Munilla - Hoz de Arreba - Soncillo - San Cibrián - Cascada de Las Pisas - Quintanabaldo

Inicio: Munilla (Burgos)
Final: Quintanabaldo (Burgos)
Distancia: 18´35 kilómetros
Desnivel positivo: 540 metros
Tipo de caminos: Amplias pistas y caminos de montaña. En general caminos en buen estado. Un pequeño tramo por carretera al salir de San Cibrián y pequeños tramos que no llegan al kilómetro por carretera.
Importante: La ruta no es circular, por lo que necesitaremos una combinación de coches o alguien que nos vaya a buscar a Quintanabaldo.

Esta ruta de senderismo, cargada de misterio y esplendor natural, nos transporta a través de paisajes encantados y lugares con historias que esperan ser descubiertas. Dentro del tipo de actividad de senderismo, catalogamos la ruta como moderada, debido a que se recorre una distancia considerable, pero los caminos no revierten ningún tipo de peligro.

De Munilla a Quintanabaldo a través de Paisajes Encantados. La ruta comienza en la pintoresca localidad de Munilla, anclada en el norte de Burgos, a las puertas del mágico desfiladero de "Las Palancas". Munilla, con su aire de misterio y encanto rural, nos da la bienvenida para embarcarnos en un viaje sin igual. Iniciamos nuestra caminata con una visita a unas enigmáticas tumbas antropomórficas que evocan un pasado misterioso. Impulsados por la curiosidad, ascendemos hacia el imponente Portillo de Munilla, el primer peldaño en nuestra travesía. Desde aquí, se nos despliega una espectacular vista panorámica.

Como en un baile de la naturaleza, descendemos con cuidado, entre brezos y robles que guardan historias en cada hoja y rama. Este descenso nos lleva a la apacible localidad de Hoz de Arreba, un rincón donde el tiempo parece haberse detenido. Nuestra siguiente parada es el complejo kárstico de las cuevas de Vacas y Piscarciano. El camino se erige ante nosotros, ascendiendo para superar la majestuosa sierra y regalarnos una vista soberbia de Soncillo, como si fuese un pueblo suspendido en el tiempo.

Desde aquí nuestro sendero se sume en un bosque de haya, donde la luz del sol danza en un juego de luces y sombras. Luego, emergemos en un extenso pastizal, que parece interminable en su belleza. Es en este escenario que se revela ante nosotros la localidad de Soncillo, como una joya de otro tiempo.

Avanzando tras atravesar Soncillo, llegamos al asombroso monumento natural de las cascadas de "Las Pisas". Este lugar nos regala una experiencia que despierta todos nuestros sentidos. Si el tiempo lo permite, aquí encontraremos el lugar ideal para reponer fuerzas y disfrutar de un merecido almuerzo.

Después de contemplar las cascadas, secas en esta ocasión, continuamos nuestra travesía hasta la localidad de Quintanabaldo. Aquí, nuestra ruta llega a su final, dejándonos con los recuerdos de paisajes imborrables y una profunda apreciación por la belleza de la naturaleza y el legado arquitectónico de esta región.