Navacarros, La Hoya, Neila de San Miguel, Becedas, San Bartolomé de Béjar y Navacarros

Navacarros, La Hoya, Neila de San Miguel, Becedas, San Bartolomé de Béjar y Navacarros

Salimos de Navacarros, concretamente de la Ermita del Cristo del Humilladero, donde dejamos el coche. Seguimos un camino que tras cruzar la carretera va en busca del arroyo de las Navas, dejamos el pueblo de la Hoya a nuestra derecha y proseguimos por el sendero hasta alcanzar el puerto de la Hoya, aquí dejamos ya definitivamente la carretera y nos adentramos en el camino de las fuentes que entre robles nos conduce al siguiente pueblo: Neila de San Miguel, precioso pueblo donde destaca su curioso campanario, asentado en las rocas al lado de la iglesia.
A partir de este pueblo nuestra intención era dirigirnos al siguiente: Medinilla, pero como el track que llevabamos lo hacía por la carretera, nos aventuramos a meternos por un precioso sendero que iba entre la carretera y el Pico de Neira, un sendero entre castaños, robles y piedras con abundante musgo, sendero que discurría en la dirección que pretendíamos, pero en un momento dado el sendero termina y nos vemos enzarzados en medio de la naturaleza, buscando el mejor paso posible, dirigiéndonos a una ermita que hay al borde de la carretera que se dirige a Medinilla, La Ermita de la Fuente Santa, precioso lugar donde además de la ermita existe un área recreativa con mesas y bancos y una tribuna que nos hace pensar que alli hacen o se hicieron capeas. A partir de aquí decidimos atajar y no ir al pueblo de Medinilla, y ver si eramos capaces de dirigirnos directamente a la Teta de Gilbuena, cogimos un camino que en ascenso iba en esa dirección, pero al llegar a un collado el camino se dirigía, a nuestra izquierda, hacia Medinilla, y nosotros cogimos hacia la derecha para ver si lográbamos, aunque fuese campo a través, llegar al inicio de la subida a la teta.
Avanzamos entre bastante vegetación y en vez de llegar al lugar previsto lo hacemos ya al camino que debiéramos haber traído de Gilbuena a Becedas, camino, por cierto inundado de agua, que nos hace buscar el mejor paso posible, vamos siguiendo el arroyo de Becedillas hasta llegar a Becedas, donde en un bar del pueblo tomamos unas cervezas y el bocata que portábamos en la mochila y después de un cafetito proseguimos nuestro camino en busca primero del Arroyo de San Bartolomé y después del pueblo con el mismo nombre: San Bartolomé de Béjar. Precioso pueblo atravesado por un pequeño regato.
Ahora ya solo nos resta llegar al punto de inicio: Navacarros y lo hacemos por un camino por el que discurre el GR 10 que inicialmente tenemos que salvar un desnivel aproximado de unos 200 metros, hasta alcanzar la carretera que desde La Hoya se dirige a la estación de esquí de La Covatilla, para después, ya en descenso dirigirnos al punto donde tenemos el coche.
Ruta algo complicada por los dos trozos que anduvimos campo a través, pero también divertida y agradable, aunque otra vez consigamos nuestro objetivo inicial que no era otro que subir a la Teta de Gilbuena.