MULLEIROSO AVENTURASLYA

Nos desplazamos en esta ocasión, última del año, al pueblo de Recorba, en el concejo de Tineo. El objetivo vuelve a ser otro de los 100 de Ángel Fernández Ortega; el Mulleiroso.
Y lo haremos por una ruta circular con dos ambientes muy diferenciados. El primero, la propia subida hasta la cima, fácil, con buenas vistas y sin ningún tipo de complicación. Y la segunda, en descenso, que nos llevó a meternos por caminos totalmente abandonados y cubiertos de maleza hasta llegar al rio Besapié. Allí se transformaron en sendas por el interior de bosques hasta casi llegar de nuevo a Recorba. Si estáis interesados en realizar la subida a este pico, os recomendamos ida y vuelta por el mismo recorrido. Os perderéis el conocer el pueblo de Besapié. Esta abandonado y hay abundantes colmenas de abejas por todas partes, incluso dentro de las casas.
Pues bien, llegamos a Recorba, pueblo de Tineo, con un aparcamiento junto a las pocas casas que lo forman. Salimos hacia arriba, pasando muy pronto junto a la Ermita de San Lorenzo. Seguimos otro tramo más por pista en buenas condiciones hasta pasar junto a la última construcción. A partir de ahí, seguimos por un marcado camino que nos ofrece una lejana visión de Picos de Europa. Vemos los primeros cortines, construcciones de piedra con muchos años de antigüedad que aún se usan para proteger la miel y las abejas de los osos. Tras haber caminado unos tres kilómetros abandonamos el camino que continúa a media ladera en dirección Este, para girar luego al norte, ascendiendo hasta el collado Llagunes, donde hay una pequeña charca. Volvemos a girar al este, ya con una visión directa del Mulleiroso. Algo menos de dos kilómetros nos separan de su cima, compuesta mayoritariamente de rocas de pequeño y medio tamaño, poco común en esta parte de la Cordillera. La visión 360º de cimas importantes la llevamos hacia Picos de Europa, Ubiñas y montañas de Somiedo y Babia, todas ellas a bastante distancia.
El descenso lo hacemos hacia el collado de Renazucabra. En este tramo vemos el pueblo abandonado de Besapié.
Llegamos hasta él, dándonos cuenta de la multitud de colmenas y truébanos que hay por todas partes. Llama la atención que los propietarios de las casas y de las abejas aprovecharon las construcciones para albergar y proteger la producción de miel. Hay una gran casa en la que quitaron las ventanas colocando las colmenas en el interior. Y en la zona de la puerta, tiene unos tableros llenos de puntas hacia arriba. Suponemos que es el mismo sistema que usan en Norteamérica para proteger los bienes de los osos.
A partir de aquí, la ruta se complica bastante. Los caminos de repente, ante el abandono de la zona, han sido tomados por la maleza. Cuesta un montón avanzar. Guiados por coordenadas GPS, avanzamos sin ver menos de un metro durante más de un kilómetro. Apenas se intuye el resto del sendero tapado por la vegetación. Conseguimos llegar al rio. Allí, en el interior del bosque, el camino está mejor, lo que nos permite avanzar con más tranquilidad. Pasamos de nuevo junto a otro pueblo abandonado, Curriellos. Otro tramo de vegetación, para llegar a una pista que se ve bastante usada. Y salimos a la carretera, por donde hemos de caminar un tramo para llegar de nuevo a Recorba, donde damos por finalizada esta última ruta del año.
Un año que dedicamos mayoritariamente a la media montaña asturiana. Destacamos fuera de estos recorridos, un viaje por los Alpes suizos donde pasamos los 4000 metros de altura, o nuestro vivac al raso en la cima de la Palanca.
No se nos acaban las AVENTURAS, que seguiremos compartiendo con todos vosotros. Así que FELIZ AÑO 2020. AVENTURASLYA