Subida al Carche por las crestas de la Mina, la Sima de las Grajas, La Madama, el Pozo Nieve y el paso del Crestón del Cañal
near Casas del Conejo, Murcia (España)
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Itinerary description
Ruta circular desde Casas del Conejo pasando por:
- Morra de la Mina (1.9 km)
- Sima de las Grajas (2.2 km)
- Carche (2.3 km)
- Collado Pozo Nieve (3.0 km)
- Pozo de Nieve (3.8 km)
- Casas del Cantal y Pino Monumental (7.1 km)
- Paso del Crestón del Cañal, 9,5
“Amo estar cerca de la cima de una montaña. Allí no te puedes perder”. Wislawa Szymborska
Jumilla es el Municipio más grande de la Región de Murcia y el décimo Municipio en extensión de España con 969,00 Km2. Una cadena de sierrecillas aisladas atraviesa el altiplano que se extiende por el norte de la provincia de Murcia y el oeste de la de Alicante, uniendo los montes segureños con el extremo oriental del Sistema Bético. La más importante de ellas es la Sierra del Carche, de la cual es la Madama el pico más alto. Se trata de una montaña de altitud modesta, pero muy destacada, que se alza como un altivo bastión sobre las llanuras agrícolas que la rodean. De relieve complejo pese a su poca extensión, presenta una colorida mezcla de caliza y densa vegetación mediterránea, predominando el pinar en las laderas orientadas al interior del conjunto, mientras que las vertientes externas están pobladas por el pasto duro propio de entornos áridos, a tono con el altiplano a sus pies. Ese entorno llega a la culminaciones, alomadas salvo en un par de reducidos crestones, así como la mano del hombre, abundante en toda la sierra, aunque sin llegar a ser ofensiva en exceso.
La Sierra del Carche comparte su extensión con Jumilla y Yecla, siendo el accidente orográfico más elevado de la Comarca del Altiplano y cuenta con un gran interés geomorfológico. Es muy característica la presencia de un diapiro salino, el Cabezo de la Rosa, la salina de interior más productiva de la comunidad murciana. Se trata de una elevación suave de tonos rojizos originada por el afloramiento de sales y yesos en las fracturas del terreno de los últimos movimientos tectónicos. En la zona central se localiza la máxima altitud de la Sierra, con el pico del Carche (1.371 m.), extendiéndose hacia el noreste para concluir en la Sierra de las Pansas. Los materiales dominantes son calizas, dolomías y margas. La Sierra del Carche se encuentra en el cuadrante nororiental de la Región de Murcia y reparte su superficie entre los términos municipales de Jumilla y Yecla. Ha sido declarada recientemente Parque Natural Regional y los límites actuales y normas de gestión vienen definidos por su Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN). Además, es uno de los espacios regionales propuestos como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC), para formar parte de la Red Natura 2000. Este conjunto montañoso cuenta con 5.942 hectáreas de superficie e incluye las sierras de El Carche (La Madama, 1.371 m.), Las Pansas y el diapiro salino del Cabezo de la Sal. Entre los lugares de mayor interés y más llamativos para el visitante destacan el Cabezo de la Rosa, la Madama del Carche, el Barranco de la Gorafía, la Umbría del Revolcador, la Peña del Castelar, el Barranco de San Cristóbal, la Pedriza, la Solana de la Alberquilla, el Barranco del Saltaor, la Curiosa y la Fuente de la Sanguijuela. La Sierra del Carche es un espacio singular por las diferentes especies de fauna y flora que contiene y por sus distintos estratos geológicos. El Parque dispone de un albergue municipal, que se cede gratuitamente a los grupos excursionistas que lo visitan durante todo el año para disfrutar de la naturaleza. El hombre ha habitado en esta sierra desde antaño. Este hecho lo demuestran los yacimientos arqueológicos, pertenecientes a la Edad del Bronce, y los asentamientos ibéricos que han sido encontrados. Destacamos la Cueva del Castellar, Los Castillicos del Salero y La Romanía. También encontramos algunas villas y un acueducto (La Romanía) de época romana al norte y oeste del Parque. En el Cabezo de la Rosa aparecen abundantes fragmentos de cerámicas medievales correspondientes a vasijas y tinajas de gran tamaño. Un elemento destacable de la Sierra, en la umbría de La Madama, es un Pozo de la Nieve del siglo XVII, destinado a conservar y almacenar hielo.
