Nacimiento del Júcar. Cerro San Felipe desde Albergue de San Blas

Al comienzo de esta ruta, en la vecindad del Albergue Juvenil San Blas, se accede por una carretera asfaltada, bien señalizada, desde Tragacete. A poca distancia (unos 300 metros) del Albergue sale una pista por la izquierda, que será por donde volvamos desde el Hontanar en esta ruta circular. Nosotros seguimos por la derecha y pasamos por un corto desfiladero en el que vemos la fuente de San Blas, con varias surgencias de agua desde la pared rocosa, o directamente desde el suelo, momento en el que se forma la corriente de agua; por encima de esta zona el cauce está seco, salvo en muy contados puntos donde hay pequeñas surgencias que forman charcos (la sequía ha sido importante este año), aunque otros años el río fluye desde más arriba con cierta normalidad. Pasado el estrecho de San Blas hay una bifurcación, bien señalizada, siguiendo nuestra ruta por la izquierda. A partir de aquí la pista, no asfaltada, se estrecha aunque sigue estando en buen estado y bien señalizada mientras avanzamos por la cañada de las Pegueras en dirección al Estrecho del Infierno. Poco antes de entrar en el Estrecho se separa una pista hacia la izquierda, marcada con señales de PR, que será la que cojamos a la vuelta para subir al Cerro de San Felipe. Ahora seguimos avanzando por el cauce del Júcar, atravesando el Estrecho del Infierno y llegando a los Ojuelos de Valdeminguete, donde es posible apreciar pequeñas surgencias de agua que desaparecen en el suelo casi de inmediato; seguimos el avance hacia el Tormo de Cañaveras, donde ya desaparece el cauce del río, y a este nivel damos la vuelta para volver a la zona donde comienza la pista de acceso a San Felipe. La subida por esta pista es muy cómoda al principio, aunque luego se convierte en un sendero con mayor pendiente, hasta llegar a la Umbría de San Felipe. Quedan sólo 130 metros de desnivel para colocarse a la altura del vértice geodésico del Cerro San Felipe, pero esta es la zona de mayor pendiente, y el sendero está bastante erosionado, por lo que es aconsejable buen calzado y prestar atención al suelo (sobre todo a la bajada). A medida que nos acercamos a lo que inicialmente pensábamos que era el vértice vemos que se trata solo de un tronco clavado en el suelo, pero más adelante se ve el verdadero vértice con un mástil en el que ondea la bandera española. Al acercarnos más apreciamos que se trata del tronco de un árbol, de no despreciable peso (¿nos imaginamos a un grupo de senderistas haciendo con nuestra bandera la escena de la famosa foto de IvoJima?). En cualquier caso, las vistas desde lo alto del cerro son impresionantes (es la segunda cumbre más alta de Cuenca, sólo superado por el Pico de La Mogorrita, aunque Miguel Angel Bollo me ha informado de que realmente es la cuarta altura). Descendemos de nuevo a la umbría, donde es posible escoger entre dos vías para volver al Albergue: el Hontanar o el cauce del Júcar por el que hemos venido. Escogemos volver por camino nuevo, que completamos sin ninguna dificultad en una hora escasa.
Esta es una ruta muy bella, que seguro será mucho más bella aún en las épocas de abundante aporte de agua, pero que nos sigue pareciendo muy recomendable para el senderista incluso en épocas de sequía.
La Alta Serranía de Cuenca es una de las zonas más bonitas que encontrará el excursionista en España; tiene muchos lugares accesibles con facilidad y, aunque no es fácil encontrar mapas de senderos o libros con descripciones recientes (señal de que hay mucho trabajo por hacer si se quiere facilitar el turismo excursionista en la zona), los hoteles y restaurantes que hemos visitado están bien, y sus precios son muy contenidos. Volveremos y esperamos aportar muchas rutas más: el escenario, sin duda, lo merece.