Muriel - poblado abandonado de Sacedoncillo y fuente de la Teta - Ermita de Peñamira - Embalse de Beleña
near Muriel, Castilla-La Mancha (España)
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Itinerary description
Hemos elegido la zona de la arquitectua negra para nuestra ruta de senderismo de este sábado de primavera. Hemos elegido el bonito pueblo de Muriel para acercarnos a otros escenarios de la zona. Nada más salir del pueblo subiremos al Castro y después nos dirigiremos hacia el pueblo abandonado de Sacedoncillo, donde localizaremos la fuente de la Teta cuyo caño es un obús de la guerra civil española para después dirigirnos el Embalse de Beleña y la Ermita de Peñamira.
La ruta la comenzamos en el pequeño pueblo de Muriel, enclavado en la Sierra Norte de Guadalajara.
Salimos del pueblo, tomando el GR 10 en dirección a Tamajón. En seguida el pequeño sendero se pone a picar hacia arriba pero esto también nos permite tener unas maravillosas vistas sobre el río Sorbe, que se ve como se encajona entre los cortados montañosos.
LLevamos 600 metros de camino y decidimos hacer una excepción, salirnos del GR-10 y subir al Castro, 200 metros de subida y otros tantos de bajada, por un sendero bien marcado con hitos.
Arriba, las impresionantes vistas del cañón del Sorbe, el embalse de Beleña y el pueblo de Muriel; y un pequeñito santuario sobre en una oquedad de una roca donde encontramos un pequeño diario en el que pode dejar un recuerdo del día de hoy y nuestra visita a la cima.
Bajamos del castro y seguimos por la espectacular senda del GR-10 entre jaras, flores, pinos, robles melojos y un sinfín de colores y olores.
Tenemos a nuestra derecha el arroyo de Sacedoncillo, que esta encajonado y que poco a poco vamos a ir a su altura. Cuando ya hemos dejado el cañón atrás y llegamos a una bonita vereda se nos asoma a nuestra derecha el poblado abandonado de Sacedoncillo.
Cruzamos el arroyo por una puente de madera y nos acercamos a los restos del antiguo pueblo de Sacedoncillo, de lo que hoy en día, solo quedan muros y restos de lo que debió de ser en sus tiempos un bello pueblo. Callejeamos por lo que entonces fueron las calles del poblado, pasamos por delante de los resto de la antigua iglesia de estilo románico y salimos unos metros fuera del entorno para buscar la fuente de la Teta, cuyo caño es un obús de la guerra civil española.
Vemos como el sendero GR 10, desde aquí toma camino hacia Tamajón, nosotros lo abandonamos aquí, para seguir remontando el arroyo de Sacedoncillo, haciendo una trocha por su vereda sin seguir camino y hasta encontrar un lugar por donde poder vadearlo cómodamente, lo hacemos y vemos como por nuestra derecha se incorpora un sendero marcado para realizar en bicicleta de montaña.
Abandonaremos la compañía del arroyo poquito después de su nacimiento, para girar a la izquierda por una pista forestal para adentrarnos en un gran pinar, hasta que lo abandonamos a nuestra derecha para adentrarnos en un sendero marcado en una señal que nos indica como ir al Embalse de Beleña.
Nos entretenemos unos minutos para fotografiar el nacimiento del arroyo del Mayoral que nos acompaña encajonado por un barranco mientras descendemos entre jaras y romero en un espectacular paraje de olores y colores.
La pendiente perdiendo altitud es importante, mientras por el camino podemos disfrutar de las primeras vistas en el horizonte del embalse de Beleña y de la ermita de Peñamira. Pronto llegamos a un cruce, en el collado Rancho, por el que luego volveremos a pasar a nuestra vuelta camino de Muriel.
Seguimos descendiendo por el impresionante camino arcilloso que nos acompaña a nuestros pies y de nuevo nos encontramos con otro cruce de caminos, al que también volveremos para regresar a Muriel. Decidimos coger el camino de la izquierda que en breve se convierte en un pequeño sendero que hay que buscar con cuidado porque está prácticamente comido por la maleza y que en unos 200 metros pendiente abajo por cerro Bermejo nos deja junto a la Ermita de Peñamira, enclavada en un lugar privilegiado.
