Murcia. Parque Regional de Calblanque. Circular desde Cala Reona hasta Playa Parreño
near Cala Reona, Murcia (España)
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Itinerary description
Calblanque es un lugar lleno de magia, con muchísimos atractivos para considerarlo uno de los rincones más bonitos de España.
El Parque Regional de Calblanque se ubica en el extremo oriental de nuestro litoral, entre Cabo de Palos y Portmán. Este enclave se caracteriza por la gran diversidad de ambientes que en él confluyen, contando con pinares de pino carrasco, matorrales, ramblas, arenales, dunas, paleodunas, calas y acantilados, así como una cuenca endorreica en la que se encuentran las Salinas del Rasall (humedal incluido dentro de la ZEPA Mar Menor).
En verano son muchas las personas que se acercan a Calblanque a disfrutar de sus playas, por lo que se hace imprescindible regular el acceso de vehículos a motor al Parque para garantizar la conservación de este singular entorno. La información sobre el sistema de ordenación de accesos a playas "Calblanque 4:40" pueden consultarse en la web Murcia Natural.
El Parque puede ser visitado durante todo el año con temperaturas muy suaves, aunque en verano son elevadas, por lo que es conveniente visitar el Parque Regional durante las primeras horas de la mañana, llevar agua abundante y protección solar. También es frecuente la presencia de mosquitos, por lo que es recomendable llevar loción repelente.
La gran diversidad florística del Parque Regional de Calblanque, sus diferentes ambientes y sus características climáticas hacen de esta zona una auténtica joya botánica. Este espacio natural cuenta con especies exclusivas del sureste peninsular y con importantes iberoafricanismos como el ciprés de Cartagena o la jara de Cartagena, esta última catalogada en peligro de extinción a nivel nacional y regional. Los matorrales costeros adaptados a la aridez alternan con densos pinares de pino carrasco. Las dunas móviles marítimas son ambientes muy frágiles e inestables, que cuentan con especies como la esparraguera marina, el lirio de mar, el cuernecillo de mar o el cardo marino. En acantilados rocosos encontramos plantas que crecen en grietas y fisuras, haciendo frente a la escasez de suelo y agua y al azote constante de la maresía. El hinojo marino o la margarita de mar son algunas de las especies que viven en estos ambientes.
La fauna es muy diversa en este espacio protegido. Las Salinas del Rasall aportan refugio y alimento a numerosas aves acuáticas como las garcetas, cigüeñuelas, avocetas, chorlitejos patinegros y gaviotas de Audouin, entre otras. Toma especial protagonismo en las salinas el fartet, un pez endémico del sureste ibérico que se encuentra en peligro de extinción. Otras especies relevantes que habitan en este paraje son el halcón peregrino, el búho Real y el águila perdicera. También encontramos mamíferos como el tejón y la garduña y reptiles como el eslizón ibérico, la culebra bastarda y el lagarto bético.
La rica combinación de elementos naturales y culturales hacen de este Parque Regional un paisaje privilegiado, enriquecido por la presencia del ser humano desde tiempos muy remotos. En el Parque Regional se han encontrado diversos restos arqueológicos, desde el Neolítico hasta la época romana, cultivos, edificaciones tradicionales y salinas. Testigos de la actividad minera pasada son los pozos, castilletes y hornos de fundición que se encuentran salpicando el paisaje. Las baterías militares de Las Cenizas y La Chapa evocan el interés estratégico de la zona para la defensa.
En el Parque Regional se encuentra el Centro de Visitantes "Las Cobaticas", donde los visitantes pueden solicitar material divulgativo y conocer los valores del entorno a través de la sala de exposición y del video documental del Parque Regional. Los visitantes también disponen de carteles interpretativos en los senderos señalizados, los observatorios de aves y los miradores.
Centro de Visitantes Las Cobaticas: +34 649 227 582 / +34 968 228 984
Email: infocalblanque@carm.es
IMPORTANTE: la ruta se ejecuta por un recorrido semicircular, ejecutando el más próximo a la costa a la ida y, por el interior, a la vuelta, coincidiendo en muchas ocasiones el track de ida con el de vuelta.
