Móstoles - Navalcarnero por el camino de Guadalupe.

La caminata de hoy la empiezo en la Estación de Cercanías el Soto de Móstoles, que está situada en el antiguo barranco Prado Ovejero.
Atravieso el aparcamiento y me incorporo a la Vía Verde el Guadarrama, con anterioridad fue ferrocarril, y que, al mismo tiempo, es coincidente con el Camino de Guadalupe, usado, entre otros, por la reina doña Isabel I de Castilla, (Isabel la Católica), en sus peregrinaciones a la Virgen de Guadalupe. (Tal vez tuviera mucho que hacerse perdonar).
Sigue el tramo de asfalto y tengo que caminar entre coches que van a toda velocidad,(?), hasta que tomo una vereda, en un campo sembrado y por tanto propiedad privada frente a la depurado de aguas residuales de Arroyo Sur.
Se nos pasa la congoja y andamos por un buen camino de tierra, dejando a la izquierda el Parque del Soto de Móstoles y a la derecha el paraje de la Peñaca.
El arroyo del Soto será nuestro compañero, que a su vez, recibirá por su derecha a sus afluentes Peñaca y Pelete.
Me sorprende ver que hay puertas con candado que cierran caminos que, a mi entender según veo en el mapa raster, deben ser públicos. Lo que si es cierto es que atraviesan fincas privadas con explotaciones agrícolas y ganaderas.
Aparece a la izquierda un cartel azul, carcomido por el sol, que indica la existencia de la Ermita de Nuestra Señora de las Viñas. Ilusionado busco y busco y nada encontré. Tal vez sea mi culpa y hay leído mal.
Ojiplático se queda el caminante cuando aparece ante él la Urbanización Parque del Guadarrama a la derecha y Parque Coimbra a la izquierda. Sonrío y me pregunto, ¿urbanización o parque? Las dos cosas no pueden ser. La conclusión es que hay que vender y hacer dinero fácil con la construcción de viviendas.
El saludo con el vecino que toma el sol plácidamente sentado a la puerta de su casa, me alivia los malos pensamientos anteriores y la irritación que algunos hechos me producen.
El paso de cebra me permite cruzar sin sobresaltos en dirección al puente que me permita cruzar el Guadarrama. Saludo a la joven mamá que lleva en su regazo a su vástago y al patinete.
Desde el puente veo gran cantidad de infraviviendas y a la mujer, que por su aspecto intuyo es de origen magrabí, afananandose en limpiar de malas hiervas un pequeño huerto. Con seguridad no es una alta ejecutiva de una empresa eléctrica.
Leo un cartel en la pared de la derecha: Granja el Salinar. Esto creo que se llamaba la Casa de Franco. Igual estoy confundido. Es enorme y tiene animales.
Estamos en una zona de vino y aceite, aunque vea algún olivar abandonado y me da pena aunque también a lo lejos veo una viña y gente e intuyo, que se esta vendimiando.
Cruzo el arroyo Sacedón y dejo los Barrancos a la derecha y Cueva de los Bermejos a la izquierda.
Llego al arroyo Fuente Juncal y por el camino de la Dehesa llego a una fuente y crucero de piedra. Cosa que no se sabe muy bien a qué viene, porque la fuente no mana, (hay un grifo al lado), y el crucero tiene una inscripción en la base: Cruz de Mari Martín.
En paralelo al arroyo Los Alamillos y siguiendo las indicaciones del Camino de Guadalupe, llego a las primeras urbanizaciones y cuando pienso que ya lo he perdido, veo en la acera de la calle Feliciano Hernández una flecha pequeñita que me indica que estoy aún en él.
El Parque y Museo de Feliciano Hernández pone el hermoso colofón a esta caminata de hoy. Es una maravilla encontrar estas cosas dentro de una gran urbe como es la histórica ciudad de Navalcarnero. Hermosa idea de quien haya sido: FELICIDADES.
Al llegar a la plaza de toros doy por concluida la caminata de hoy.
Ruta fácil de seguir. No es excesivamente larga y la segunda parte se hace, en parte, por un pinar.