Cuando llegamos estaban celebrando una romería en la ermita. Bonito espectáculo.
Nos acercamos hasta la orilla del agua, nos relajamos en su playa y comemos en este bello lugar. Antes de abandonar el lugar nos refrescarnos los pies en las aguas del embalse. Después de comer y disfrutar del lugar, comenzamos nuestro regreso.
Esta parte de la ruta es importante: preguntamos a los lugareños del lugar y nos comentaron del antiguo camino a Muriel que existe por la orilla del embalse e intentamos arriesgarnos a seguirlo para llegar al pueblo. Así hicimos, siguiendo la orilla, salvando piedras sueltas y algún que otro resto de pino y siempre andando algo inclinados dada la pendiente de la orilla avanzamos despacito y con algo de dificultad hasta llegar al barranco del arroyo de las Quintillas.
No llevábamos track y no conocíamos el camino, por lo que no pudimos atravesar el barranco que forma este arroyo al desembocar en el embalse y tuvimos que darnos la vuelta nuevamente hasta la ermita de Peñamira. Son 2 kms de ida y otros 2 de vuelta por el mismo camino, que no recomendamos hacer porque aunque es cierto que existe ese antiguo camino hasta Muriel el paso por el barranco de las Quintanillas, allí donde lo hemos localizado posteriormente en otros tracks, es muy difícil y peligroso, y el camino en su trayecto, en general, no es nada confortable.
Volvemos a la ermita y decidimos coger el camino forestal que va por la parte de arriba del monte. Para ello desde la ermita cogemos el camino que bordea el cerro Bermejo y nos lleva hasta el cruce en el que decidimos coger el camino de la izquierda para bajar hasta la ermita.
Desde aquí seguimos desandando cuesta arriba hasta el cruce de caminos en el collado Rancho. Ahora lo tomamos de frente siguiendo las indicaciones hacia Muriel, esta zona está rodeada de arboleda, con lo que el camino de vuelta es muy agradable.
Unos 3 kms después entramos al pueblo por el campo de fútbol sala, un poco de callejeo y nos refrescamos en una pequeña fuente, otro poquito más de callejeo disfrutando de sus bonitas casas de piedra y bien decoradas y nos acercamos hacia la iglesia dejando de paso el mirador por el que el río Sorbe abandona el pueblo y se encaja en busca de embalse que lo colma y ralentiza.
Eliminando los 400 metros de subida y bajada al castro y los 4 kms de ida y vuelta por la orilla del embalse, la longitud aproximada del track sería de aproximadamente 17 kms.
La ruta es moderada por su longitud y por los tramos con importante pendiente a salvar a veces cuesta arriba, otras veces cuesta abajo. El entorno es espectacular y los caminos y senderos son cómodos, arcillosos y embarrables, si llueve, pero sencillos de andar.
El despoblado de Sacedoncillo
https://www.laveredadepuebla.com/rutasypueblos/sacedoncillo.pdf
Sacedoncillo, antiguamente denominado como Sacedón de la Sierra, es un despoblado localizado en el municipio de Tamajón, en la provincia de Guadalajara. Era una pequeña aldea, destruida en la última guerra civil española. Sus habitantes fueron evacuados a Tamajón y el pueblo fue usado como cuartel y campo de prácticas militares. Posteriormente, los terrenos fueron expropiados por el ICONA para la reforestación de pinos. Junto al arroyo de Sacedoncillo, podemos encontrar los restos de un pequeño puente que cruzaba camino a Muriel. También existe una fuente cuyo caño es un obús desactivado de la guerra civil, la Fuente de la Teta. De la iglesia, de estilo románico, apenas queda una pared y algún que otro ventanal. También hay un pequeño cementerio, dominado por un espino que ha crecido en él y que tiene una antigua lápida. Para acceder al cementerio hay que cruzar el puente de madera, sobre el arroyo Sacedoncillo.
