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Nava de Francia - Camino del Bardal

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Trail stats

Distance
2.85 mi
Elevation gain
200 ft
Technical difficulty
Easy
Elevation loss
200 ft
Max elevation
3,560 ft
TrailRank 
24
Min elevation
3,410 ft
Trail type
Loop
Coordinates
90
Uploaded
December 13, 2021
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near Nava de Francia, Castilla y León (España)

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Itinerary description

Nava de Francia, oculta en un hermoso robledal, es una pequeña población testigo del paso del tiempo desde época prehistórica, como demuestra el recientemente descubierto dolmen La Morisca. Con cerca de 1.700 hectáreas de término municipal, en la parte más alta de su cerro se ha localizado un túmulo circular de diez metros de diámetro y cincuenta centímetros de altura, que bien pudiera ser un sepulcro megalítico.
Si aparcamos el coche frente al área recreativa La Mata, y caminamos por la carretera en dirección hacia la Alberca, podremos pasear por el segundo camino que sale a la derecha, pues el primero de ellos nos adentrará en el pueblo. Es el denominado Camino del Bardal, una amplia pista de tierra llana entre robles con indicaciones que dirigen hacia El Casarito a través de una zona micológica donde encontraremos la venenosa Amanita muscaria, los deliciosos rebozuelos y los preciados Boletus edulis.
Anunciando el abigarrado bosque por el que vamos a pasear, cruzaremos frente al varias veces centenario roble de más de quinientos años de antigüedad que crece orgulloso junto al campo de fútbol. Un árbol alto y corpulento que ha sido notario de las muchas generaciones que han poblado este lugar. A su lado, queda otro hermoso ejemplar que tampoco le va a la zaga.
Pocos metros después de comenzar nuestro paseo contemplaremos unas magníficas vistas de la Peña de Francia con la Hastiala a su derecha y la Peña Carbonera, el Portillo y la Orconera a su izquierda. Un panel didáctico nos informa de que el nombre de Sierra de Francia, se debe a que en el siglo XII se repoblaron estas tierras por franceses impelidos por Raimundo de Borgoña.
Más adelante encontraremos un paso canadiense que, de atravesarlo, nos desviaría de nuestro camino para internarnos en un denso bosque de robles, helechos y brezos donde pace el ganado que mirará sorprendido ante nuestra presencia.
Cerca de aquí, se encuentra la población de El Cabaco. Dado lo frondoso de estos bosques antiguamente se cultivó un temor a la presencia de lobos.
Curiosamente y como forma de conjurar ese miedo, nació la leyenda de un niño de corta edad que se perdió en el bosque y que fue encontrado por sus padres en una cabaña solo al caer la noche. Al preguntarle si había pasado miedo, el niño respondió que no, pues había estado acompañado por un lobo al que había mantenido despierto. El monte se llama ahora Pedro Lobo.
Continuando por nuestra pista amplia y bien definida y tras cruzar por encima del Arroyo Tumba de los Frailes, nos damos cuenta cuando comenzamos a ascender levemente, y por las peñas que hemos visto, de estar transitando por un suelo que se asienta en una gran base de granito. Las cumbres, sin embargo, en su mayor parte se conformaron hace unos trescientos millones de años aflorando los suelos de cuarcitas y areniscas, aunque en su vértice también asoma el granito.
Buen camino es este para transitarlo en verano, dado el cielo abovedado por las ramas de los robles y los hermosos colores anaranjados que adquieren sus hojas en otoño. Quien no esté acostumbrado a frecuentarlo, se sorprenderá ante las bolitas que penden de sus ramas y terminan por desprenderse cayendo al suelo. Son las bogallas o agallas con las que juegan los niños, una reacción del árbol ante el ataque de una avispa. Su interior alberga la larva que abrirá luego un agujero, para escapar cuando llegue a la fase adulta. Con ellas jugaban los niños como si fuesen canicas, agujereándolas otras veces para pasarle un hilo y convertirlas en collares.
También en el suelo encontraremos innumerables bellotas, pues no en vano estamos ante uno de los miembros del género Quercus, como también lo son las encinas, los quejigos o el alcornoque. Con ellas se alimentaba el ganado o se molían para hacer harina. Los niños enseguida comprendieron que su caperuza era en realidad, un dedal como el que usaban sus madres para zurcir los rotos de sus pantalones.
El camino es breve, pues apenas llega a los dos kilómetros. Enseguida nos acercaremos al cruce con la carretera, y pasada esta, a los mesones de El Casarito, un anejo que depende de la Nava de Francia desde hace 200 años.
Si hemos estado atentos en nuestro paseo, entre los claros de las ramas que dejaban entrever el cielo, quizás hayamos visto pasar un milano real. Quizás cuando estábamos recogiendo agallas, acertamos a ver la cola de una lagartija ibérica antes de que desapareciera entre las hojas. Ahora sólo queda decidir si volveremos sobre nuestros pasos o si prolongaremos el paseo. Si optamos por esto último tenemos varias opciones.
Una de ellas es regresar hasta la Nava y desde el extremo opuesto del pueblo, tras avanzar brevemente por una estrecha carretera apenas transitada, encontraremos un camino señalizado que sale a su izquierda y que nos ha de llevar en similares condiciones al de El Bardal, hasta el vecino El Cabaco, entretenidos en buscar nuevas setas si hemos venido en otoño.
Otra posibilidad es realizar la senda circular indicada como de Las Cavenes, que nos guiaría a lo largo de casi once kilómetros hasta alcanzar la vecina población de El Cabaco, pasando antes por el Centro de Cazadores y los restos de las explotaciones auríferas de las que toma el nombre la ruta.
Por último, la tercera de las opciones nos llevaría a alcanzar la cima de la Peña de Francia tras ascender siete kilómetros y medio, pudiendo visitar también Las Cavenes durante el descenso.

Servicios: alojamiento, restaurante y bar.
Otros puntos de interés: micología, árboles singulares, túmulo prehistórico.

Si quieres descargarte el libro 26 Paseos Inesperados por las Sierras de Salamanca:
https://adriss.net/wp-content/uploads/2022/04/Guia-26-PASEOS-INESPERADOS.pdf

Otras propuestas en la revista Sierras de Salamanca: https://www.sierrasdesalamanca.es/revistas-electronicas/

Y para saber más de las Sierras de Salamanca: https://www.sierrasdesalamanca.es/

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