El recorrido por las Dunas está completamente protegido y entrar en él supondrá una sanción administrativa. Cualquier otro track que te descargues anterior al 2020 puede que se adentre en la zona protegida, pues por aquel entonces estaba permitido su visita. Abstenerse de hacer uso de esos tracks.
Partimos de Cala Reona, a donde se llega por pequeña carretera local (se toma el desvío indicado a la entrada de Cabo de Palos). Tras remontar una loma junto a la zona de aparcamiento, abandonamos temporalmente el GR 92 para acercarnos a un "Bufadero", que sólo bufa cuando hace mala mar, y a la interesante zona de calillas perdidas cerca de Punta Lobo.
Regresamos al GR y, al poco, a la altura de Punta Barriga, nos encontramos con un pequeño paso expuesto, equipado con cuerda, que no ofrece ninguna dificultad (incluso para gente poco experimentada). Aquí las panorámicas ya empiezan a ser espectaculares.
Abandonaremos el GR para caminar ahora por el litoral a la altura de la Cala Magre. Vamos pasando por una sucesión de calas y playitas, como Cala Arturo, hasta llegar a la Playa de Calblanque, punto en el se inician las Dunas, lugar protegido no visitable.
Abandonamos la playa hacia la derecha por las pasarelas de madera habilitadas y nos adentramos por una amplia pista que nos llevarán a las Salinas del Rasall. Estas salinas fueron originalmente lagunas salobres alimentadas por la Rambla de Cobaticas. Poco a poco fueron acondicionadas para la producción de sal, a partir del agua de mar que era bombeada desde un pozo excavado en la duna fósil. La rambla fue desviada hacia el mar y se construyó una mota de tierra para evitar la entrada de agua de escorrentía. Las lagunas fueron posteriormente unidas y convertidas en una serie de estanques intercomunicados. Con el fin de solucionar la falta de agua que amenaza a las Salinas del Rasall se han construido unas molinetas a orillas del mar que eleven el agua hasta las salinas con la ayuda del viento.
Iremos bordeando las salinas en toda su extensión, saliendo primero a la pista recorrida por vehículos para luego tomar una pequeña senda a la izquierda que, sin abandonar, y siempre por la izquierda junto al salinar, nos conducirá hasta las pasarelas de la Duna Fósil.
Volveremos a la zona costera, ya habiendo bordeado toda la zona de Duna protegidas, para desembocar, primero, a la Playa Larga y, tras recorrer las pasarelas de Playa Negrete, alcanzar ésta en un entorno paisajístico de enorme belleza, con preciosas arenas rojizas, rocas negras y laderas llenas de palmitos.
Abandonamos la playa por un sendero bien marcado. Seguimos este sendero hasta llegar a la altura de acceso a Playa Carreño, calita que dejamos a izquierda para empezar nuestro tramo de mayor desnivel, el que nos conduce a una pequeña cueva, oculta fuera del camino, desde la que se pueden tomar unas panorámicas extraordinarias. Buen punto para reposar y recuperar la energía gastada.
El camino de vuelta lo haremos por el mismo senderito de acceso a esta cueva, sentido contrario, y ya alejados de la costa aunque sin perder de vista a ésta que nos sigue regalando fantásticas estampas.
En el regreso pasaremos por el Aparcamiento "El Atochar", volveremos a bordear el salinar por el mismo camino de ida y, sin abandonar la pista principal de acceso de vehículos, pasaremos por el área de Playa Calblanque, el área de Cala Magre, el Mirador de Punta Negra y terminar desembocando por Punta Barriga por el mismo senderito expuesto que realizamos a la ida.
A la altura de Punta Lobo seguiremos a izquierda sin abandonar el GR en lugar de hacer el mismo recorrido de ida. Este tramo, que nos acabará regresando a Cala Reona, nos regalará un punto inesperado, un cementerio de hitos en el que cada senderista ha dejado reflejado su habilidad y sensibilidad.