Para buscar la fuente, hay que encaminarse a un pequeño barranco que está antes de la entrada al pueblo. El mejor acceso es ir hasta el pueblo y entrar por una de las dos calles que lo atraviesan. Una vez que se llega a la iglesia y a las últimas ruinas del pueblo, mirando en dirección al arroyo y al puente, tomando como referencia una sabina, que está a la izquierda. Es la única que hay, siempre tiene flores atadas en el tronco. Desde esta sabina, se ve el pequeño barranco a la izquierda, dos enormes chopos son la siguiente referencia, son los dos más altos y están juntos. Se va desde la sabina hasta los dos chopos, después hay que cruzar el pequeño barranco y arroyo, hay un pequeño puente de madera destrozado, sólo quedan dos palos. Al otro lado hay más chopos, pero no tan grandes y la Fuente de la Teta. Está escondida entre la vegetación. Tiene tanta vegetación por encima y alrededor, que está perfectamente camuflada.
Muriel
https://www.verpueblos.com/castilla+la+mancha/guadalajara/muriel/
Muriel está situado en las últimas estribaciones de la sierra de Ayllón, en el valle del río Sorbe. El pueblo está situado en un ensanchamiento del valle, protegido por las laderas de éste, orientado al sur como muchos otros pueblos serranos. Está a una altitud de 870 m.s.n.m.
El entorno natural que lo rodea es rico y variado, destacando el bosque de galería entorno al río, muy bien conservado, y los cortados calizos, horadados por diversas cuevas (del Gorgocil, de la Vaca, etc.) que rodean la cola del embalse de Beleña.
Ermita de Peñamira
https://sierranortedeguadalajara.com/imprescindibles/ermita-y-romeria-de-penamira-muriel-pedania-de-tamajon/
Esta ermita románica del siglo XIII estaba en el lugar donde la Virgen salvó a un caballero de los musulmanes, elevándolo por los aires a la otra orilla del Sorbe y se convirtió en Patrona del Señorío de Beleña. Las aguas del embalse de Beleña la cubrieron para siempre (sus ruinas son visibles cuando el pantano está bajo).
En los años ochenta, y gracias a la presión popular, se edificó la ermita actual en un precioso paraje, de espaldas al pantano y a 500 mts de la anterior, utilizando materiales de la vieja ermita (arcos y sillares). Así mismo se construyó un refugio para romeros (precioso, de estilo gaudiano), ya que los pueblos del Señorío acudían en días diferentes de la semana a honrar a su patrona y hacían noche.
La ruta la comenzamos en el pequeño pueblo de Muriel, enclavado en la Sierra Norte de Guadalajara.
Salimos del pueblo, tomando el GR 10 en dirección a Tamajón. En seguida el pequeño sendero se pone a picar hacia arriba pero esto también nos permite tener unas maravillosas vistas sobre el río Sorbe, que se ve como se encajona entre los cortados montañosos.
LLevamos 600 metros de camino y decidimos hacer una excepción, salirnos del GR-10 y subir al Castro, 200 metros de subida y otros tantos de bajada, por un sendero bien marcado con hitos.
Arriba, las impresionantes vistas del cañón del Sorbe, el embalse de Beleña y el pueblo de Muriel; y un pequeñito santuario sobre en una oquedad de una roca donde encontramos un pequeño diario en el que pode dejar un recuerdo del día de hoy y nuestra visita a la cima.
Bajamos del castro y seguimos por la espectacular senda del GR-10 entre jaras, flores, pinos, robles melojos y un sinfín de colores y olores.
Tenemos a nuestra derecha el arroyo de Sacedoncillo, que esta encajonado y que poco a poco vamos a ir a su altura. Cuando ya hemos dejado el cañón atrás y llegamos a una bonita vereda se nos asoma a nuestra derecha el poblado abandonado de Sacedoncillo.
Cruzamos el arroyo por una puente de madera y nos acercamos a los restos del antiguo pueblo de Sacedoncillo, de lo que hoy en día, solo quedan muros y restos de lo que debió de ser en sus tiempos un bello pueblo. Callejeamos por lo que entonces fueron las calles del poblado, pasamos por delante de los resto de la antigua iglesia de estilo románico y salimos unos metros fuera del entorno para buscar la fuente de la Teta, cuyo caño es un obús de la guerra civil española.
