Monumento Natural del Nacimiento del Río Cuervo, “un paisaje kárstico único” (IBP 12 HKG)
near El Perchel, Castilla-La Mancha (España)
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Trail photos
Itinerary description
Monumento Natural del Nacimiento del Río Cuervo, “un paisaje kárstico único” (IBP 12 HKG)
DIFICULTAD DE LA RUTA
Ruta de muy baja dificultad, perfectamente señalizada y con algunos tramos adaptados.
El recorrido propuesto es una combinación de los senderos “del Nacimiento del Río Cuervo” y “de la Turbera”, ya que de esta manera la vuelta del nacimiento la realizamos por un tramo diferente al de la ida.
De especial interés son los saltos de agua y las formaciones de travertinos o roca de toba (ver geomorfología) que se suceden a lo largo del recorrido.
GRADO DE PROTECCION
El Nacimiento del Río Cuervo fue declarado Monumento Natural en noviembre de 1999 (Decreto 229/1999, de 30 de noviembre), con una superficie de 1.709 ha.
Incluido en la Red Natura 2000, formando parte del Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) y de la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) “Serranía de Cuenca”; y del Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) “Alto Tajo”.
SINOPSIS
Sencillo y agradable recorrido por el Nacimiento del Río Cuervo, apto para todos los públicos, por una zona de gran belleza caracterizada por la sucesión de cascadas, pequeños saltos de agua y por la especial morfología de un paisaje kárstico formado por rocas calcáreas denominadas “tobas”.
Aunque cualquier época del año es adecuada, sin embargo resulta recomendable realizar la ruta en primavera, especialmente si el invierno ha sido lluvioso, ya que en dicha época el caudal del agua aumenta considerablemente y las cascadas ganan en espectacularidad, fluyendo el líquido elemento por todos los rincones.
El recorrido propuesto tiene su punto de partida en el aparcamiento existente al inicio de la ruta, donde tomamos el “Sendero del Nacimiento del Río Cuervo”, que asciende suavemente, por un trazado entarimado que discurre a través de un bosque de pino albar o pino rojo (Pinus sylvestris), hasta alcanzar la cascada principal del monumento.
Desde la cascada principal continuamos ascendiendo siguiendo el curso del río aguas arriba, hasta situarnos en una zona abierta, denominada “la Pradera”. En este punto, de acuerdo con las indicaciones existentes, giramos a la derecha y nos dirigirnos hacia el nacimiento del río Cuervo, que se encuentra a escasa distancia, al que se accede por un sendero cuyo tramo final también se encuentra entarimado.
De regreso, una vez de nuevo en la Pradera, en lugar de volver por el mismo camino de la ida, seguimos recto por el “Sendero de la Turbera”, que dispone de varios miradores que se asoman a las cascadas a través de un itinerario que discurre junto al río y que suavemente desciende hasta el aparcamiento de inicio de la ruta.
GEOMORFOLOGIA
El Nacimiento del Río Cuervo se sitúa en el extremo noroccidental de la provincia de Cuenca, en la Muela de San Felipe que es una gran planicie formada por materiales calcáreos del Cretácico Superior. Esta muela registra la mayor precipitación de la provincia de Cuenca. El agua se infiltra, circula y se distribuye a través de las rocas hasta alcanzar diversos manantiales y surgencias de las que la del Cuervo es la más importante, junto a la de los Ojos de Valdeminguete, donde nace el río Júcar.
El agua en esta circulación subterránea se carga de sales carbonatadas. Cuando las aguas surgen al exterior recorren algunos metros por terreno llano hasta caer en forma de cascadas, dando lugar a una espectacular formación de travertinos. Los travertinos o roca de toba se originan al perder el agua el CO2 tras su nacimiento, favorecido por el efecto de aireación que provocan las cascadas, por la acción de la vegetación mediante la fotosíntesis y por una disminución de la presión y/o de la temperatura, que hace que el bicarbonato cálcico, soluble en el agua, se transforme en carbonato cálcico, que es insoluble.
El carbonato suele precipitar sobre las plantas o sobre sus restos, conservando moldes o la forma de los mismos, así como sobre conchas existentes en las aguas, dando lugar a un tipo de roca muy porosa conocida por “toba”.
Toda la cascada principal del rio Cuervo, está recubierta por un manto de musgo denominado Cratoneurion commutati, que es el que favorece la precipitación del carbonato cálcico y la formación de toba sobre su superficie.
Es un proceso activo y dinámico, desarrollándose unas capas sobre otras hasta que por su propio peso se rompen y se desploman, variando de nuevo el perfil de las cascadas y del río, hasta que se vuelven a formar nuevas barreras de toba.
HIDROLOGÍA
El río Cuervo se caracteriza por tener el régimen de caudales propio de un río mediterráneo, con periodos de crecida en primavera y de estiaje en verano, dependiendo en gran medida de las precipitaciones caídas. Así que en los meses de verano o en años muy secos es frecuente encontrar gran parte de las cascadas sin agua. Este fenómeno lleva ocurriendo desde hace miles de años y forma parte de la dinámica natural del río.
Fotos de la ruta, geoposicionadas en Panoramio, en el siguiente enlace:
DIFICULTAD DE LA RUTA
Ruta de muy baja dificultad, perfectamente señalizada y con algunos tramos adaptados.
