MURIAS (625) (Aller)-CASCADA DE XURBEO (605)-RUTA CANAL MINICENTRAL DE MURIAS (690) (Circuito)

MURIAS (625) (Aller)-CASCADA DE XURBEO (605)-RUTA CANAL MINICENTRAL DE MURIAS (690) (Circuito)

DATOS TÉCNICOS:

RECORRIDO: 13 k.
ALTURA MÁXIMA: 690 m.
ALTURA MÍNIMA: 468 m.
ASCENSO TOTAL: 447 m.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 2,45 h.
FECHA DE REALIZACIÓN: Febrero de 2019.

MURIAS (625) (Aller) es un lugar y parroquia bajo la advocación de Santa María –iglesia del siglo XVIII con tejo aledaño-, distante 8 kilómetros de Moreda (299) dirección sur. Se sitúa en las faldas meridionales del pico Curriellos (1.069) y en la vertiente occidental del Cordal de Murias y Santibáñez (1.428). Se accede a la población por la carretera local AE-3, que termina en Santibáñez de Murias y discurre paralela al valle del Río Negro, afluente del Aller a la altura de la citada localidad moredense. Contaba con una Colegiata inaugurada a finales del XVIII, en cuyo solar se alza hoy la que fue en su día escuela. Sus casas se distribuyen escalonadas en la ladera de la montaña.

La CASCADA DE XURBEO (605) se ubica un kilómetro al mediodía de Murias, de fácil acceso, altitud máxima de 654 metros y mínima de 588. Se trata de un torrente de agua, caudaloso en invierno, procedente de la Reguera de Jurvea, que precipita verticalmente sobre la ribera izquierda del río Negro. Aparte la belleza en sí misma de la cascada, tendremos ocasión de ponderar la magnitud y espectacularidad de la Reguera tanto al transitar por el canal que la atraviesa más arriba -690 metros- como desde la AE-3 en el kilómetro 10.

La MINICENTRAL DE MURIAS (468) –Central Hidroeléctrica- se encuentra río abajo, aproximadamente en el kilómetro 7 de la mencionada AE-3. Es un edificio rectangular –junto al cual pasaremos- dotado de dos grupos de turbinas-generador iguales, que se activan por la fuerza de la corriente de agua a través de una tubería forzada de chapa de acero, de 480 metros de longitud y 220 de desnivel.

El agua baja de una cámara de carga, donde confluyen dos canales de derivación, el principal procedente del Río Negro, a 690 metros de altitud y 4.470 de largo, y otro secundario de 2.570, que se alimenta del Regato los Tornos, afluente del mismo Río Negro a la altura de la Minicentral. El complejo hidráulico comenzó a construirse en 1989 y su explotación comercial se inició en 1992. Los canales están tapados con losas de hormigón armado, por encima de las cuales caminaremos haciendo un trayecto de unos 5 kilómetros.

Aparcamos en la parte baja de Murias. Al otro lado de la carretera un cartel indicador marca la dirección y características de la “Cascada de Xurbeo” (PR AS-295). Sólo tenemos que seguir en ligero descenso la bien acondicionada pista de un kilómetro rumbo sur, escoltados por diferentes árboles, castaños y robles en su mayoría, con la arandanera negra en el sotobosque, fuente de alimento para las aves. Cruzamos el Río Negro por un puente y continuamos por la orilla izquierda del mismo, afrontando un tramo de subida primero para después bajar pudiendo utilizar escalones marcados hasta desembocar en el lecho de la ruidosa y e impactante torrentera, abierta, refulgente en contraste con la roca oscura, salpicada de chorros laterales, que la ensanchan y le dan esplendor. Nos dejamos llevar por la contemplación y armonía acústica de tan singular maravilla.

Por el mismo itinerario regresamos al pueblo. En el horizonte lejano al noroeste, tras el encuadre del valle, divisamos parte de la Sierra del Aramo con la Mostayal (1.312) destacada en el tramo más septentrional. Pretendemos ahora dirigirnos hacia la Minicentral de Murias. Pero obviamos la carretera y remontando la pendiente de la población, a las afueras de la zona alta enfilamos una senda, PR AS-133 o “Ruta de las Fuentes”, que discurre en un plano superior paralela a AE-3 dirección Moreda.

