Navachica por Prados de Lopera y loma central

Esta es una ruta “experimental”, pero es un experimento que ha salido razonablemente bien. Responde al empeño de buscar una ruta “directa” entre los Prados de Lopera y el Navachica, que acorte el largo transcurso de los carriles que llevan al collado del Alto de los Buitres, por donde la ruta habitual accede a la cuerda Este del cerro. Ahorra unos 3,3 km, aunque tiene su intríngulis debido a la densidad del matorral de aulagas y rascaviejas que puebla la zona. Procede por la loma entre el Barranco de la Almijara y el situado al Oeste, que baja directo desde la cima. Yendo con tino y siguiendo el track muy de cerca, zigzaguea sorteando lo más espeso, aprovechando alguna trocha de ganado, para ganar el collado (sin nombre conocido) que une dicha loma con el domo calizo de la cima. Sólo tiene un punto (wp “Punto Espeso”) donde no habrá más remedio que empujar un macizo de aulaga para pasar, pero una vez conseguido, el resto es bastante asequible, no peligroso porque no afronta tajos ni precisa pasos de escalada, y el ahorro en tiempo y esfuerzo compensa la aventura. Puede combinarse con el descenso por la ruta “normal” (como muestra el track); subir por la ruta normal y utilizar la loma en la bajada; o, en fin, subir por la loma y descender por cualquier otra alternativa (p. ej., el Collado de la Ventosilla).

Partimos de las inmediaciones del malogrado Pino de las Cinco ramas, al comienzo de la Cuesta de las Pulgas. Llegados al Mojón de las Diferencias (wp), con su balsa del Infoca, tomamos al frente el carril que remonta el Arroyo de la Almijara. Poco antes del Cortijo de la Almijara elegimos el carril derecho en la bifurcación (wp “Bifurcación y Cortijo de la Almijara”), y por el mismo y sin pérdida llegamos al desvío de Cueva Cólica (wp), que descartamos para seguir por el principal. Estamos ya rodeados por un bosque en miniatura de rascaviejas (Adenocarpus decorticans), donde no será extraño avistar algún jabalí. Superada por el carril la siguiente loma y atravesado el barranco que le sigue, estaremos en la base de nuestro novedoso ascenso, donde, en el wp “Hora de echarse al monte” empezaremos el transcurso delicado (es conveniente repasar los wp con sus fotos, que ilustran bien algunas maniobras).

Un solitario pino, algo más alto que el resto, nos servirá de guía, y lo pasaremos por su derecha. Por encima y girando a la izquierda, una calle relativamente despejada de arbustos nos lleva hasta un muro impenetrable de aulagas, que nos obligará a girar unos metros a la derecha hasta el wp “Punto Espeso” donde, entreviendo zona despejada por detrás, “convenceremos” a los matojos de que nos dejen pasar. Conseguido esto, giraremos de nuevo a la izquierda, por lo despejado y perdiendo incluso un poco de altura, hasta que al final de ese tramo un coladero sencillo nos permite retomar el ascenso, girando de nuevo a la derecha. En unos cuarenta metros tropezaremos con una “calle” que cruza hacia la derecha y hacia arriba (wp “Trocha”), donde reconoceremos pisadas de cabras u ovejas y sus cagadas, que agradecemos en lo que valen, pues marcan el camino despejado. Viene esta trocha de una majada inferior, a la izquierda, pero a la que me resultó imposible llegar, pues sus accesos son túneles largos y de poca altura en la pinchosa espesura. Tomando en cambio la trocha a la derecha ascenderemos con cierta comodidad. Atravesamos incluso alguna mancha de aulagar espeso, pero por la trocha iremos sin penalidad. Luego va torciendo a la izquierda (wp “Girando a la izquierda”), buscando la parte alta de la loma, ya muy cercana. Siguiendo el rastro de las pisadas desembocamos en una amplia zona despejada (wp). Aquí hay que andar con ojo, y evitar apurar el claro hasta el fondo. En vez de eso, hay que tomar un pasillo entre las aulagas de la izquierda (ver foto con el perro marcando el lugar), que nos deja en un nuevo claro, con una característica losa de roca en el centro (wp “Claro de la roca”). Aunque parezca totalmente rodeado de arbustos, en el fondo del muro verde veremos la luz a través de un coladero por donde pasa el ganado. Nosotros, más altos, tendremos que apartar delicadamente la parte superior de las aulagas que lo forman, pero no será penoso. Tras ello, una cuestecilla bastante clara de vegetación nos lleva a un primer collado de la loma, donde se abre una amplia majada o prado salpicado de rocas (wp “Majada superior”).

