Navalacruz a Navaquesera por la Crestería de la Sierra de la Paramera

Hoy nos encontramos en Navalacruz, por cierto ciudad natal de Casillas, fue portero de la Selección Española de Fútbol, en la Sierra de la Paramera y la Serrota. Es una zona que estoy poco a poco recorriendola para conocerla más a fondo. No hace mucho estuve en La Serrota una de las montañas más altas de la zona y el año pasado en El Pico Zapatero y la Hoya o Joya.







Cuando pase de camino hacia La Serrota por este pueblo, me llamo mucho la atención este valle tan cerrado. Me quede con ganas de preparar una bonita ruta por la zona y me puse manos a ello.



Salimos desde la entrada del pueblo, donde me fijo que llega el autobús de la empresa CEVESA que hace el recorrido por estos pequeños pueblos. Cruzamos por un puente el arroyo Chiquillo. Justo antes de hacerlo, veo la señalización del Sendero de Gran Recorrido GR 10.3 una variante del GR 10. Nosotros lo vamos a seguir a la vuelta desde Navaquesera. También hay uno de esos antiguos potros de piedra que se utilizaban para el herrado del ganado.





Una vez hemos cruzado el puente, tomamos una pequeña vereda hasta llegar a un camino, que tomaremos a la izquierda. A partir de ahora vamos a ir subiendo haciendo zigzag hasta llegar a unas antenas. En el sendero quedan algunos tramos de un antiguo camino empedrado.



Me fijo según subo a la izquierda en una curiosa formación rocosa.



Una vez que llego a esta formación a especie de mirador, observo a mis pies el pueblo de Navalacruz.



Prosigo subiendo por estas buenas cuestas que me voy encontrando, muy próximo al arroyo del Pastuelo. Me encuentro una pequeña fuente tipo bañera. Prosigo hasta que me toca vadear sin problemas el arroyo del Pastuelo.

Sigo entre callejas entre fincas, hasta llegar a un desvío que tomamos a la izquierda. A partir de aquí comienza un poco de aventura, pues los senderos, veredas desaparecen entre los matorrales. Nuestra intuición comienza a trabajar, buscando el mejor camino a seguir. Mi primera intención al crear la ruta era irme un poco más por el interior. Pero cambio de opinión para ir más pegado a la Garganta de Navalacruz.

Veo una gran roca que voy a rodear por su izquierda, pues está algo más claro el terreno y hay menos cuesta. Intento en lo posible ir levantando pequeños hitos de piedras, para quien me siga los tenga como referencia.



Es una preciosidad ir caminando por esta crestería tan cerca de la garganta. Voy viendo todo el valle con Navalacruz al fondo y la Sierra de Gredos con las últimas nieves de la temporada.



Llego a un mirador natural especial y decido parar para tomar el almuerzo. El aire sopla algo fresco, busco un lugar resguardado de él.

Después de descansar prosigo mi camino campo través, el siguiente punto de referencia, una zona rocosa que voy a ver de frente y que me iré hacia la izquierda antes de llegar a ella.



Ahora comienzo a bajar para buscar el arroyo del Cimorro. Otra formación rocosa me fascina a mi derecha.



Contacto con un pequeño camino que me lleva al arroyo Cimorro. Al llegar al arroyo bajo un poco para poder disfrutar de las pequeñas cascadas que forma.



Subo un poco para vadearlo para continuar por una buena pista. Según voy caminando, me fijo a mi derecha y veo toda la cresta que me va acompañando. Por mi mente comienza a pasar la idea de crear una ruta por esa zona.

La pista se une a otras pistas que vienen por la derecha. Me fijo en una pequeña senda que me sale a la izquierda y la tomo para abandonar la pista a la que más tarde me volveré a unir. Esta senda es más entretenida, me hace pasar por antiguas casas hoy en ruinas.



Un poco antes de llegar de nuevo a la pista, escucho entre los grandes matorrales unos ruidos. Me fijo, y es una manada de caballos que me sorprenden en mi camino.



Una vez llegados de nuevo a la pista la sigo hasta su salida por un paso canadiense a la carretera AV-P415. Este camino da la sensación de estar en una propiedad privada, pero al contrario, se trata de un camino público.