Una ruta de enorme belleza de la que no te arrepentirás de haberla realizado.
Índice IBP de la ruta
El Parque Regional de Calblanque se ubica en el extremo oriental de nuestro litoral, entre Cabo de Palos y Portmán. Este enclave se caracteriza por la gran diversidad de ambientes que en él confluyen, contando con pinares de pino carrasco, matorrales, ramblas, arenales, dunas, paleodunas, calas y acantilados, así como una cuenca endorreica en la que se encuentran las Salinas del Rasall (humedal incluido dentro de la ZEPA Mar Menor).
En verano son muchas las personas que se acercan a Calblanque a disfrutar de sus playas, por lo que se hace imprescindible regular el acceso de vehículos a motor al Parque para garantizar la conservación de este singular entorno. La información sobre el sistema de ordenación de accesos a playas "Calblanque 4:40" pueden consultarse en la web Murcia Natural.
El Parque puede ser visitado durante todo el año con temperaturas muy suaves, aunque en verano son elevadas, por lo que es conveniente visitar el Parque Regional durante las primeras horas de la mañana, llevar agua abundante y protección solar. También es frecuente la presencia de mosquitos, por lo que es recomendable llevar loción repelente.
La gran diversidad florística del Parque Regional de Calblanque, sus diferentes ambientes y sus características climáticas hacen de esta zona una auténtica joya botánica. Este espacio natural cuenta con especies exclusivas del sureste peninsular y con importantes iberoafricanismos como el ciprés de Cartagena o la jara de Cartagena, esta última catalogada en peligro de extinción a nivel nacional y regional. Los matorrales costeros adaptados a la aridez alternan con densos pinares de pino carrasco. Las dunas móviles marítimas son ambientes muy frágiles e inestables, que cuentan con especies como la esparraguera marina, el lirio de mar, el cuernecillo de mar o el cardo marino. En acantilados rocosos encontramos plantas que crecen en grietas y fisuras, haciendo frente a la escasez de suelo y agua y al azote constante de la maresía. El hinojo marino o la margarita de mar son algunas de las especies que viven en estos ambientes.
La fauna es muy diversa en este espacio protegido. Las Salinas del Rasall aportan refugio y alimento a numerosas aves acuáticas como las garcetas, cigüeñuelas, avocetas, chorlitejos patinegros y gaviotas de Audouin, entre otras. Toma especial protagonismo en las salinas el fartet, un pez endémico del sureste ibérico que se encuentra en peligro de extinción. Otras especies relevantes que habitan en este paraje son el halcón peregrino, el búho Real y el águila perdicera. También encontramos mamíferos como el tejón y la garduña y reptiles como el eslizón ibérico, la culebra bastarda y el lagarto bético.
La rica combinación de elementos naturales y culturales hacen de este Parque Regional un paisaje privilegiado, enriquecido por la presencia del ser humano desde tiempos muy remotos. En el Parque Regional se han encontrado diversos restos arqueológicos, desde el Neolítico hasta la época romana, cultivos, edificaciones tradicionales y salinas. Testigos de la actividad minera pasada son los pozos, castilletes y hornos de fundición que se encuentran salpicando el paisaje. Las baterías militares de Las Cenizas y La Chapa evocan el interés estratégico de la zona para la defensa.
En el Parque Regional se encuentra el Centro de Visitantes "Las Cobaticas", donde los visitantes pueden solicitar material divulgativo y conocer los valores del entorno a través de la sala de exposición y del video documental del Parque Regional. Los visitantes también disponen de carteles interpretativos en los senderos señalizados, los observatorios de aves y los miradores.
Centro de Visitantes Las Cobaticas: +34 649 227 582 / +34 968 228 984
Email: infocalblanque@carm.es
IMPORTANTE: la ruta se ejecuta por un recorrido semicircular, ejecutando el más próximo a la costa a la ida y, por el interior, a la vuelta, coincidiendo en muchas ocasiones el track de ida con el de vuelta.
