MUDUEX-CUESTA DE SANTA ANA-CASAS DEL MONTE UTANDE-FUENTE DEL POCILLO-VEGA DE UTANDE-MUDUEX

MUDUEX - CUESTA DE SANTA ANA - CASAS DEL MONTE UTANDE - FUENTE DEL "POCILLO" - VEGA DE UTANDE - MUDUEX

INFORMACIÓN SOBRE LA RUTA





Distancia total 9 kms, aprox.
Duración total 2 Horas aprox.
Tipo de marcha circular
Dificultad media
tipo de caminos pistas y sendas
desnivel 200 m. aprox.
Agua potable si. dos fuentes
Época recomendada cualquiera, evitando horas de calor del periodo
estival.






Iniciamos el recorrido saliendo del pueblo en dirección al río, o bien por la carretera o por "el camino del río" este último más atractivo. Entre el río Badiel y la carretera nos encontramos con "el parque de Muduex", bonito lugar entre árboles y abundante agua que sirve de esparcimiento y lugar de encuentro para propios y extraños. Cruzamos la carretera veremos el frontón que lo bordeamos, aquí se inicia la pista de la "cuesta de Santa Ana" . Este camino ha perdido parte de su encanto para senderistas al habilitarse para el tránsito de vehículos. Seguimos subiendo y cuando nos queda 1/3 de la cuesta cruzamos la carretera, es a partir de aquí cuando el camino adquiere mayor interés. A nuestra Izquierda
observamos las tres gigantescas carrascas centenarias, lugar privilegiado, uno de los símbolos de Muduex (como lo fue "el Olmillo"). No es extraño que las águilas reales escogieran, no hace mucho, una de estas carrascas para instalarse. Todavía hoy día se aprecia entre su ramaje el nido. Encima de las carrascas y junto al camino se encuentra la fuente de Santa Ana cuyo caño jamás dejó de echar agua incluso en los años de mayor sequía. Continuamos nuestro camino por la pista entre robles hasta allanar. Desde la fuente también tenemos el viejo camino, más empinado, camino que nos permite llegar a la altiplanicie en el lugar conocido como "cerro de Santa Ana" No muy lejos del borde de la cuesta se encontraba la ermita de Santa Ana, en la actualidad no quedan ni rastros, y sólo los mayores del lugar conocen el sitio que ocupó.


Pero nosotros hemos ascendido a la llanura unos 400 metros más al norte en el lugar conocido como "el capaillo", continuamos por la pista. no muy lejos del borde y como en otros muchos lugares de la zona, las zanjas nos indican la presencia de un frente de batalla no hace mucho. Atravesamos una cañada real y pronto para el que pasa por primera vez se verá sorprendido ante la aparición de unas ruinas. Son "las Casas del Mote Utande" Conjunto de edificios que ocupan una extensión considerable y que a juzgar por el labrado de sus piedras de sillería , la calidad de sus ladrillos, los restos de aljibe, etc. nos hace intuir que esta finca estuvo ocupada por personas de cierta notoriedad y refinamiento. Existen mas sombras que luces sobre el pasado de esta hacienda y de los pequeños pueblos de alrededor Después de deambular por el sitio entre paredes de piedra y zarzales seguimos nuestra ruta. El siguiente paso es encontrar el camino de la cuesta de "el pocillo". El inicio de este camino está muy cerca de las ruinas, como a unos 200 metros, tenemos que atravesar una parcela en dirección al borde de la cuesta y hacia el norte.


Una vez encontrado el camino iniciamos el descenso, a pocos metros en la fachada de una gran roca nos llama la atención un sugerente agujero negro. se trata de la cueva de "el Pocillo", una de las de mayor amplitud de la zona, Dispone de una gran sala y para quienes no les baste a través de estrechas gateras pueden adentrarse en sus tripas y salir al exterior por los agujeros de cuevas vecinas. sobre esta cueva se llega a afirmar que algún perro entró por aquí y salió a 15 kms. de distancia, historia que creo más bien es una leyenda rural o silvestre. Lo cierto es que esta cueva ha sido utilizada por el hombre, cuando menos para guardar ganado, y no sería descabellado pensar que algún día fue refugio y vivienda de los antiguos habitantes de la zona. Desde este punto y hacia la fuente de Santa Ana existe una franja rocosa llena de pequeñas cuevas, la existencia de agua en varios puntos unido a la abundante caza, sin duda, hizo que los habitantes del valle antes de bajar e iniciarse en la práctica de la agricultura, habitasen esta cornisa salpicada de refugios naturales.

Continuamos nuestro descenso, el camino no tiene pérdida, según vamos bajando la vegetación se hace más espesa, llega un momento en que se vuelve selvática, sobre todo si pasamos a finales de la primavera. Es en la cercanía de la fuente del "pocillo" cuando la exuberante vegetación alcanza su máximo esplendor, árboles gigantescos mezclado con plantas trepadoras, que asemejan lianas, le dan al lugar un aspecto de bosque tropical. La fuente está muy abandonada, aún así, podemos abastecernos de agua. Según vayamos bajando el bosque de encinas se vuelve menos denso, pronto se despejará el horizonte estamos cerca del antiguo vertedero municipal, aquí mejor no detenerse, También apreciamos una pista que sale a nuestra derecha que utilizan los vehículos agrícolas para subir a la Alcarria. Estamos abajo cruzamos la carretera y se trata de coger un camino que nos llevará de vuelta a Muduex.. Caminando derecho hacia el río encontramos este camino, lo hacemos campo a través, recorriendo unos 200 metros.


Aunque nuestra ruta inicialmente no tenía previsto el paso por Utande, antes de la vuelta a Muduex, no estaría de más hacer una visita al cercano pueblo. Su valiosa plaza mayor con su fuente de piedra y su reloj centenario. Su solida iglesia de piedra. Su antiguo lagar y molino. Su ermita restaurada... No en vano Utande se siente orgulloso de poseer una de las danzas más ancestrales de la provincia de Guadalajara y cuyos orígenes se pierden en la noche de los tiempos.


El camino de vuelta a Muduex es llano y sin dificultad, transcurre entre olivares, y parcelas destinadas al cereal, y la presencia del "carrizal" extensa zona no acta para el cultivo al verse invadida de agua largas temporadas y que es refugio de una rica fauna. Ya cerca de Muduex, en las proximidades de el molino encontramos un punte sobre el río, lo cruzamos para llegar al pueblo. Enseguida aparece la imagen de el molino. En la actualidad abandonado pero en los tiempos que estaba habitado y se molía el grano, parecía una foto de calendario. Lugar paradisíaco rodeado de huertos y sauces, con su balsa haciendo cascada ocupada por cisnes. Continuamos acercándonos al pueblo a través de una bonita senda que transcurre junto a una reguera que en verano utilizan los lugareños para el riego de los huertos, cada vez menos numerosos. En esta misma senda nos encontramos con el antiguo lagar, lugar cuidado y rehabilitado con buen gusto. Y se aprecian las primeras casas del pueblo con lo que damos por finalizada nuestra ruta.