A poco de abandonar Murias encontramos a nuestra derecha la “Fuente de la República” rehabilitada en agosto de 2010. Continuamos por la senda poco cuidada, con cabañas derruidas a su vera, a lo largo de dos kilómetros, para abandonarla, a la altura de ARNIZO, en un cruce señalizado con tablillas junto a casa en ruinas, tablillas que marcan el PR dirección Moreda. Ligero descenso a la izquierda y poco después en giro de 180 grados bajada por sendero a la carretera, que atravesamos a la altura de la Minicentral.

Rumbo suroeste, de aquí parte una ancha pista que, tras cruzar por puente el río Negro, concluye en sostenido ascenso, al cabo de 660 metros, en el canal de derivación secundario de los Tornos. El recorrido está jalonado de centenarios ejemplares de castaño y roble. En seguida encontramos la tubería forzada que muere en la central hidroeléctrica y la escollera por la que ha de bajar el agua sobrante, procedente del aliviadero en la cámara de carga. Al otro lado del valle surcado por el Regato los Tornos, recostado sobre la falda de la montaña, el pueblo del mismo nombre (650) y, en plano inmediatamente superior, LA CARRERA (690). Al fondo, estribaciones de Vía Carisa, destacando MONTE FARO (1.661).

Pisamos las losas de hormigón armado del canal y, en nuevo giro de 180 grados, seguimos su plano y plácido recorrido, ahora dirección noreste, hasta desembocar, tras 1,3 kilómetros, en la citada cámara de carga, entorno de la CANGONA. Aquí confluyen ambos canales, cuyas aguas descienden por la tubería hasta la minicentral. Dispone la misma de una reja de limpieza, con limpiarrejas automático, y de un aliviadero, como segunda cavidad para el agua sobrante, que fluye por dos conducciones hasta escollera y río.

Continuamos la ruta a lo largo de 3,7 kilómetros, siguiendo la trayectoria del canal principal rumbo sureste, cuyo itinerario se ajusta al relieve del terreno manteniendo el perfil llano. De ahí que dicho canal culebree por las faldas de la montaña, adaptándose a los pliegues sinclinales y anticlinales de su orografía. Los primeros forman pequeñas cuencas, por las que fluyen arroyos o pequeños saltos de agua, como la Reguera de Jurvea, que más abajo origina la Cascada de Xurbeo, y los segundos pueden dar lugar a resaltes rocosos de escaso tamaño.

En ese tramo se suceden diversas majadas con sus edificaciones, PRAOTIERRA, TERCIAS, CASANUEVA, COCHAÍN, cuyas camperas están acotadas entre portillas, fácilmente franqueables por pasadizos laterales. Dirigiendo la mirada al otro lado del valle nos recreamos contemplando el perfil de la sierra con el pico Curriellos (1.069), seguido del Cordal de Murias y Santibáñez (1.428) al sureste, en cuyas laderas se asientan Murias (625), Villar (720) y Santibáñez de Murias (710).

Tras ese recorrido de casi cuatro kilómetros llegamos a una encrucijada –el canal continúa hacia el sur donde capta el agua-. Por la derecha, una pista sube hasta Vía Carisa, con dos ramales que se bifurcan en su base, uno hacia Portillín de la Boya (1.593) y el otro hacia Collado el Tunelón (1.604) más al sur. Esa misma pista desciende por la izquierda, desvío que tomaremos, hasta las proximidades de Santibañez. Es un tramo corto con árboles y ramas caídas que entorpecen la marcha.

De nuevo cruzamos otro puente sobre el río Negro tras sortear una barrera metálica. Cien metros más allá en el curso de la pista, una segunda barrera con rótulo al lado: “FINCA PARTICULAR PROHIBIDO EL PASO”. No es la primera vez que, en nuestro deambular por la montaña, nos encontramos frente a semejante paradoja. Salimos a la carretera. Nos restan un par de kilómetros hasta Murias, en el transcurso de los cuales podemos apreciar desde otra interesante perspectiva la Cascada de Xurbeo y los tramos superiores de la Reguera de Jurvea.

Ruta fácil, que discurre totalmente por pistas, sendas o carretera; de recorrido medio y sin grandes desniveles. A destacar la densidad del bosque con sus variadas especies, cubriendo las laderas de las montañas, que flanquean los dos valles del itinerario, junto a praderías en majadas y huertos aledaños a las poblaciones del entorno. Pero la protagonista de la ruta fue el agua, fluyendo por ríos y arroyos, saltando en cascadas y torrenteras, manando en chorro de las fuentes o deslizándose caudalosa y suavemente por canales. ¡Preciosa excursión de merecido tributo al ritual de las aguas!