El recorrido por las Dunas está completamente protegido y entrar en él supondrá una sanción administrativa. Cualquier otro track que te descargues anterior al 2020 puede que se adentre en la zona protegida, pues por aquel entonces estaba permitido su visita. Abstenerse de hacer uso de esos tracks.
Partimos de Cala Reona, a donde se llega por pequeña carretera local (se toma el desvío indicado a la entrada de Cabo de Palos). Tras remontar una loma junto a la zona de aparcamiento, abandonamos temporalmente el GR 92 para acercarnos a un "Bufadero", que sólo bufa cuando hace mala mar, y a la interesante zona de calillas perdidas cerca de Punta Lobo.
Regresamos al GR y, al poco, a la altura de Punta Barriga, nos encontramos con un pequeño paso expuesto, equipado con cuerda, que no ofrece ninguna dificultad (incluso para gente poco experimentada). Aquí las panorámicas ya empiezan a ser espectaculares.
Abandonaremos el GR para caminar ahora por el litoral a la altura de la Cala Magre. Vamos pasando por una sucesión de calas y playitas, como Cala Arturo, hasta llegar a la Playa de Calblanque, punto en el se inician las Dunas, lugar protegido no visitable.
Abandonamos la playa hacia la derecha por las pasarelas de madera habilitadas y nos adentramos por una amplia pista que nos llevarán a las Salinas del Rasall. Estas salinas fueron originalmente lagunas salobres alimentadas por la Rambla de Cobaticas. Poco a poco fueron acondicionadas para la producción de sal, a partir del agua de mar que era bombeada desde un pozo excavado en la duna fósil. La rambla fue desviada hacia el mar y se construyó una mota de tierra para evitar la entrada de agua de escorrentía. Las lagunas fueron posteriormente unidas y convertidas en una serie de estanques intercomunicados. Con el fin de solucionar la falta de agua que amenaza a las Salinas del Rasall se han construido unas molinetas a orillas del mar que eleven el agua hasta las salinas con la ayuda del viento.
Iremos bordeando las salinas en toda su extensión, saliendo primero a la pista recorrida por vehículos para luego tomar una pequeña senda a la izquierda que, sin abandonar, y siempre por la izquierda junto al salinar, nos conducirá hasta las pasarelas de la Duna Fósil.
Volveremos a la zona costera, ya habiendo bordeado toda la zona de Duna protegidas, para desembocar, primero, a la Playa Larga y, tras recorrer las pasarelas de Playa Negrete, alcanzar ésta en un entorno paisajístico de enorme belleza, con preciosas arenas rojizas, rocas negras y laderas llenas de palmitos.
Abandonamos la playa por un sendero bien marcado. Seguimos este sendero hasta llegar a la altura de acceso a Playa Carreño, calita que dejamos a izquierda para empezar nuestro tramo de mayor desnivel, el que nos conduce a una pequeña cueva, oculta fuera del camino, desde la que se pueden tomar unas panorámicas extraordinarias. Buen punto para reposar y recuperar la energía gastada.
El camino de vuelta lo haremos por el mismo senderito de acceso a esta cueva, sentido contrario, y ya alejados de la costa aunque sin perder de vista a ésta que nos sigue regalando fantásticas estampas.
En el regreso pasaremos por el Aparcamiento "El Atochar", volveremos a bordear el salinar por el mismo camino de ida y, sin abandonar la pista principal de acceso de vehículos, pasaremos por el área de Playa Calblanque, el área de Cala Magre, el Mirador de Punta Negra y terminar desembocando por Punta Barriga por el mismo senderito expuesto que realizamos a la ida.
A la altura de Punta Lobo seguiremos a izquierda sin abandonar el GR en lugar de hacer el mismo recorrido de ida. Este tramo, que nos acabará regresando a Cala Reona, nos regalará un punto inesperado, un cementerio de hitos en el que cada senderista ha dejado reflejado su habilidad y sensibilidad.
Una ruta de enorme belleza de la que no te arrepentirás de haberla realizado.
Índice IBP de la ruta
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