Iniciamos la ruta desde el Barranco de la Mina, junto a la pequeña cantera en desuso. El día está despejado y frío, el sol puntea la peña del Carche. Por la ancha pista traspasamos la puerta de entrada al Parque Natural. Unas decenas de metros después dejamos la pista por la izquierda, salvando una pequeña rambla y subiendo a unos bancales de almendros, para enseguida comenzar a ver unos mojones en la ladera, que poco a poco van reafirmando el sendero entre el matorral de esparto. Vamos por la marcada y clara senda de la Barbudo Traill, a nivel técnico no tiene ninguna dificultad pero sí a nivel físico ya que es preciso un mínimo de condición física para hacerse 600 m. de desnivel en poco más de 2 kilómetros.
Suavemente vamos tomando altura mientras por detrás el sol ilumina el altiplano, y nos dejar ver la sierra de la Pila. El sendero nos dirige hacia el barranco de la Mina, concretamente a la parte superior de su ladera izquierda, según el sentido de nuestra marcha. Una vez alcanzada la arista del barranco los mojones se hacen más visibles de roca en roca, es una trocha fácil de seguir, pero su desnivel se torna muy exigente a cambio de ir elevándonos con mucha rapidez. En los descansillos para tomar aire comprobamos la altitud superada.
Desde arriba vemos el serpenteante trazado de la pista forestal surcar la otra ladera. El sol ha superado las crestas y sus rayos nos deslumbran, impidiendo hacer buenas fotos de esa zona. Los pinos comienzan a ralear y solo los matorrales de romero y esparto nos acompañan. El sendero, que en algunos puntos parece recién excavado y martilleado, rompiendo rocas que luego han sido ordenadas siguiendo el mejor trazado, no deja de encresparse hacia arriba.
En algunos tramos de la arista sobrepasamos farallones rocosos en los que tenemos que apoyar las manos o rodearlos, por su mejor lado, siempre en ascenso. En otros transitamos por su cordal, donde se obtienen buenas vistas del Barranco Ancho por la izquierda.
Con la altura el altiplano murciano va ganando en extensión y las panorámicas son espectaculares. Cuesta arriba el sendero vuelve a erizarse, el matorral es más abundante y los pinos vuelven moderadamente al entorno de la arista, son ejemplares medianos con poca tierra donde agarrarse. Sobre el perfil del trazado dejamos atrás dos grupos de retorcidos troncos de pinos, grandes ejemplares abatidos posiblemente por la meteorología. Las laderas parecen más pobladas de pinar que se mezcla con algunas carrascas de porte bajo. Por detrás distinguimos los reflejos del sol sobre el mar.
El itinerario empieza a virar haciendo una larga y suave curvatura izquierda-derecha, dejándonos tener a la vista nuestro objetivo de hoy, las antenas de la cumbre. Esto nos amina y nos marcamos como referencia el frontal rocoso de la sierra. El fuerte desnivel no cesa, pero la gran altura tomada nos permite tener dilatadas miradas, cada vez más extensas; en la zona alicantina que es más montañosa parecen en 3D, y casi encumbrando la loma, las primeras vistas del entorno jumillano, con las Salinas de la Rosa.
Un empujón más y culminamos, Morra de la Mina 1.365 m. según indica la inscripción con tinta azul en una piedra. Un poco más adelante se encuentra el vallado que rodea la Sima de las Grajas. Buscamos la entrada y junto a un pino vemos la Sima de las Grajas. Hay que extremar la precaución, esta cavidad es un corte limpio de 25 m. de largo, por 2 m. de ancho y 45 m. de profundidad, no tiene protección alrededor. Para su descenso es necesario material y técnicas verticales.