Cruzaremos la majada al sesgo, buscando su parte superior pero más bien hacia la izquierda, donde las aulagas ralean (wp “Coladero”), y nos permiten, tras nuevo giro a la derecha, progresar por encima del cinturón más espeso que rodea la majada por arriba. En esa dirección acabaremos por superar el frente de la loma y dar vista al barranco de la derecha (wp “Avistando el barranco”). No aconsejo subir a buscar la divisoria, aunque aparece más despejada, porque cerca del collado en el que acaba presenta algunos tajos de roca que podrían suponer un problema. En cambio, seguiremos sugerencias de pisadas prácticamente a cota, incluso bajando en algún momento, con el ojo puesto en una lomilla más clara al fondo, antes de la espesura de rascaviejas que cierra el valle. El terreno es de aulaga y piedras, pero suficientemente abierto como para progresar eligiendo siempre lo más llevadero. Un último barranquito lateral (wp) nos complicará un poco la vida, pero, más arriba o más abajo, lo pasaremos sin demasiadas complicaciones. Alcanzada la lomilla mencionada, y ya entre pinos, encontraremos una trocha más definida que, paralela a las cercanas rascaviejas, nos llevará sin más renuncios al collado (wp “Collado de la Victoria”). FIN DE LAS AULAGAS. Ya sólo buenas piedras hasta la cima. Yo tardé 1h 15’ en el ascenso de la loma, con renuncios y dudas incluidas. Creo que puede hacerse en 1h pelada si todo va bien.

A partir de ahí, con la cima a la vista, se trata de caminar al sesgo por el roquedo (dos pasos al frente, uno a la izquierda). Ganar un poco de altura al principio y luego suavemente a la derecha. En unos 50 minutos más, estaremos arriba.

De la cima del Navachica ¿qué decir? Sierra de Lújar, cabecera de Río Verde, Cuerda del Espartal culminando en el Cielo, el Almendrón, Valle del Chíllar, Cerro Cisne, Lucero, Cerro de la Chapa, Maroma, Embalse de los Bermejales, llanos de Jayena, Cerro de Lopera... con el telón de fondo de Sierra Nevada, Sierra de Lújar, el mar, las sierras malagueñas... en fin, vale la pena.

La ruta de vuelta es por la cuerda hasta el collado del Alto de los Buitres, donde se toma el carril hacia el collado del cerro del sol, y de ahí, por el ramal izquierdo, de nuevo al Barranco de la Almijara para completar el círculo y desandar lo andado.

Hay que advertir que para dejar el coche al principio de la Cuesta de las Pulgas hay que pasar una cancela que se cierra por la tarde. Igualmente suele cerrarse con barrera el comienzo de la Cuesta de las Pulgas, de forma que ya no se llega en coche al mojón de las Diferencias, como antaño. El horario de la cancela de Los Prados varía de invierno a verano, y será conveniente informarse en el mesón de la hora exacta de cierre. La otra opción es empezar a andar desde el propio Mesón, pero eso añade otros 6,5 km a la ruta.

Califico la ruta de moderada por la distancia y lo azaroso de la loma en el ascenso. Difícil si nos despistamos en el aulagar. En “ver más” tienes más detalles de los vericuetos del camino.