Naval, Colungo y Suelves GR-1 y GR-45

Larga caminata desde Naval a Colungo siguiendo el GR-1, al principio muy bien señalizado. Regresamos por el GR-45 en parte, siendo el tramo justo antes de Suelves especialmente confuso.
El resto camino o pista evidente aunque en la ida tuvimos problemas para seguir el antiguo GR-1 quee ra el track que llevábamos grabado.

DESCRIPCION DE LA RUTA:

Partimos del centro de la localidad descendiendo al barranco del río Llastre, lo cruzamos perpendicularmente y siguiendo las marcas del GR-1 ascendemos a un primer alto siempre por camino forestal ó agrícola.

Después de este alto cuando iniciamos el descenso hacia Colungo el track nos llevó a una barranquera donde la vegetación (coscoja sobre todo) cierra completamente el paso. Al ser un lugar solo apto a jabalíes nos tuvimos que dar la vuelta para seguir la pista que al menos sabemos que nos llevará a Colungo.

Un rato más tarde observamos en el camino las m arcas rojas y blancas, el GR-1.1 lo han marcado por la pista ya que el antiguo sendero se ha borrado por falta de mantenimiento.

Al llegar al barranco del Ramillar, comprobamos con sorpresa que lleva agua. Dado que no proviene de ningún pueblo, supusimos que estaría limpia, por lo que decidimos sofocar el calor con un buen baño en una pequeña poza. El agua estaba fresquísima con lo que de repente tienes un subidón y en adelante se hace mas llevadera la caminata.

Ya repuestos seguimos el camino hacia Colungo. En el pueblo tomamos un café y el bocata, a continuación nos informamos del camino de regreso que queremos hacer por Suelves, intentando atajar un poco.

La pista de regreso al principio no ofrece dudas, pese a la multitud de cruces. Pronto en una intersección dejamos el GR-45 siguiendo fielmente las indicaciones de los vecinos de Colungo, rodeamos el tozal de la Cunarda por la derecha bastante más abajo que el GR, enlazando sucesivas pistas.

Antes de llegar al despoblado Suelves, no logramos dar con el supuesto sendero que nos bajaría de nuevo a Naval. Esta incidencia supuso dar un gran rodeo por pista e ir campo a través unos 200 m. hasta el núcleo casi deshabitado de Suelves, donde tomamos el amplio camino dirección a Naval, supuestamente más largo pero en el que no habrá más confusiones.

La consecuencia de ir por caminos y terrenos desconocidos fue que dimos una importante vuelta, nos tragamos largos tramos de pista y por las horas que son, llegamos abrasados de la calor a eso de las cuatro de la tarde a Naval.

Menos mal que el bar estaba abierto, recuerdo haber bebido tres latas de bebida isotónica.

De regreso a casa, paramos a bañarnos en el río Cinca, en el Puente de Las Pilas, donde nunca antes me había bañado.