Desde aquí tenemos preciosas vistas a la cumbre y al Mar Menor que reluce en el horizonte. El sendero prosigue bajando por la bonita comba que forma el cordal que une las dos cimas, y remonta hasta la pista forestal. Desde el pequeño rellano donde termina la pista, por la que pueden subir vehículos, tenemos grandes miradas, también hay una cerámica con el mapa de la zona, y un mirador con un panel informativo del contorno. Subiendo por unos peldaños se llega al encantador refugio de madera y al V. G. de La Madama del Carche (1372 m.). El refugio se mantiene limpio, pero ha sido visitado por los gilipollas del espray. Descansamos con la espléndida vista al mar Mediterráneo, lejano en línea recta, pero perfectamente visible.
Iniciamos el regreso descendiendo el sendero que continúa por las última de las antenas y se dirige hacia la izquierda al collado del Pozo de Nieve, donde confluyen las pistas y hay, también un buen sitio para aparcar el coche junto a un pozo del que se puede sacar agua con una cuerda y un cubo. No sabemos si bebible. Del cruce, lleno de paneles indicadores sale un sendero a la izquierda que nos va a llevar al restaurado Pozo de Nieve de la Sierra del Carche, es un trayecto de ida y vuelta a este punto que merece la pena visitar (unos 400 metros de ida y los mismos de vuelta).
Como casi todos los de la Región de Murcia, el pozo de la nieve de la Sierra del Carche es de forma cilíndrica y fue construido con piedra y argamasa. Diferentes estudios señalan que tenía 12 metros de profundidad y su parte superior era de forma cónica, formada por piedras extraídas de la zona, con una altura aproximada de 4 metros y un grosor en las paredes de 1,20 metros en el arranque. Culmina con una piedra a modo de clave de argamasa. Está resguardado con dos contrafuertes y un anillo de piedras que lo rodea. Se tiene constancia de que estos pozos se utilizaron en la Región de Murcia ya en el siglo XII, aunque las pruebas documentales datan su uso desde el siglo XVI, época de gran auge y proliferación de estos pozos y de la comercialización del hielo.
Regresamos al Collado y seguimos la pista por la derecha, bordeando en suave descenso la sierra y contemplar una panorámica de la zona sur. Dejamos la comodidad de la pista y tomamos un sendero a nuestra izquierda que nos dejará en la zona de “La Hoya de las Grajas”. Salimos junto a unos abrevaderos para animales de nuevo a la pista, que dejamos en unos metros por la derecha, donde otro sendero entre pinos nos sigue descendiendo hasta una viga de hierro que corta el paso a las motos.
Pasamos por delante de las Cuevas del Cachorro con su frontal de casa, son de propiedad particular y ahora están muy cuidadas. Observamos sus antiguos corrales y admiramos su descomunal pino. Por pista llegamos al cruce caminos. Estamos en el Collado de las Cuevas del Cachorro (1.054 m.). Balizado con un gran pilón cuadrado indica los accesos a la parte alta, a Viña “P” y a la Yedra y a El Cantal, que es a donde nos dirigimos.
Seguimos la pista que nos llevará a Las Ruinas de Casas del Cantal. Recuerdo de una época de apogeo de Espectaculares Cortijos donde en otros tiempos era una importante forma de vida… Hoy allí quedan las ruinas y un espectacular Antiguo Pozo, también sin servicio.
Nos dejamos llevar por la pista hasta tomamos un pequeño atajo atajo por un corto sendero casi paralelo a la pista. Un poco más de pista y en una cerrada curva a la derecha la dejamos definitivamente, por otro sendero a la izquierda que nos mete en el bosque de pinos.
Mientras la pista baja haciendo numerosas eses, el sendero desciende un poco y remonta hacia las paredes. Antes, tenemos una impecable mirada a la terrible arista del Barranco de la Mina, por la que esta mañana hemos subido. Llegamos al precioso paso del Crestón del Cañal 911m. entre las crestas, por el que salimos a la otra vertiente. El paisaje cambia y bajamos hasta conectar con el Camino del Collado de las Colmenas, que seguimos por la derecha. Ahora solo tenemos que dejarnos llevar por la Solana del Cristal hasta el cruce con el Barranco de la Mina y el coche.
