Moratalla, senda de Bolvonegro o PR-MU 110

Tipo de Ruta: Circular -- Dificultad: Baja (IBP: 21) -- Recorrido: 5,9 km -- Ciclable: NO
Tiempo Total: 1:39 horas -- Tiempo en Movimiento: 1:14 horas
Altitud mínima: 422 metros -- Altitud máxima: 486 metros
Desnivel positivo: 81 metros // negativo: 81 metros // acumulado: 162 metros
Fuentes: NO -- Sombras: 0% -- Recomendada: primavera y después de grandes lluvias Realizada: 12-07-2023 -- Señalizada: SI (en éste caso solo el tramo de ida)

La ruta comprende el pequeño recorrido 110 de Murcia (PR-MU 110), un corto recorrido para conocer el área natural protegida que supone el punto de encuentro de los ríos Alhárabe y Benamor para formar el río Moratalla; estando el punto de partida en el Camino del Batán (paso del GR-7) y al que se llega desde el km-1,5 de la carretera de Calasparra (RM-B35); después de algo más de un kilómetro por camino de tierra.

El recorrido transcurre por la Zona de Especial Conservación (ZEC) Sierras y Vega Alta del Segura y ríos Alhárabe y Moratalla, siendo el estrecho de Bolvonegro el punto de encuentro de los ríos Alhárabe y Benamor; que forman el río Moratalla. Este enclave de importante valor geológico, arqueológico, ecológico y paisajístico, está protegido de distintas maneras.

La adecuación del sendero hace varios años, lo hace practicable para todas las personas sin problema de movilidad, incluidos niños; aunque hay pequeños puntos de <>, y siempre muy cerca del impresionante barranco o cortado por donde discurre el agua.

El cauce abierto por el río en la roca, ha creado pilancones (formas circulares en zona planas), marmitas de gigante (hoyos erosionados en el cauce), pozas y cascadas; terminando el paseo bruscamente, en un hundimiento producido por una falla normal.

Estacionado lo mejor posible para no estorbar y facilitar la labor a otros visitantes, se inicia la ruta viendo el panel informativo y en descenso, transitando entre campos de labor. Luego de terminar el pequeño repecho (punto por donde se regresará siguiendo el track), se avista al frente los restos del poblado íbero y se pueden observar en las rocas del suelo los restos fósiles de un Paleodictyon, prueba de que la zona estuvo sumergida bajo el mar

Seguidamente se baja hasta cruzar el río Benamor (0,6km); por un pontón/pasarela de madera, se ignora un desvío a izquierda y visto el panel informativo del poblado íbero Los Molinicos, se toma la senda que sube a la derecha; para ver los interesantes restos del asentamiento, desde donde se ve que hay senda al otro lado y tomo nota para hacer el regreso circular en la medida de lo posible.

De nuevo en la senda en menos de trescientos metros se llega a la finca La Traviesa (que fue un antiguo molino) y se pasa sobre el río Alhárabe, que lleva un mejor caudal; dando metros después al comienzo real del Estrecho de Bolvonegro; señalizado con un poste indicativo. Comienza el espectáculo que durante dos kilómetros nos llevará de sorpresa en sorpresa.

Unidas las dos corrientes, pasa a llamarse río Moratalla que desemboca en el Segura, unos cuantos kilómetros más adelante, a pocos metros del Santuario de Nuestra Señora de la Esperanza, en Calasparra. La senda transita lo más cercano a la grieta por donde corre el agua, siempre que no supone peligro, teniendo que poner siempre la atención y no arriesgar por conseguir una mejor fotografía.

Con la vista esporádica de las marcas blanco/amarillo de los PRs, hitos de piedra y la muy clara senda, se verán curiosas estructuras sedimentarias, pliegues, cabalgamientos, antiguos deslizamientos y fósiles que hacen que el lugar tenga un gran interés geológico. Llegados al puente de madera que salva el tajo por donde discurren las aguas, se disfrutan de otras bonitas vistas.

Ya en el otro extremo, se recorren unos doscientos metros y finaliza la senda viendo un salto de falla por donde el agua cae formando una pequeña cascada. El regreso más aconsejable es por el mismo recorrido que se ha venido, pero si se tienen más ganas de aventura se puede seguir el track, obteniendo otras vistas desde el trazado que se recorre con facilidad; salvando algunos metros sin senda visible.