Muros de Nalón- San Esteban, Por los acantilados

Llegamos a Esteban , Una de las sendas costeras más bonitas de Asturias comienza en Muros de Nalón, al lado de la preciosa Playa de Aguilar, una de las más bonitas y conocidas playas de Asturias, y sigue un bien diseñado y excelentemente cuidado recorrido empedrado hasta la Ermita del Espíritu Santo, desde donde la senda baja hacia San Esteban de Pravia, lugar donde desemboca el río Nalón.
La senda es conocida también como ruta de los miradores, por la gran cantidad de construcciones adaptadas para la observación del entorno que se pueden encontrar. A lo largo de la senda se suceden entradas a preciosas playucas no vigiladas, y maravillosas vistas de los acantilados de la zona. Los miradores tienen información adecuada, y excelentes vistas, y las muy bellas zonas de bosque por los que pasa la senda se abren ocasionalmente para permitir ver bien cuidadas casas con jardín. Al final de la senda, al otro lado de la ría del Nalon, la playa de los Quebrantos y la población de San Juan de la Arena son también muy atractivos, tanto para la observación de la naturaleza como por la gastronomía del lugar. Un poco más arriba de San Juan de la Arena hay otro lugar precioso: El Castillo, donde hace 50 años comíamos angulas con regularidad.
La ruta no plantea dificultades de ningún tipo, puede ser realizada con niños, aunque no es adecuada para sillas de ruedas u otros vehículos para discapacitados, por la pendiente y escalones, muy numerosos en la zona próxima a la Playa de Aguilar. Por tener tiene hasta tejados bajo los cuales guarecerse de la lluvia. Con niños pequeños o vehículos para discapacitados se puede subir en coche hasta el aparcamiento situado al lado de la Ermita y Mirador del Espíritu Santo, sobre San Esteban de Pravia, desde donde es posible llegar hasta cerca de la Playa de Aguilar en un trayecto relativamente llano.
Corta y con buen firme, nos parece una ruta muy recomendable para un paseo a pie. Si quiere ampliarla puede hacerlo bajando hasta San Esteban y recorriendo la orilla del Nalón, o prolongarla con un paseo por la Playa de Aguilar, que puede ser continuado incluso hasta el vecino Cudillero.