El recorrido propuesto es una combinación de los senderos “del Nacimiento del Río Cuervo” y “de la Turbera”, ya que de esta manera la vuelta del nacimiento la realizamos por un tramo diferente al de la ida.
De especial interés son los saltos de agua y las formaciones de travertinos o roca de toba (ver geomorfología) que se suceden a lo largo del recorrido.
GRADO DE PROTECCION
El Nacimiento del Río Cuervo fue declarado Monumento Natural en noviembre de 1999 (Decreto 229/1999, de 30 de noviembre), con una superficie de 1.709 ha.
Incluido en la Red Natura 2000, formando parte del Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) y de la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) “Serranía de Cuenca”; y del Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) “Alto Tajo”.
SINOPSIS
Sencillo y agradable recorrido por el Nacimiento del Río Cuervo, apto para todos los públicos, por una zona de gran belleza caracterizada por la sucesión de cascadas, pequeños saltos de agua y por la especial morfología de un paisaje kárstico formado por rocas calcáreas denominadas “tobas”.
Aunque cualquier época del año es adecuada, sin embargo resulta recomendable realizar la ruta en primavera, especialmente si el invierno ha sido lluvioso, ya que en dicha época el caudal del agua aumenta considerablemente y las cascadas ganan en espectacularidad, fluyendo el líquido elemento por todos los rincones.
El recorrido propuesto tiene su punto de partida en el aparcamiento existente al inicio de la ruta, donde tomamos el “Sendero del Nacimiento del Río Cuervo”, que asciende suavemente, por un trazado entarimado que discurre a través de un bosque de pino albar o pino rojo (Pinus sylvestris), hasta alcanzar la cascada principal del monumento.
Desde la cascada principal continuamos ascendiendo siguiendo el curso del río aguas arriba, hasta situarnos en una zona abierta, denominada “la Pradera”. En este punto, de acuerdo con las indicaciones existentes, giramos a la derecha y nos dirigirnos hacia el nacimiento del río Cuervo, que se encuentra a escasa distancia, al que se accede por un sendero cuyo tramo final también se encuentra entarimado.
De regreso, una vez de nuevo en la Pradera, en lugar de volver por el mismo camino de la ida, seguimos recto por el “Sendero de la Turbera”, que dispone de varios miradores que se asoman a las cascadas a través de un itinerario que discurre junto al río y que suavemente desciende hasta el aparcamiento de inicio de la ruta.
GEOMORFOLOGIA
El Nacimiento del Río Cuervo se sitúa en el extremo noroccidental de la provincia de Cuenca, en la Muela de San Felipe que es una gran planicie formada por materiales calcáreos del Cretácico Superior. Esta muela registra la mayor precipitación de la provincia de Cuenca. El agua se infiltra, circula y se distribuye a través de las rocas hasta alcanzar diversos manantiales y surgencias de las que la del Cuervo es la más importante, junto a la de los Ojos de Valdeminguete, donde nace el río Júcar.
El agua en esta circulación subterránea se carga de sales carbonatadas. Cuando las aguas surgen al exterior recorren algunos metros por terreno llano hasta caer en forma de cascadas, dando lugar a una espectacular formación de travertinos. Los travertinos o roca de toba se originan al perder el agua el CO2 tras su nacimiento, favorecido por el efecto de aireación que provocan las cascadas, por la acción de la vegetación mediante la fotosíntesis y por una disminución de la presión y/o de la temperatura, que hace que el bicarbonato cálcico, soluble en el agua, se transforme en carbonato cálcico, que es insoluble.
El carbonato suele precipitar sobre las plantas o sobre sus restos, conservando moldes o la forma de los mismos, así como sobre conchas existentes en las aguas, dando lugar a un tipo de roca muy porosa conocida por “toba”.
Toda la cascada principal del rio Cuervo, está recubierta por un manto de musgo denominado Cratoneurion commutati, que es el que favorece la precipitación del carbonato cálcico y la formación de toba sobre su superficie.
Es un proceso activo y dinámico, desarrollándose unas capas sobre otras hasta que por su propio peso se rompen y se desploman, variando de nuevo el perfil de las cascadas y del río, hasta que se vuelven a formar nuevas barreras de toba.
HIDROLOGÍA
El río Cuervo se caracteriza por tener el régimen de caudales propio de un río mediterráneo, con periodos de crecida en primavera y de estiaje en verano, dependiendo en gran medida de las precipitaciones caídas. Así que en los meses de verano o en años muy secos es frecuente encontrar gran parte de las cascadas sin agua. Este fenómeno lleva ocurriendo desde hace miles de años y forma parte de la dinámica natural del río.
Fotos de la ruta, geoposicionadas en Panoramio, en el siguiente enlace:
Waypoints
Comments (3)
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Un privilegio disfrutar de este paisaje en su estado natural, con abundante agua!! un abrazo.
Muchas gracias, Maica:
La Serranía de Cuenca, como su capital de provincia, es única; si a ello, añadimos un invierno y primavera lluviosos, el espectáculo está servido.
Un abrazo.
Un paraje precioso que no tuve la suerte de contemplar con agua cuando lo visite. Otra vez será!!!