Moralejos, Río Trujala, Los Royos, Navalcaballo, Río Madera, Dehesa Carnicera (Sierra de Segura)
near Los Arroyos, Andalucía (España)
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Trail photos
Itinerary description
Preciosa ruta por un bellísimo rincón de la Sierra de Segura, donde el frescor y el verdor aún nos sorprenden a pesar de que el calor ya aprieta de lo lindo en la campiña olivarera.
Partimos de la aldea de Moralejos de Abajo y nos dirigimos hacia su vecina Moralejos de Arriba. Tras atravesar esta segunda aldea y pasar junto a su fuente lavadero, continuamos por el carril que desde aquí sale. Cuando el carril se acerca al río Trujala se termina perdiendo y sigue como senda, que parece continua remontando la orilla natural izquierda (derecha en el sentido de nuestra marcha) y que en fotografía por satélite se aprecia perfectamente. Aunque más tarde también nos dimos cuenta que por la otra orilla también iba una senda. De todas formas nosotros decidimos remontar el río por su mismo cauce, pues se va vadeando bien y disfrutamos enormemente de sus rápidos, pozas y pequeños saltos y cascadas. A veces hay que salirse del cauce para evitar algún salto infranqueable. A nuestra izquierda, por la orilla natural derecha del río, vemos ya con toda claridad la senda que comunica Moralejos con los Royos, por lo que si no queremos ir por el cauce, podemos hacerlo por ella.
Llegamos aun carril, en muy mal estado, que asciende hasta otro plenamente operativo, que a mano izquierda nos llevaría hasta la pequeña aldea de los Royos, junto a la carretera. Nosotros en cambio seguimos a la izquierda, hacia la cortijada de los Hoyos de Abajo, en ruinas, pero en la que están habilitando una casa.
Seguimos el carril hasta una bifurcación y seguimos a la derecha, donde termina en un llano de siembra en barbecho. Tras atravesar el llano, nos desviamos hacia el sur y tras vadear el Trujala (seco en éste tramo) comenzamos a ascender por lo que parece a veces el resto de una vieja senda (aunque es más bien campo a través) y que sin demasiadas dificultades nos deja muy cerca del Centro de Defensa Forestal de Navalcaballo, en la carretera JF-7016.
Ahora toca caminar unos 5 kilómetros por asfalto, por la JF-7016 primero y por la JF-7038 después, pero eso sí, disfrutando de bellísimos parajes a la sombra de enormes pinos laricios y algunos vetustos quejigos. Tras pasar por la tinada de Chinchilla y el Campamento juvenil de Los Negros y a orillas del cristalino Río Madera, llegamos al Cortijo de Cerrico Montero, donde enlazamos con el GR- 247 en su variante 1 etapa 2, el cual seguimos a la derecha por sendero y que nos llevará hasta el final de la ruta en Moralejos de Abajo.
Descripción que hace la topoguía del GR-247 del tramo de la variante 1, etapa 2 que seguimos en esta ruta:
"Cortijo de Cerrico Montero. Senda al Collado Verjaga
En este punto tomamos una senda que asciende a la izquierda, enfilando hacia el norte. Cambiamos de ambiente, internándonos de nuevo en pleno bosque para salir del valle. Subimos por un impresionante pinar, que más arriba se transforma en un encinar cuyo ambiente umbrío crea un halo mágico como de bosque antiguo.
Llegados al kilómetro 7,2 llaneamos atravesando el Collado Verjaga, para bajar hacia la carretera JF-7016, cambiando de nuevo de ambiente porque hemos abandonado definitivamente el entorno del Valle de Río Madera, apareciendo en algunos momentos ante nuestra vista la inconfundible estampa de Segura de la Sierra con su castillo en lo alto.
Cruzamos la carretera y continuamos por la pista forestal que aparece justo al frente. Entramos en la Dehesa Carnicera, que es un monte de propios del ayuntamiento de Segura de la Sierra, muy bien conservado. Nuestra pista, estrecha y deliciosa, desciende por un bosque más abierto que el del tramo anterior, con grandes ejemplares de pino laricio y encinas, y salpicado por majuelos y algunos pespejones o perales de monte (Sorbus torminalis) que añaden un toque de colorido en otoño. La presencia de junqueras indica un importante grado de humedad en el suelo durante algunos tramos.
Tras recorrer 1,2 kilómetros por esta pista nos encontramos con otra, más ancha, que es importante, porque hacia la derecha conduce al cercano paraje de Navalcaballo, donde está situado el Centro de Defensa Forestal, y a la izquierda se dirige hacia la aldea de El Robledo, próxima a Cortijos Nuevos. La cruzamos y seguimos al frente por un ancho camino que baja con una notable pendiente en algunos tramos. El bosque se torna más umbrío y cerrado, y en algunos trechos se goza de unas magníficas vistas hacia los rojizos cantiles de Los Poyos de Segura la Vieja.
