Nacimiento del Tajo: ruta por el entorno

Esta ruta formaba parte de un intento de ver los nacimientos de varios grandes ríos: Tajo, Cabriel y Guadalaviar que, junto al nacimiento del Júcar que hicimos hace unos meses, se encuentran en zonas muy próximas entre si, en los Montes Universales. Para este caso, conociendo que el arroyo de Fuente García está dentro de una finca privada, y que el artificial nacimiento conmemorado por unas esculturas de interesante simbología y dudoso gusto para nosotros es falso, seleccioné una ruta propuesta por Ulchir (1675392), y también por Membri (4614932) y joaquin_hek (8312990), sin saber que atravesaba terrenos privados actualmente dentro del cercado que aísla una ganadería de reses bravas. Otros caminantes (jnavarr1912) se han dado cuenta también de ese problema, y han recomendado no seguir su trazado (no me queda claro si el que ellos proponen, los anteriores o ambos), por entrar en el cercado; aunque no había visto esta última ruta hasta hace un momento, cuando preparaba esta presentación, la ruta que presento es algo diferente y es totalmente realizable, sin entrar dentro del cercado y sin problemas importantes fuera de que varios kilómetros del trazado son por monte libre, aunque sin entrar en ningún momento en propiedad privada o cercado alguno.
La ruta comienza en el monumento erigido al lado de una balsa donde se fija, artificialmente, el nacimiento del Tajo. Sigue luego el sendero hacia Frías de Albarracín que continúa por el barranco de Navaseca, pasando por el collado de la casa Carnero. Tras unos 10 minutos llegaremos a un lugar donde se encuentra una fuente con un largo abrevadero de construcción reciente, que no tenía casi agua cuando pasamos. Aquí encontramos el GR 10.1, por el que giramos a la derecha e iniciamos el ascenso a una colina en cuya cima, aparte de vistas de cierto interés encontramos ruinas de algún tipo de edificio (corrales, aldea abandonada,...). Tras bajar de la colina, cruzamos la carretera A-1704, y entramos en el paraje de Valdecabriel, el valle por el que discurre el curso inicial del río Cabriel, por cuya ladera derecha continúa el GR durante bastante rato; en esta zona encontramos un gran número de ovejas y cabras, sin que viésemos pastor alguno, y al final de este trozo, bastante recto, la senda hace un brusco giro a la derecha, a partir de cuyo momento y durante varios kilómetros el trayecto deja de estar señalizado; en la tura que mostramos se continúa por monte libre. rodeando el Alto del Rincón de la Rambla (que está dentro del cercado) por la zona conocida como Las Tejeras, con la referencia próxima de la cerca de espino que rodea la propiedad cercada, con abundante vegetación y algunos pequeños barrancos que se salvan fácilmente. El mayor problema en esta zona es la incertidumbre por no ver en el GPS durante bastante tiempo señales de senderos vecinos o caminos fuera del cercado por los que buscar una salida (los dos caminos no asfaltados que cruzamos, y que por un lado entraban en el cercado, iban hacia la izquierda y se alejaban directamente del punto de origen, al que deseábamos volver, por lo que consideramos que no debíamos seguirlos). Al final aparece una pista bastante amplia, por la que volvemos al inicio de la ruta sin ningún problema, siguiendo el trayecto que presentamos.
¿Aconsejamos hacer esta ruta?. Solo a senderistas bien equipados y preferiblemente con experiencia, con agua y comida y tiempo suficiente en el día por delante. Para ellos, las modificaciones sobre el trazado inicial añaden un componente de aventura y deporte que normalmente es preferible a un trazado por una pista o camino aburridos; debo añadir que los frecuentes avistamientos de venados, cabras, chivos y rebaños de ovejas (estos últimos sobre todo en la zona del GR 10.1) hacen la ruta bastante interesante en la zona de monte libre; las sabinas rastreras, abundantísimas en la zona y algunos árboles de gran porte también ayudan a hacer bonita esa zona.
La zona de monte libre por la que hemos pasado está relativamente limpia, mientras que la parte final del recorrido, donde volvemos a caminar sin dificultad sobre una amplia senda, está llena de madera seca y árboles caídos, con el consiguiente riesgo en caso de incendio.
Ahora que hemos pasado por allí, el itinerario no nos parece malo. Cuando te metes y te encuentras los cercados cortando tu camino previsto, kilómetro tras kilómetro, y que las únicas pistas que encuentras entran en la propiedad cercada pasando puertas actualmente cerradas, produce cierta incertidumbre, aunque supusimos que las cercas acabarían tarde o temprano y podríamos encontrar un camino de vuelta adecuado. El track acompañante muestra ese camino. Esperamos que el senderista que decida seguirlo se encuentre tranquilo disponiendo de el, y también esperamos que no vuelvan a ampliar el cercado o que la relativa facilidad de la ruta que hemos hecho no sea alterada por intervenciones naturales o intencionadas.