Damos las gracias a “Peplo007“ por su magnífico track y a “vaigapeu” por su detallada descripción.
Y recuerda: “A veces nos perdemos, pero siempre llegamos”
- Morra de la Mina (1.9 km)
- Sima de las Grajas (2.2 km)
- Carche (2.3 km)
- Collado Pozo Nieve (3.0 km)
- Pozo de Nieve (3.8 km)
- Casas del Cantal y Pino Monumental (7.1 km)
- Paso del Crestón del Cañal, 9,5
“Amo estar cerca de la cima de una montaña. Allí no te puedes perder”. Wislawa Szymborska
Jumilla es el Municipio más grande de la Región de Murcia y el décimo Municipio en extensión de España con 969,00 Km2. Una cadena de sierrecillas aisladas atraviesa el altiplano que se extiende por el norte de la provincia de Murcia y el oeste de la de Alicante, uniendo los montes segureños con el extremo oriental del Sistema Bético. La más importante de ellas es la Sierra del Carche, de la cual es la Madama el pico más alto. Se trata de una montaña de altitud modesta, pero muy destacada, que se alza como un altivo bastión sobre las llanuras agrícolas que la rodean. De relieve complejo pese a su poca extensión, presenta una colorida mezcla de caliza y densa vegetación mediterránea, predominando el pinar en las laderas orientadas al interior del conjunto, mientras que las vertientes externas están pobladas por el pasto duro propio de entornos áridos, a tono con el altiplano a sus pies. Ese entorno llega a la culminaciones, alomadas salvo en un par de reducidos crestones, así como la mano del hombre, abundante en toda la sierra, aunque sin llegar a ser ofensiva en exceso.
La Sierra del Carche comparte su extensión con Jumilla y Yecla, siendo el accidente orográfico más elevado de la Comarca del Altiplano y cuenta con un gran interés geomorfológico. Es muy característica la presencia de un diapiro salino, el Cabezo de la Rosa, la salina de interior más productiva de la comunidad murciana. Se trata de una elevación suave de tonos rojizos originada por el afloramiento de sales y yesos en las fracturas del terreno de los últimos movimientos tectónicos. En la zona central se localiza la máxima altitud de la Sierra, con el pico del Carche (1.371 m.), extendiéndose hacia el noreste para concluir en la Sierra de las Pansas. Los materiales dominantes son calizas, dolomías y margas. La Sierra del Carche se encuentra en el cuadrante nororiental de la Región de Murcia y reparte su superficie entre los términos municipales de Jumilla y Yecla. Ha sido declarada recientemente Parque Natural Regional y los límites actuales y normas de gestión vienen definidos por su Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN). Además, es uno de los espacios regionales propuestos como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC), para formar parte de la Red Natura 2000. Este conjunto montañoso cuenta con 5.942 hectáreas de superficie e incluye las sierras de El Carche (La Madama, 1.371 m.), Las Pansas y el diapiro salino del Cabezo de la Sal. Entre los lugares de mayor interés y más llamativos para el visitante destacan el Cabezo de la Rosa, la Madama del Carche, el Barranco de la Gorafía, la Umbría del Revolcador, la Peña del Castelar, el Barranco de San Cristóbal, la Pedriza, la Solana de la Alberquilla, el Barranco del Saltaor, la Curiosa y la Fuente de la Sanguijuela. La Sierra del Carche es un espacio singular por las diferentes especies de fauna y flora que contiene y por sus distintos estratos geológicos. El Parque dispone de un albergue municipal, que se cede gratuitamente a los grupos excursionistas que lo visitan durante todo el año para disfrutar de la naturaleza. El hombre ha habitado en esta sierra desde antaño. Este hecho lo demuestran los yacimientos arqueológicos, pertenecientes a la Edad del Bronce, y los asentamientos ibéricos que han sido encontrados. Destacamos la Cueva del Castellar, Los Castillicos del Salero y La Romanía. También encontramos algunas villas y un acueducto (La Romanía) de época romana al norte y oeste del Parque. En el Cabezo de la Rosa aparecen abundantes fragmentos de cerámicas medievales correspondientes a vasijas y tinajas de gran tamaño. Un elemento destacable de la Sierra, en la umbría de La Madama, es un Pozo de la Nieve del siglo XVII, destinado a conservar y almacenar hielo.
