Montrondo - La Peñona (2.099 m) - Pico Tambarón (2.102 m)

Seguimos con la inestabilidad en la Cordillera Cantábrica, sobre todo cuando nos acercamos hacia el norte. Buscando un lugar que se libre de las lluvias, encontramos la Sierra de Gistredo, y una de sus cumbres más emblemáticas es la del Pico Tambarón (2.102 m), una de las montañas pendientes de Alba para completar el reto #DelVizcodilloAlCoriscao. Serán razones suficientes para dirigirnos a Omaña, comarca que últimamente estamos visitando mucho!

INICIO:

La ruta se inicia desde el pequeño pueblo de Montrondo, al que llegamos tras cruzar Murias de Paredes, uno de los pueblos más grandes e importantes de Omaña. Tendremos que llegar al final de Montrondo, donde encontraremos suficiente espacio para dejar el coche.

DESCRIPCIÓN:

Acaba de amanecer y desde Montrondo no vemos las cumbres de La Peñona y el Pico Tambarón, nuestros objetivos del día. Valoramos el material a llevar porque somos conscientes de que ha nevado. Aún así, sabemos que no ha caído mucha nieve y la que ha caído aún no ha transformado, así que preparamos la mochila sin material invernal. Eso sí, las botas serán fundamentales! Abandonamos Montrondo hacia el valle que forma el Río Omaña, dejando atrás la fuente que se encuentra en la plaza, ideal si deseamos rellenar nuestras cantimploras.

El frío es evidente y gran parte de la senda se encuentra completamente helada, así que tendremos que avanzar con cuidado. Cruzamos un bonito puente sobre el Río Omaña y descartamos un par de desvíos para continuar remontando el valle, siempre en suave ascenso y sin complicaciones. Vemos otra curiosa fuente! Estamos ante el recorrido oficial de la ruta Las Fuentes del Omaña!

Rodeando el Pico Cueto por el norte, dejamos atrás otra fuente y seguimos el recorrido descartando alguna senda. Como en toda la primera parte, siempre tendremos que avanzar a lo largo del camino principal del valle.

El valle se va abriendo, logrando obtener una primera panorámica hacia La Peñona y el Pico Tambarón, montañas que nos sorprenden por la cantidad de nieve que tienen! Conocemos muy bien ambas cumbres, y sabemos que no entrañan inconveniente alguno si tenemos la suficiente experiencia, así que continuamos! Vemos un cartel informativo sobre el Abedular de Montrondo, uno de los bosques mejor conservados de León y que ya tenemos de frente.

Seguimos la comoda senda y descartamos el camino que viene del Collado de Vicicuende. Justo después, ya con 3 kilómetros en las piernas, llegamos al Abedular de Montrondo, bosque que se encuentra con sus últimas hojas, pero que nos deja claro la belleza que derrochaba hace pocas semanas! Y es que en otoño, los abedulares de Omaña se muestran con un color amarillo y dorado espectacular!

Continuamos el recorrido con buenas vistas hacia la montaña, aunque las nubes van apareciendo por el norte, por el Puerto de la Magdalena. Esperemos que nos den tregua! Vemos una fuente más, cruzamos un arroyo y dejamos a nuestra izquierda un pequeño refugio, justo antes de llegar a una gran cuadra, donde nos desviaremos hacia la izquierda para seguir subiendo.

Siempre a lo largo del valle, vamos ascendiendo sin complicaciones. El frío es evidente y aún no nos da el sol, así que continuamos abrigados. Tendremos que cruzar un caudaloso Arroyo La Portiecha, seguir un desvío y disfrutar de un rincón muy guapo, donde encontramos una pequeña cascada y la bonita Fuente del Cuadro, que muestra un deshielo espectacular!

En fuerte ascenso, el camino se vuelve mucho más pedregoso, aunque nada importante si estamos acostumbrados a estos terrenos. Pronto llegamos al desvío que se dirige hacia La Peñona y el Pico Tambarón, a nuestra izquierda según vamos. Sin embargo, antes de continuar el trazado, avanzamos un poco por el camino principal, cruzamos un arroyo y seguimos un desvío para llegar a otro de los rincones más bonitos de la ruta. El Río Omaña nos regala un precioso grupo de cascadas y pozas! Sin duda, merece mucho la pena acercarse hasta aquí!

Tras disfrutar debidamente del curso del Río Omaña, desandamos este pequeño tramo y, ahora sí, nos desviamos para continuar el ascenso. La senda se estrecha algo, pero se encuentra en perfectas condiciones, desbrozada y muy sencilla de seguir. Empezamos a encontrar nieve!

Entre escobas y con buenas vistas al valle, vamos superando el primer tramo. En una especie de hombro, cuando el terreno suaviza, debemos girar a nuestra derecha, con el fin de seguir ganando metros hacia el Pozo Lláo, nuestro siguiente hito. El sendero es evidente y no tiene ninguna complicación. La cosa se va poniendo pindia!

El camino se va estrechando, momento en el que aparece a nuestra derecha el Pozo Lláo, un lago de origen glaciar. Las nubes se están acercando peligrosamente, cubriendo por momentos las cumbres de La Peñona y el Pico Tambarón. No puede ser!

Superando una pequeña loma, cambiamos de vertiente, encontrándonos en el valle que va formando el Arroyo La Portiecha, aguas que cruzamos más abajo. Estamos en una zona tan espectacular como solitaria. Luce el sol, aunque La Peñona sigue nublada. Superamos alguna zona de rocas y un pequeño canchal. Las vistas son sublimes, logrando divisar el Pico Arcos del Agua, Peña Cefera y las Torres de Vizbueno.

