Munitibar - Kanpona (504m) - Motrollo (591m) - Munitibar

Munitibar - Kanpona (504m) - Motrollo (591m) - Munitibar

Bonito día de comienzo de verano, temperatura de unos 23 grados, cielos azules salpicados de alguna nubecilla blanca y por tanto condiciones ideales para realizar una ruta. La de hoy tiene objetivo en dos cumbres centenarias, el Kanpona de 504 m. y el Motrollo de 591 m.
Comienzo y final en Munitibar, que hace de pivote intermedio entre ambas cumbres. Arranco desde la Iglesia de San Vicente y el inicio consiste en subida por pista de cemento y en transitar por parte del camino de Santiago. Transitando por Berreño, Iturriondo, Aldaka se hace la aproximación hacia el primer objetivo: el Kanpona. Siguiendo la pista de cemento llegamos al alto de Astorkigana, se cruza la carretera y ya estamos en la base del monte que se va ascendiendo ya por caminos de tierra. Sin mayor complicación se alcanza la cima del Kanpona donde nos espera junto al vértice geodésico un pintoresco buzón con forma de motor colocado por el club de montaña de Gral.Electrica Española en 1976. Vistas cero porque está cubierta de pinos.
Vuelta a Munitibar desandando el camino realizado. Una vez de nuevo en el punto de partida atacamos el segundo objetivo: el Motrollo. Se inicia subiendo por pista de cemento hasta llegar al barrio de Totorika, una vez pasado hay un desvío indicado abandonando así la pista de cemento y comenzando camino de tierra que sin pérdida nos lleva hasta la cima del Motrollo.
A la izquierda, el Oiz presidiendo. A la derecha, abajo en un valle el pueblo de Aulestia encajonado entre montes (al fondo se intuye el mar) y un par de cumbres de la sierra de Aramotz inconfundible por sus karst calcáreos (en breve la visitaré). Fotos y vuelta a Munitibar por el mismo camino de subida.
Ruta agradable y sin complicaciones. Quiero aprovechar para declarar oficialmente abierta la temporada de telarañas, de motosierras inasequibles al desaliento y de insectos voladores q es increíble q tengan la licencia de piloto pq.se estampan contra la cara de uno de manera inexplicable.