Iniciamos la ruta desde el Barranco de la Mina, junto a la pequeña cantera en desuso. El día está despejado y frío, el sol puntea la peña del Carche. Por la ancha pista traspasamos la puerta de entrada al Parque Natural. Unas decenas de metros después dejamos la pista por la izquierda, salvando una pequeña rambla y subiendo a unos bancales de almendros, para enseguida comenzar a ver unos mojones en la ladera, que poco a poco van reafirmando el sendero entre el matorral de esparto. Vamos por la marcada y clara senda de la Barbudo Traill, a nivel técnico no tiene ninguna dificultad pero sí a nivel físico ya que es preciso un mínimo de condición física para hacerse 600 m. de desnivel en poco más de 2 kilómetros.
Suavemente vamos tomando altura mientras por detrás el sol ilumina el altiplano, y nos dejar ver la sierra de la Pila. El sendero nos dirige hacia el barranco de la Mina, concretamente a la parte superior de su ladera izquierda, según el sentido de nuestra marcha. Una vez alcanzada la arista del barranco los mojones se hacen más visibles de roca en roca, es una trocha fácil de seguir, pero su desnivel se torna muy exigente a cambio de ir elevándonos con mucha rapidez. En los descansillos para tomar aire comprobamos la altitud superada.
Desde arriba vemos el serpenteante trazado de la pista forestal surcar la otra ladera. El sol ha superado las crestas y sus rayos nos deslumbran, impidiendo hacer buenas fotos de esa zona. Los pinos comienzan a ralear y solo los matorrales de romero y esparto nos acompañan. El sendero, que en algunos puntos parece recién excavado y martilleado, rompiendo rocas que luego han sido ordenadas siguiendo el mejor trazado, no deja de encresparse hacia arriba.
En algunos tramos de la arista sobrepasamos farallones rocosos en los que tenemos que apoyar las manos o rodearlos, por su mejor lado, siempre en ascenso. En otros transitamos por su cordal, donde se obtienen buenas vistas del Barranco Ancho por la izquierda.
Con la altura el altiplano murciano va ganando en extensión y las panorámicas son espectaculares. Cuesta arriba el sendero vuelve a erizarse, el matorral es más abundante y los pinos vuelven moderadamente al entorno de la arista, son ejemplares medianos con poca tierra donde agarrarse. Sobre el perfil del trazado dejamos atrás dos grupos de retorcidos troncos de pinos, grandes ejemplares abatidos posiblemente por la meteorología. Las laderas parecen más pobladas de pinar que se mezcla con algunas carrascas de porte bajo. Por detrás distinguimos los reflejos del sol sobre el mar.
El itinerario empieza a virar haciendo una larga y suave curvatura izquierda-derecha, dejándonos tener a la vista nuestro objetivo de hoy, las antenas de la cumbre. Esto nos amina y nos marcamos como referencia el frontal rocoso de la sierra. El fuerte desnivel no cesa, pero la gran altura tomada nos permite tener dilatadas miradas, cada vez más extensas; en la zona alicantina que es más montañosa parecen en 3D, y casi encumbrando la loma, las primeras vistas del entorno jumillano, con las Salinas de la Rosa.
Un empujón más y culminamos, Morra de la Mina 1.365 m. según indica la inscripción con tinta azul en una piedra. Un poco más adelante se encuentra el vallado que rodea la Sima de las Grajas. Buscamos la entrada y junto a un pino vemos la Sima de las Grajas. Hay que extremar la precaución, esta cavidad es un corte limpio de 25 m. de largo, por 2 m. de ancho y 45 m. de profundidad, no tiene protección alrededor. Para su descenso es necesario material y técnicas verticales.
