Nava de San Pedro-Arroyo de Valdetrillo-Cuerda de los Alcañetes-Estrecho de los Perales
near Nava de San Pedro, Andalucía (España)
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Trail photos
Itinerary description
Encantadora ruta por las entrañas de la maravillosa Sierra de Cazorla atravesando preciosos paisajes recónditos y solitarios. Es un recorrido intenso de más de diecisiete kilómetros –cinco de ellos por la cordal–, con tramos campo a través y rampas empinadas, que entraña cierta dificultad técnica.
Partiendo de la Nava de San Pedro remontaremos el Arroyo de la Rambla y luego el de Valdetrillo hasta su cabecera, donde enfilaremos hacia la Cuerda de los Alcañetes para regresar por ella hasta el Estrecho de los Perales, cruzándolo para subir por la otra vertiente al mirador y cerrar el círculo.
El acceso a la Nava de San Pedro por la carretera forestal JF-7091 es factible con cualquier vehículo que no sea demasiado bajo, aunque el tramo terrizo está bastante bacheado y se hace pesado. En la nava se puede estacionar fácilmente.
Nava de San Pedro
En cuanto cruzamos el puente sobre el Arroyo de la Rambla, comenzamos a remontarlo atravesando un tupido bosque de pino resinero. No hay sendero definido, pero esta zona es llana y se anda bien entre los pinos, solo hay que prestar atención para no tropezar con las numerosas ramas caídas. La mañana está fresquita y la hierba está helada en los claros.
Pinar junto al Arroyo de la Rambla
Pronto llegamos al Cortijo de los Lucios, del que apenas quedan unas piedras en pie.
Cortijo de los Lucios
Continuamos por el pinar en ligero ascenso hasta el Cortijo del Rincón –también en ruina–, situado en una preciosa nava junto a un par de majestuosas encinas.
Encina en el Cortijo del Rincón
Desde allí comenzamos a ascender decididamente por un pequeño barranco hacia el Sendero de Valdetrillo –que en realidad es una ancha pista–, lo cruzamos y seguimos subiendo hasta volver a enlazarlo recortando la larga curva en la que se encuentra el Mirador del Estrecho de los Perales, por el que pasaremos a la vuelta.
Subiendo al Sendero de Valdetrillo
Si se prefiere se puede evitar este recorte siguiendo por la pista pasar por el mirador también a la ida, es más fácil y podremos contemplarlo con la luz de la mañana. Por esta zona ya dominan los pinos laricios –o salgareños– (Pinus nigra), que confieren carácter a estas zonas altas del parque.
Estrecho de los Perales
Seguimos unos dos kilómetros y medio por el sendero, que cruza el Arroyo de Valdetrillo por un puente y continúa pegado a él por su margen izquierda. Aunque es una pista ancha, el entorno es precioso y vamos disfrutando. El arroyo está jalonado de represas para frenar el ímpetu del agua cuando viene crecido, pero ahora está seco –apenas ha llovido este año–.
Represa en el Arroyo de Valdetrillo
Pasamos por la Fuente de Piedra, con agua fresca y buena. Un poco más arriba termina el sendero oficial, pero nosotros seguimos subiendo y pasamos por otra fuente conocida como Tornajillo de los Alcañetes. Ya en la cabecera, donde el arroyo se bifurca, paramos a tomar la fruta.
Cabecera del Arroyo de Valdetrillo
Ahora comienza la subida a la Cuerda de los Alcañetes, por la que emprenderemos el regreso. Al principio subimos campo a través por la ladera, pero pronto encontramos una antigua pista que, aunque muy empinada, nos lleva hacia arriba con relativa comodidad. En estas sierras existe una extraordinaria red de pistas y caminos forestales para la explotación de los pinares, de capital importancia antiguamente. Hoy solo se conservan algunas vías principales, sobre todo para el turismo, que es la actividad más importante en la actualidad, el resto se van deteriorando y siendo tomadas por la vegetación hasta desaparecer prácticamente.
Subiendo a la Cuerda de los Alcañetes
En la subida vamos teniendo vistas a las blancas cumbres de Sierra Nevada que destacan en el horizonte. Un llamativo puntal marca la cuerda, hacia él nos dirigimos.
Subiendo a la Cuerda de los Alcañetes
En la parte más alta de la cuerda la piedra domina el paisaje, junto con los salgareños que crecen entre las grietas en lugares imposibles.
Cuerda de los Alcañetes
Pronto divisamos el Ojo de los Alcañetes, una curiosa ventana natural en cuyo interior crece un laricio retorcido.
Ventana de la Cuerda de los Alcañetes
Continuamos hacia el sur por lo más alto, con Sierra Nevada como blanco telón de fondo, siguiendo las puertas –los característicos majanos pareados que jalonan la cordal cimera de esta loma y de otras muchas de la zona–. Desconozco con qué objeto fueron puestas, pero teniendo en cuenta el trabajo tan exhaustivo y concienzudo, seguro que antaño cumplieron una importante función para los moradores de estas tierras, aunque algunas hoy están bastante deterioradas. No tuve paciencia para contarlas, pero calculo que no fueron menos de cincuenta las que atravesamos en los cinco kilómetros que recorrimos por la cuerda –una cada cien metros–.
Puerta en la Cuerda de los Alcañetes
Aparte de los majestuosos laricios –los señores de las cumbres–, por aquí arriba encontramos majuelos, sabinas –algunas con curiosas formas azotadas por el viento–, incluso algún tejo.
Cuerda de los Alcañetes
Aunque la mayor parte de la cuerda es alomada y se anda bien, también hay tramos más pedregosos, de cresta caliza en toda regla.
Cuerda de los Alcañetes
También pasamos por varios riscos que constituyen buenos miradores naturales con espléndidas vistas al valle de Valdetrillo y a las sierras circundantes –y nos subimos a ellos–.
Mirador en la Cuerda de los Alcañetes
Caminamos sin prisa pero a buen ritmo: incluyendo una dilatada parada para comer tranquilamente, nos lleva unas tres horas recorrer los más de cinco kilómetros de esta larga cuerda, lo cual no está mal para este tipo de terreno. Ya casi al final de ella, asoma abajo el espectacular Estrecho de los Perales, con sus impresionantes agujas y formaciones rocosas.
Estrecho de los Perales desde la Cuerda de los Alcañetes
Luego comenzamos a bajar hacia el fondo del barranco –por donde discurre el Arroyo de Valdetrillo– para cruzarlo. La bajada es muy empinada, siguiendo estrechas veredillas con mucha piedra suelta donde hay que poner atención para no resbalar. A medida que bajamos los pinos laricios van desapareciendo sustituidos por resineros.
Bajando al Estrecho de los Perales
El Estrecho de los Perales es una espectacular garganta excavada por el Arroyo de Valdetrillos donde se han esculpido caprichosas formaciones calizas de gran belleza. Vamos caminando entre ellas hasta cruzar el arroyo y subir por la otra vertiente hasta el mirador.
Estrecho de los Perales
La subida es igualmente empinada pero más corta, y pronto nos situamos en el mirador del Sendero de Valdetrillo. Tras disfrutar de la vista y hacernos algunas fotos continuamos un poco por la pista para cerrar el círculo.
Mirador del Estrecho de los Perales
Ya solo nos queda regresar por el mismo camino que traíamos esta mañana, descendemos junto al Arroyo de la Rambla pasando por los cortijos del Rincón y de los Lucios hasta el puente junto a la Nava de San Pedro donde tenemos el coche estacionado.
Cortijo del Rincón
Waypoints
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