas y son de buena ayuda para la seguridad del senderista. En el tramo final, una chimenea bastante inclinada con grapas verticales y horizontales, la sensación es igualmente de seguridad. Al llegar al Mirador las vistas son impresionantes y justifican sobradamente el desplazamiento hasta aquí. Realmente se trata de un magnífico mirador en un paraje de excepción.
Tras hacer las fotos de rigor, desciendo sin ningún problema utilizando los medios auxiliares dispuestos y alcanzo el lugar donde me esperan mis compañeros. Recogemos las mochilas y completamos el descenso hacia la bifurcación que habíamos visto antes, donde ahora giramos hacia la izquierda, para bajar hacia el cauce del río y seguir en dirección al lugar donde están instaladas las pasarelas que permiten atravesar el Estrecho de Valloré. Pasamos por el lugar de el Chorro, y durante el trayecto vemos que quedan numerosos restos de la riada, en forma de árboles caídos, piedras de gran tamaño en el cauce del río y vegetación de ribera con claras evidencias de la riada. Al llegar al lugar donde empiezan las pasarelas vemos que están colocadas, y los tablones del suelo están limpios y parecen nuevos, pero hay una señal de prohibido el paso, colgada de una cuerda a la entrada de la pasarela, por lo que asumimos que la obra no está terminada y decidimos volver atrás, para retornar a Las Eras, y seguir luego al aparcamiento donde hemos dejado el coche.
Existe un proyecto para continuar la instalación de pasarelas y escaleras que permita hacer en el futuro todo el trayecto desde La Aldehuela hasta Montoro por los barrancos del Río Guadalope. Esperamos que se termine pronto, y volveremos para hacer esa ruta, si nuevas lluvias o movimientos geológicos no lo impiden.
La ruta registrada es algo más corta de la real, ya que iniciamos la grabación en la zona de Las Eras en lugar de en el aparcamiento, donde termina. Teniendo en cuenta el trozo no grabado la longitud total sería de unos 4,3 km. Aunque corta es una ruta bellísima, con el aliciente de la ascensión al Mirador, que impresiona algo pero está muy bien acondicionada y no ofrece peligro real si no se toman riesgos innecesarios y se usan los medios auxiliares dispuestos. Por supuesto no es una ruta para niños, personas con vértigo o limitación de movilidad, y las personas sin experiencia deberían ir acompañadas por alguien que la tenga y seguir sus indicaciones. A las personas entrenadas y capacitadas para subir les gustará mucho, y les parecerá fácil. Espero repetirla incluyendo la travesía completa de Valloré, la Valloretica y la Boca del Infierno.