Nuestra ruta alcanza el fondo del valle del recién nacido Río Trujala, que aún es apenas un arroyo, y tras cruzarlo, entramos en la pequeña aldea de Moralejos de Abajo, con sus sencillas casas blancas, su fuente-lavadero y sus tierras de labor. A partir de aquí la señalización de nuestra Etapa tiene franjas amarillas, rojas y blancas porque coincide con el sendero PR-A 198. Es aconsejable desviarse por ella al menos un trecho y disfrutar de sus buenas vistas para luego volver a nuestra Etapa. Continuamos esta por una ancha pista que sale de la aldea hacia la derecha, teniendo al frente el monte Navalperal"
Partimos de la aldea de Moralejos de Abajo y nos dirigimos hacia su vecina Moralejos de Arriba. Tras atravesar esta segunda aldea y pasar junto a su fuente lavadero, continuamos por el carril que desde aquí sale. Cuando el carril se acerca al río Trujala se termina perdiendo y sigue como senda, que parece continua remontando la orilla natural izquierda (derecha en el sentido de nuestra marcha) y que en fotografía por satélite se aprecia perfectamente. Aunque más tarde también nos dimos cuenta que por la otra orilla también iba una senda. De todas formas nosotros decidimos remontar el río por su mismo cauce, pues se va vadeando bien y disfrutamos enormemente de sus rápidos, pozas y pequeños saltos y cascadas. A veces hay que salirse del cauce para evitar algún salto infranqueable. A nuestra izquierda, por la orilla natural derecha del río, vemos ya con toda claridad la senda que comunica Moralejos con los Royos, por lo que si no queremos ir por el cauce, podemos hacerlo por ella.
Llegamos aun carril, en muy mal estado, que asciende hasta otro plenamente operativo, que a mano izquierda nos llevaría hasta la pequeña aldea de los Royos, junto a la carretera. Nosotros en cambio seguimos a la izquierda, hacia la cortijada de los Hoyos de Abajo, en ruinas, pero en la que están habilitando una casa.
Seguimos el carril hasta una bifurcación y seguimos a la derecha, donde termina en un llano de siembra en barbecho. Tras atravesar el llano, nos desviamos hacia el sur y tras vadear el Trujala (seco en éste tramo) comenzamos a ascender por lo que parece a veces el resto de una vieja senda (aunque es más bien campo a través) y que sin demasiadas dificultades nos deja muy cerca del Centro de Defensa Forestal de Navalcaballo, en la carretera JF-7016.
Ahora toca caminar unos 5 kilómetros por asfalto, por la JF-7016 primero y por la JF-7038 después, pero eso sí, disfrutando de bellísimos parajes a la sombra de enormes pinos laricios y algunos vetustos quejigos. Tras pasar por la tinada de Chinchilla y el Campamento juvenil de Los Negros y a orillas del cristalino Río Madera, llegamos al Cortijo de Cerrico Montero, donde enlazamos con el GR- 247 en su variante 1 etapa 2, el cual seguimos a la derecha por sendero y que nos llevará hasta el final de la ruta en Moralejos de Abajo.
Descripción que hace la topoguía del GR-247 del tramo de la variante 1, etapa 2 que seguimos en esta ruta:
"Cortijo de Cerrico Montero. Senda al Collado Verjaga
En este punto tomamos una senda que asciende a la izquierda, enfilando hacia el norte. Cambiamos de ambiente, internándonos de nuevo en pleno bosque para salir del valle. Subimos por un impresionante pinar, que más arriba se transforma en un encinar cuyo ambiente umbrío crea un halo mágico como de bosque antiguo.
Llegados al kilómetro 7,2 llaneamos atravesando el Collado Verjaga, para bajar hacia la carretera JF-7016, cambiando de nuevo de ambiente porque hemos abandonado definitivamente el entorno del Valle de Río Madera, apareciendo en algunos momentos ante nuestra vista la inconfundible estampa de Segura de la Sierra con su castillo en lo alto.
Cruzamos la carretera y continuamos por la pista forestal que aparece justo al frente. Entramos en la Dehesa Carnicera, que es un monte de propios del ayuntamiento de Segura de la Sierra, muy bien conservado. Nuestra pista, estrecha y deliciosa, desciende por un bosque más abierto que el del tramo anterior, con grandes ejemplares de pino laricio y encinas, y salpicado por majuelos y algunos pespejones o perales de monte (Sorbus torminalis) que añaden un toque de colorido en otoño. La presencia de junqueras indica un importante grado de humedad en el suelo durante algunos tramos.
Tras recorrer 1,2 kilómetros por esta pista nos encontramos con otra, más ancha, que es importante, porque hacia la derecha conduce al cercano paraje de Navalcaballo, donde está situado el Centro de Defensa Forestal, y a la izquierda se dirige hacia la aldea de El Robledo, próxima a Cortijos Nuevos. La cruzamos y seguimos al frente por un ancho camino que baja con una notable pendiente en algunos tramos. El bosque se torna más umbrío y cerrado, y en algunos trechos se goza de unas magníficas vistas hacia los rojizos cantiles de Los Poyos de Segura la Vieja.
Nuestra ruta alcanza el fondo del valle del recién nacido Río Trujala, que aún es apenas un arroyo, y tras cruzarlo, entramos en la pequeña aldea de Moralejos de Abajo, con sus sencillas casas blancas, su fuente-lavadero y sus tierras de labor. A partir de aquí la señalización de nuestra Etapa tiene franjas amarillas, rojas y blancas porque coincide con el sendero PR-A 198. Es aconsejable desviarse por ella al menos un trecho y disfrutar de sus buenas vistas para luego volver a nuestra Etapa. Continuamos esta por una ancha pista que sale de la aldea hacia la derecha, teniendo al frente el monte Navalperal"
Waypoints
Comments (1)
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Cuando uno se encuentra en el lugar y momento oportuno, solo resta dar las gracias por poder disfrutar de momentos inolvidables tantas veces compartidos. Ruta excepcional para disfrutar de uno de los mejores rincones de la Sierra de Segura.