Nacimiento del río Pitarque

**Nota: el desnivel acumulado es imposible que esté bien, lo grabé con el móvil y con el Suunto y en los dos casos me da una acumulación excesiva, la ruta es relativamente llana, supongo que la recepción de GPS no era buena.

A la entrada del pueblo encontramos un parking donde hay un cartel explicativo de la ruta.

Atravesamos el pueblo y salimos por la parte baja donde hay carteles indicando el camino.

Continuamos por un sendero bien definido, se trata de un GR que no dejaremos hasta llegar a la Ermita de la Virgen de la Peña.

Más adelante encontramos una antigua central hidroeléctrica abandonada y a continuación una cascada por la que cae mucha agua. El día anterior llovió así que tenemos esperanzas de ver caer agua por la chimenea.

Nos vamos adentrando en el barraco y cada vez las vistas de las paredes que nos rodean son más impresionantes. Hay montones de buitres.

Pasamos por una especie de cueva excavada en la roca porosa denominada Travertino.

Llegamos a un puente y tenemos dos opciones, por la izquierda cruzando el puente y continuando por una gran cavidad que ha erosionado el río, con cuidado puesto que la piedra resbala mucho de lo lisa que está por el desgaste. Hay unos pequeños peldaños metálicos para ayudarnos y llegar a la chimenea que lamentablemente no tiene agua. Igualmente, el lugar es increíble.

Desde aquí se puede avanzar más para acercarnos al mismísimo nacimiento a través de una pasarela, pero el caudal del río no lo permite.

Luego subimos por el margen derecho, un pequeño tramo de escalones metálicos hasta alcanzar una cornisa estrechísima por donde llegaremos a un punto donde podemos ver el nacimiento del rio Pitarque en el margen opuesto. Este es el único punto de la ruta un poco dificultoso, sobretodo si se tiene vértigo, aunque hay un cable.

La vuelta la hacemos por el mismo camino, regresando al pueblo para comer en el bar de la plaza unos platos combinados con productos de la tierra.