Murugain desde Arrasate por el barrio de Untzila

Descripción
Esta importante cumbre domina el valle de Aramaio en su vertiente Noreste, separándolo de Arrasate. Según la leyenda, en ella vivió un dragón de siete cabezas, el famoso Errensugea de la mitología vasca. Este dragón tenía por guarida un castillo en la cumbre de la montaña donde las gentes acudían a ofrecerle jóvenes mujeres a modo de sacrificio.
El dragón desapareció pero ahí quedó la denominación de Mondragón (Monte del dragón) para Arrasate.

Aparte de tener una historia detrás, lo que también tiene son unas magníficas vistas de 360º, siendo un magnífico mirador en días despejados como hoy.
Para esta ascensión, bordearé la cima por el Sur para subirlo por el duro camino que viene desde Untzilla, tal y como se aprecia en el perfil. La bajada se hace por la pista principal para enlazar con el camino de subida.

Itinerario
Punto de partida, las instalaciones que tiene la cooperativa Mondragón. Subiremos 2 tramos de escaleras para ganar altura hasta el barrio de San Andrés. En seguida alcanzo un desvío donde dejo el asfalto por el camino central.
Se sigue por este camino transitando por la misma pista, dejando ver de vez en cuando unos bonitos paisajes.

Llega un momento en el que aparecen las primeras marcas antes de llegar al desvío clave, donde hay una fuente y un cartel indicativo. Tuerzo a la izquierda dirección Leintz-Gatzaga para bordear el monte por el Sur hacia el barrio de Untzila.

En los primeros caserios hay que subir por la pista a mano derecha, para a los pocos metros dejarlo y seguir en horizontal sin ganar ni perder altitud.
Llegamos al barrio de Untzila, donde aparece un cartel que indica 1h a Murugain (A paso muy tranquilo, eso sí). Esta senda gana altura sin miramientos donde siempre hay que seguir por el camino más evidente hacia arriba.

Se sale a campo abierto y veo la ladera del Murugain, al que se llega por una serpenteante senda en las rocas. Como he dicho antes, vistas espectaculares. Del castillo que había antiguamente no queda casi nada. Junto a las antenas que han puesto en la cima, hay un vértice geodésico, un buzón, una campana y una gran cruz de hierro que se asienta sobre las rocas cimeras.

La bajada se hace por la pista para coger un atajo hacía un pequeño hayedo que nos deja en el camino principal.