Vemos como el sendero GR 10, desde aquí toma camino hacia Tamajón, nosotros lo abandonamos aquí, para seguir remontando el arroyo de Sacedoncillo, haciendo una trocha por su vereda sin seguir camino y hasta encontrar un lugar por donde poder vadearlo cómodamente, lo hacemos y vemos como por nuestra derecha se incorpora un sendero marcado para realizar en bicicleta de montaña.
Abandonaremos la compañía del arroyo poquito después de su nacimiento, para girar a la izquierda por una pista forestal para adentrarnos en un gran pinar, hasta que lo abandonamos a nuestra derecha para adentrarnos en un sendero marcado en una señal que nos indica como ir al Embalse de Beleña.
Nos entretenemos unos minutos para fotografiar el nacimiento del arroyo del Mayoral que nos acompaña encajonado por un barranco mientras descendemos entre jaras y romero en un espectacular paraje de olores y colores.
La pendiente perdiendo altitud es importante, mientras por el camino podemos disfrutar de las primeras vistas en el horizonte del embalse de Beleña y de la ermita de Peñamira. Pronto llegamos a un cruce, en el collado Rancho, por el que luego volveremos a pasar a nuestra vuelta camino de Muriel.
Seguimos descendiendo por el impresionante camino arcilloso que nos acompaña a nuestros pies y de nuevo nos encontramos con otro cruce de caminos, al que también volveremos para regresar a Muriel. Decidimos coger el camino de la izquierda que en breve se convierte en un pequeño sendero que hay que buscar con cuidado porque está prácticamente comido por la maleza y que en unos 200 metros pendiente abajo por cerro Bermejo nos deja junto a la Ermita de Peñamira, enclavada en un lugar privilegiado.
Cuando llegamos estaban celebrando una romería en la ermita. Bonito espectáculo.
Nos acercamos hasta la orilla del agua, nos relajamos en su playa y comemos en este bello lugar. Antes de abandonar el lugar nos refrescarnos los pies en las aguas del embalse. Después de comer y disfrutar del lugar, comenzamos nuestro regreso.
Esta parte de la ruta es importante: preguntamos a los lugareños del lugar y nos comentaron del antiguo camino a Muriel que existe por la orilla del embalse e intentamos arriesgarnos a seguirlo para llegar al pueblo. Así hicimos, siguiendo la orilla, salvando piedras sueltas y algún que otro resto de pino y siempre andando algo inclinados dada la pendiente de la orilla avanzamos despacito y con algo de dificultad hasta llegar al barranco del arroyo de las Quintillas.
No llevábamos track y no conocíamos el camino, por lo que no pudimos atravesar el barranco que forma este arroyo al desembocar en el embalse y tuvimos que darnos la vuelta nuevamente hasta la ermita de Peñamira. Son 2 kms de ida y otros 2 de vuelta por el mismo camino, que no recomendamos hacer porque aunque es cierto que existe ese antiguo camino hasta Muriel el paso por el barranco de las Quintanillas, allí donde lo hemos localizado posteriormente en otros tracks, es muy difícil y peligroso, y el camino en su trayecto, en general, no es nada confortable.
Volvemos a la ermita y decidimos coger el camino forestal que va por la parte de arriba del monte. Para ello desde la ermita cogemos el camino que bordea el cerro Bermejo y nos lleva hasta el cruce en el que decidimos coger el camino de la izquierda para bajar hasta la ermita.
Desde aquí seguimos desandando cuesta arriba hasta el cruce de caminos en el collado Rancho. Ahora lo tomamos de frente siguiendo las indicaciones hacia Muriel, esta zona está rodeada de arboleda, con lo que el camino de vuelta es muy agradable.
Unos 3 kms después entramos al pueblo por el campo de fútbol sala, un poco de callejeo y nos refrescamos en una pequeña fuente, otro poquito más de callejeo disfrutando de sus bonitas casas de piedra y bien decoradas y nos acercamos hacia la iglesia dejando de paso el mirador por el que el río Sorbe abandona el pueblo y se encaja en busca de embalse que lo colma y ralentiza.