Una vez cruzada la carretera, volvemos a pasar un paso canadiense. Ahora caminamos por grandes praderas. En esta primera parte del camino nos encontramos dos abrevaderos fuentes.

Cruzamos una portilla ahora sigues un buen camino en subida. Primer desvío a la izquierda para acércanos más a la zona de la Garganta. Si miras hacia atrás ves La Serrota a tus espaldas.



Al llegar cerca de la zona llamada Los Boquerones, abandono un momento el camino para acercarme a un pequeño mirador. Este trozo hay que hacerlo campo a través.






Vuelvo de regreso al camino que deje, en el siguiente desvío a la derecha. Esta zona es sorprendente, me da la sensación de estar en un lugar solitario, salvaje, en medio de la nada, pero de una gran belleza. Al fondo entre los piornos de color amarillo veo Gredos.



En esta zona aún pisas verdes praderas que te hacen más amigable el andar.



Al llegar a la zona de Los Pradejones, hay que tener cuidado pues el camino te hace seguir hacia delante y hay que desviarse a la izquierda por una gran pradera. Me imagino que en época de lluvias estará bastante inundada. Según terminas esta zona de pradera, sigo una pequeña vereda. Me encuentro encerrado entre algunos muros y no me queda más remedio que saltar uno sin problemas.



Al pasar el muro, me fijo que en una pequeña finca a mi izquierda hay colmenas. Es conveniente no acercarse a curiosear para no tener algún percance. Vuelvo a tomar una pequeña senda que me va a dejar en la carretera que lleva a Navaquesera.

Mi intención es evitar en lo posible el caminar por la carretera. Así que voy a abandonarla por una pequeña senda, junto a ella vemos una pequeña fuente.

Giramos a la izquierda hacia la Fuente de la Nava. Una vez que llego allí, me quedo sorprendido por el lugar. Miro el GPS, me quedan 5 km para terminar y son ya las 3. Así que decido pararme en este bello lugar a comer y descansar. Me descalzo, meto los pies en el agua y te sientes en otro mundo.



Me calzo de nuevo y me pongo en ruta, el camino me deja en la carretera a la entrada del pueblo de Navaquesera. Es uno de los pueblos mas altos de España a 1509 metros de altura. A los pocos metros abandono la carretera por la derecha para callejear por sus calles. Al entrar al pueblo, la única bienvenida que recibo son los clamores de un can jajaja. Me hace un poco de gracia, porque se parece a mi Ruby. Solo me encuentro a una persona en mi camino por el pueblo.



Me gusta pasar por sus calles muchas ellas aún conservan su historia en sus muros. Las margaritas inundan sus calles.



Salgo del pueblo, cruzo la carretera y observo las marcas del GR 10.3 de color blanco y rojo. Ahora comienzo a perder altura siguiendo unos grandes ziz zags por una buena pista. Al comienzo observo una roca con forma de corazón para mi, pero la imaginación de cada uno es sorprendente.





Se baja cómodamente hasta llegar a una curva, en que la abandonamos por la izquierda. Ahora la senda que llevamos es más estrecha, con mucho encanto.



El bosque comienza a envolverte y el sonido de los pájaros acompaña tus pasos. Enlazamos con un camino y lo tomaremos a la izquierda hasta llegar al pueblo.



Deseo que os guste este paseo por la Sierra de la Paramera, hasta la próxima.



Vídeo de la ruta



Vídeo del perfil de la ruta



Época recomendada Primavera, Otoño, Invierno.

Transporte Vehiculo privado, hasta aquí llega los autobuses de la empresa CEVESA.

Estadísticas
Nivel de dificultad: Dura
Distancia: 20,5 km
Desnivel + 772 metros Desnivel - 769 metros
Tiempo total: 7h 33'
Tiempo en movimiento: 5h 44'
Tiempo parado: 1h 49'
Velocidad media total:2,71 km/h
Velocidad media en movimiento:3,58 km/h
Ritmo medio total:21:38 min/km
Ritmo medio en movimiento:14:18 min/km
Indice IBP index: 95 Informe



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