NACIMIENTO DEL TORMES - GARGANTA DE VALDEASCAS - PEÑON DEL MEDIODIA

La ruta comienza junto al Molino de Mingorriano. Cogemos la pista de tierra que sale por la parte izquierda del molino y seguimos por el Cordel del Barco de Avila al Puerto del Pico. A un kilómetro hay una bifurcación. Nosotros seguimos por la izquierda. Subimos unos 600 metros y nos desviamos a la derecha atravesando una puerta de alambrada. Seguimos de de frente hasta llegar poco después a una pista que abandonamos mas tarde, para seguir por la derecha y salir luego a otra que nos lleva hasta el nacimiento del Río Tormes.
La idea inicial era seguir por una pista en dirección al Puerto de la Cabrilla y luego coger la cuerda hasta el Mojón de las Tres Cruces y el Peñón del Mediodía y bajar por la Garganta de Valdeascas pero la lluvia y la niebla nos obligaron a cambiar de plan así que decidimos que, para no perder el día, podríamos ir hasta los Pozos de Valdeascas. Para no tener que volver hasta el coche y volver a subir decidimos atajar por una zona entre prados atravesando la Garganta del Cuervo y un collado al sur de El Camacho. Después bordeamos unos prados junto a la Garganta de Valdeascas hasta encontrar un vado por donde cruzar el río. Una vez cruzado este enseguida llegamos a los Pozos de Valdeascas. Para entonces el día empezó a mejorar bastante así que decidimos seguir remontando la garganta hasta la zona de los Prados del Jabalí. Aquí paramos a picar algo y, como vimos que seguía mejorando la mañana, nos vinimos arriba y decidimos subir hasta el Peñón del Mediodía remontando junto a la garganta. El último tramo tiene una gran pendiente aunque sin ninguna complicación técnica. Salimos por la zona del Llano del Peón del Mediodía a la cumbre occidental. Vistas espectaculares en todas direcciones con nubes bajas adornando el paisaje. Bastante nieve en el Circo de Gredos aún. Seguimos dirección este, hasta la cumbre del Peñón del Mediodía. Sin saber muy bien por donde vamos a bajar seguimos en dirección este. Al llegar al Collado Cañamero decidimos empezar a bajar por una preciosa garganta tributaría de la Garganta de los Barquitos que no tiene nombre pero que bien merecería tenerle por su belleza. Aunque a primera vista parece que es un gran piornal en realidad solo es un primer tramo de piornos poco tupidos que se pasan con facilidad. Enseguida vimos un poco mas abajo como los margenes de la garganta se convierten en una zona de pradera por donde se baja cómodamente. La garganta está llena de decenas de cascadas que, si bien no tienen gran altura, hacen que no podamos parar de hacer fotos. Llegando al final de esta garganta hay una pequeña presa por donde aprovechamos para cruzar a la margen derecha y seguir descendiendo por una pista durante unos 600 metros. Después esta comienza a separarse del río y bajamos hasta él para cruzar por un vado cerca de una zona de grandes pozas. Una vez cruzamos al otro lado solo nos queda descender por la margen izquierda de la Garganta durante casi cuatro kilómetros hasta el lugar donde tenemos el coche.