Eliminando los 400 metros de subida y bajada al castro y los 4 kms de ida y vuelta por la orilla del embalse, la longitud aproximada del track sería de aproximadamente 17 kms.
La ruta es moderada por su longitud y por los tramos con importante pendiente a salvar a veces cuesta arriba, otras veces cuesta abajo. El entorno es espectacular y los caminos y senderos son cómodos, arcillosos y embarrables, si llueve, pero sencillos de andar.
El despoblado de Sacedoncillo
https://www.laveredadepuebla.com/rutasypueblos/sacedoncillo.pdf
Sacedoncillo, antiguamente denominado como Sacedón de la Sierra, es un despoblado localizado en el municipio de Tamajón, en la provincia de Guadalajara. Era una pequeña aldea, destruida en la última guerra civil española. Sus habitantes fueron evacuados a Tamajón y el pueblo fue usado como cuartel y campo de prácticas militares. Posteriormente, los terrenos fueron expropiados por el ICONA para la reforestación de pinos. Junto al arroyo de Sacedoncillo, podemos encontrar los restos de un pequeño puente que cruzaba camino a Muriel. También existe una fuente cuyo caño es un obús desactivado de la guerra civil, la Fuente de la Teta. De la iglesia, de estilo románico, apenas queda una pared y algún que otro ventanal. También hay un pequeño cementerio, dominado por un espino que ha crecido en él y que tiene una antigua lápida. Para acceder al cementerio hay que cruzar el puente de madera, sobre el arroyo Sacedoncillo.
Para buscar la fuente, hay que encaminarse a un pequeño barranco que está antes de la entrada al pueblo. El mejor acceso es ir hasta el pueblo y entrar por una de las dos calles que lo atraviesan. Una vez que se llega a la iglesia y a las últimas ruinas del pueblo, mirando en dirección al arroyo y al puente, tomando como referencia una sabina, que está a la izquierda. Es la única que hay, siempre tiene flores atadas en el tronco. Desde esta sabina, se ve el pequeño barranco a la izquierda, dos enormes chopos son la siguiente referencia, son los dos más altos y están juntos. Se va desde la sabina hasta los dos chopos, después hay que cruzar el pequeño barranco y arroyo, hay un pequeño puente de madera destrozado, sólo quedan dos palos. Al otro lado hay más chopos, pero no tan grandes y la Fuente de la Teta. Está escondida entre la vegetación. Tiene tanta vegetación por encima y alrededor, que está perfectamente camuflada.
Muriel
https://www.verpueblos.com/castilla+la+mancha/guadalajara/muriel/
Muriel está situado en las últimas estribaciones de la sierra de Ayllón, en el valle del río Sorbe. El pueblo está situado en un ensanchamiento del valle, protegido por las laderas de éste, orientado al sur como muchos otros pueblos serranos. Está a una altitud de 870 m.s.n.m.
El entorno natural que lo rodea es rico y variado, destacando el bosque de galería entorno al río, muy bien conservado, y los cortados calizos, horadados por diversas cuevas (del Gorgocil, de la Vaca, etc.) que rodean la cola del embalse de Beleña.
Ermita de Peñamira
https://sierranortedeguadalajara.com/imprescindibles/ermita-y-romeria-de-penamira-muriel-pedania-de-tamajon/
Esta ermita románica del siglo XIII estaba en el lugar donde la Virgen salvó a un caballero de los musulmanes, elevándolo por los aires a la otra orilla del Sorbe y se convirtió en Patrona del Señorío de Beleña. Las aguas del embalse de Beleña la cubrieron para siempre (sus ruinas son visibles cuando el pantano está bajo).
En los años ochenta, y gracias a la presión popular, se edificó la ermita actual en un precioso paraje, de espaldas al pantano y a 500 mts de la anterior, utilizando materiales de la vieja ermita (arcos y sillares). Así mismo se construyó un refugio para romeros (precioso, de estilo gaudiano), ya que los pueblos del Señorío acudían en días diferentes de la semana a honrar a su patrona y hacían noche.
Waypoints
Lake
2,743 ft
Embalse Beleña
Volvemos a Muriel por el antiguo camino, es decir, caminando por la zona playa que forma el embalse
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