La mala suerte se está apoderando de la jornada, momento en el que llegamos a la arista noreste de La Peñona. Aquí podemos elegir por dónde continuar la ascensión. Hay nieve continua, pero el terreno no es muy inclinado y se avanza perfectamente en botas, así que afrontamos la última parte de la subida, con la esperanza de que las nubes se vayan al menos durante unos minutos!

En pocos minutos de exigente ascensión, llegamos a La Peñona (2.099 m). Primera de las cumbres de la jornada y primer chasco, pues no vemos más allá de unos pocos metros. Las nubes juegan a esta altura y apenas logramos distinguir nada de lo que nos rodea. Sabemos la panorámica que se obtiene desde aquí, pues son muchas las veces que hemos subido, pero nos da pena que Alba no pueda decir lo mismo. Es su primera vez! Unos minutos disfrutando, por decir algo, de la cumbre conseguida, alguna foto y continuamos la ruta hacia el cercano Pico Tambarón. A ver si hay más suerte!

Las nubes siguen jugando, pero no parece que vayamos a tener diferente suerte. Descendemos de La Peñona entre terreno cantábrico y rocas y llegamos al Colladín Sarnoso, collado que nos separa del Pico Tambarón. Vemos su cumbre, pero poco más! Qué pena!

Turno para el Pico Tambarón, ascensión que tampoco presenta mayores problemas. La subida es evidente y siempre avanzará por un estrecho sendero, combinando zonas con nieve y zonas algo más rocosas, sobre todo llegando a la cima. De frente, uno de los clásicos de Omaña!

Estamos en la cumbre del Pico Tambarón (2.102 m). Una montaña con mucha historia para la comarca de Omaña y un estupendo balcón de la Sierra de Gistredo. Las vistas son sublimes, pero tendremos que disfrutarlas en otra ocasión. Las nubes siguen aquí y no nos permiten disfrutar de la panorámica. Una pena! Pequeño rato en la cumbre, alguna foto para inmortalizar el momento y seguimos!

La idea original era continuar el cordal ascendiendo las modestas cumbres de Peñas Rubias, el Alto de la Colchona, el Miro Cutichón y Peña Negra, pero la jornada no está para mucho. El frío es notable y la nubosidad nos impide ver mucho más allá, así que no merece la pena. Breve conversación con Alba, que está de acuerdo, y continuamos la ruta deshaciendo el camino de ida.

Bajamos de nuevo al Colladín Sarnoso y nos desviamos hacia el punto en el que comenzamos a subir hacia La Peñona, con el fin de evitar su ascensión por segunda vez. Tendremos que avanzar a media ladera, pisando nieve y por un terreno de baja vegetación. Ladear es sencillo, pero tenemos que tener algo de cuidado, pues existen pequeños tramos con nieve muy dura. Aunque un resbalón tampoco traerá consecuencias muy negativas, vamos avanzando con precaución. Nos pasa algo que nunca nos ha pasado. El agua del tubo de la bolsa de hidratación se ha congelado completamente!

De nuevo en la arista noreste de La Peñona, iniciamos el descenso por el mismo camino de ida, perdiendo altura por la zona solitaria, dejando atrás el Pozo Lláo y bajando por el sinuoso sendero hasta llegar al camino principal del valle que forma el Río Omaña.

De nuevo en la pista principal, nos resta completar los 5 kilómetros de valle! Hubiera sido un descenso más, sin grandes alicientes, pero mirar atrás nos iba a dejar claro, una y otra vez, que no hemos tenido nada de suerte. Las nubes desaparecen como por arte de magia, dejando un día totalmente soleado. Lo único bueno, que el tubo de hidratación se ha descongelado. Ahora bien, la pena de no haber disfrutado de las vistas no nos la iba a quitar nadie! Volvimos a disfrutar de las fuentes, del valle y del Abedular de Montrondo, pero mirábamos más hacia atrás que hacia delante! Qué rabia!

Finalizado el valle, llegamos nuevamente a Montrondo, coincidiendo con Manolo, lugareño y conocido de la familia. Un buen hombre al que no dudamos en ayudar, pues estaba cogiendo ramas, seguramente para superar el invierno. De nuevo en el pueblo, llegamos a la altura de la plaza en la que dejamos el coche aparcado, dando por concluida la jornada.

CONCLUSIÓN:

Espectacular ruta de ida y vuelta para llegar a La Peñona (2.099 m) y al Pico Tambarón (2.102 m), las tetas de Omaña. Dos cumbres emblemáticas de la Sierra de Gistredo y con unas vistas excepcionales, aunque no las pudimos disfrutar. La mala suerte se apoderó de la jornada y nos privó de ver más allá de unos pocos metros, y sólo durante el rato que estuvimos en altura! Fue una pena y nos quedamos con muchas ganas de volver! Aún así, un trazado sencillo que recorre uno de los valles más bonitos de Omaña. Supimos sacar jugo a la jornada y disfrutamos igualmente de la montaña. Una ruta llena de fuentes, cascadas, pozas y abedules! Y que tiene como colofón final la ascensión a dos montañas fantásticas! Muy recomendable!

MÁS INFORMACIÓN:

Montrondo - La Peñona (2.099 m) - Pico Tambarón (2.102 m)

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Rubén Wanderlust (www.rubenwanderlust.com)