Desde aquí tenemos preciosas vistas a la cumbre y al Mar Menor que reluce en el horizonte. El sendero prosigue bajando por la bonita comba que forma el cordal que une las dos cimas, y remonta hasta la pista forestal. Desde el pequeño rellano donde termina la pista, por la que pueden subir vehículos, tenemos grandes miradas, también hay una cerámica con el mapa de la zona, y un mirador con un panel informativo del contorno. Subiendo por unos peldaños se llega al encantador refugio de madera y al V. G. de La Madama del Carche (1372 m.). El refugio se mantiene limpio, pero ha sido visitado por los gilipollas del espray. Descansamos con la espléndida vista al mar Mediterráneo, lejano en línea recta, pero perfectamente visible.
Iniciamos el regreso descendiendo el sendero que continúa por las última de las antenas y se dirige hacia la izquierda al collado del Pozo de Nieve, donde confluyen las pistas y hay, también un buen sitio para aparcar el coche junto a un pozo del que se puede sacar agua con una cuerda y un cubo. No sabemos si bebible. Del cruce, lleno de paneles indicadores sale un sendero a la izquierda que nos va a llevar al restaurado Pozo de Nieve de la Sierra del Carche, es un trayecto de ida y vuelta a este punto que merece la pena visitar (unos 400 metros de ida y los mismos de vuelta).
Como casi todos los de la Región de Murcia, el pozo de la nieve de la Sierra del Carche es de forma cilíndrica y fue construido con piedra y argamasa. Diferentes estudios señalan que tenía 12 metros de profundidad y su parte superior era de forma cónica, formada por piedras extraídas de la zona, con una altura aproximada de 4 metros y un grosor en las paredes de 1,20 metros en el arranque. Culmina con una piedra a modo de clave de argamasa. Está resguardado con dos contrafuertes y un anillo de piedras que lo rodea. Se tiene constancia de que estos pozos se utilizaron en la Región de Murcia ya en el siglo XII, aunque las pruebas documentales datan su uso desde el siglo XVI, época de gran auge y proliferación de estos pozos y de la comercialización del hielo.
Regresamos al Collado y seguimos la pista por la derecha, bordeando en suave descenso la sierra y contemplar una panorámica de la zona sur. Dejamos la comodidad de la pista y tomamos un sendero a nuestra izquierda que nos dejará en la zona de “La Hoya de las Grajas”. Salimos junto a unos abrevaderos para animales de nuevo a la pista, que dejamos en unos metros por la derecha, donde otro sendero entre pinos nos sigue descendiendo hasta una viga de hierro que corta el paso a las motos.
Pasamos por delante de las Cuevas del Cachorro con su frontal de casa, son de propiedad particular y ahora están muy cuidadas. Observamos sus antiguos corrales y admiramos su descomunal pino. Por pista llegamos al cruce caminos. Estamos en el Collado de las Cuevas del Cachorro (1.054 m.). Balizado con un gran pilón cuadrado indica los accesos a la parte alta, a Viña “P” y a la Yedra y a El Cantal, que es a donde nos dirigimos.
Seguimos la pista que nos llevará a Las Ruinas de Casas del Cantal. Recuerdo de una época de apogeo de Espectaculares Cortijos donde en otros tiempos era una importante forma de vida… Hoy allí quedan las ruinas y un espectacular Antiguo Pozo, también sin servicio.
Nos dejamos llevar por la pista hasta tomamos un pequeño atajo atajo por un corto sendero casi paralelo a la pista. Un poco más de pista y en una cerrada curva a la derecha la dejamos definitivamente, por otro sendero a la izquierda que nos mete en el bosque de pinos.
Mientras la pista baja haciendo numerosas eses, el sendero desciende un poco y remonta hacia las paredes. Antes, tenemos una impecable mirada a la terrible arista del Barranco de la Mina, por la que esta mañana hemos subido. Llegamos al precioso paso del Crestón del Cañal 911m. entre las crestas, por el que salimos a la otra vertiente. El paisaje cambia y bajamos hasta conectar con el Camino del Collado de las Colmenas, que seguimos por la derecha. Ahora solo tenemos que dejarnos llevar por la Solana del Cristal hasta el cruce con el Barranco de la Mina y el coche.
Damos las gracias a “Peplo007“ por su magnífico track y a “vaigapeu” por su detallada descripción.
Y recuerda: “A veces nos perdemos, pero siempre llegamos”
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