Navalonguilla- El Cancho. Bajada por el Púlpito. Ruta otoñal.

Ruta realizada el sábado 5/11/2022.
A TENER EN CUENTA: Ruta dura y difícil por una zona inhóspita, poco conocida pero muy bella de Gredos. No recomendable en invierno, salvo si la nieve está en buen estado. Atención al hielo, hay tramos donde puede ser peligroso. Gran abundancia de agua después de las lluvias de finales de octubre con todos los arroyos y gargantas con gran caudal de agua y los prados encharcados. Una delicia en tiempos de sequía.
Pocos tramos con buen camino, suelo difícil, en especial en la bajada, por lo que hay que extremar las precauciones y el avance es lento. En todo caso merece la pena por la increíble belleza de estos apartados parajes.
La ruta se inicia en el municipio de Navalonguilla. Podemos acortarla notablemente, dada su dificultad,si en lugar de salir del casco urbano del pueblo seguimos con el coche por el Camino de la Lucia, asfaltado primero y de cemento después, en buen estado, hasta donde finaliza, con un pequeño espacio para aparcar el vehículo. De este modo nos evitamos casi 8 kilómetros, ida y vuelta hasta Navalonguilla.
Nosotros así lo hicimos. Desde ese punto giramos a la izquierda y acometemos inmediatamente la subida, que será continua,hasta El Cancho (algo más de 1000 metros de desnivel). Este primer tramo es un buen camino que ha sido ampliado (de hecho una retro excavadora estaba allí aparcada, la que está haciendo los trabajos) y en poco espacio conectamos con una magnifica pista forestal que seguimos a la derecha. Este camino está muy bien trazado y no tiene dificultad hasta el Refugio del Cancho. Atravesamos varios arroyos repletos de agua y vamos tomando altura sin dificultad.
Una vez en el Refugio del Cancho (1780 m) comienza la parte dura de la ruta. Aquí finaliza el camino y, aunque hay algún hito, muy de vez en cuando, la subida la hacemos en paralelo a la Garganta de las Cerradillas, con varios y vertiginosos saltos de agua en su cauce, cuyo sonido constituye un magnífico compañero de ascensión, a pesar de la dureza del tramo. Así vamos subiendo hasta llegar a la cuerda que nos llevará al Cancho, con la que enlazamos a la altura del Moño Gordo (2180 m). En 2 kilómetros hemos ascendido 400 metros de desnivel, con un 20% de promedio, la parte más dura de la ruta.
Una vez en el Moño Gordo giramos a la derecha y vamos cresteando hasta El Cancho. ATENCIÓN a este tramo de apenas 1 kilómetro pero difícil de transitar. El perfil es acuchillado, vamos por lo más alto y a ambos lados los desniveles son muy profundos. Al mismo tiempo hay que evitar las escobas, lo que con cuidado se salva bien.Realmente no hay peligro salvo con hielo/nieve en algunos puntos que he marcado como de riesgo. Igualmente hay un pequeño paso aéreo sin mayor dificultad hasta el vértice geodésico de El Cancho, cuyo último tramo exige usar las manos.
Una vez arriba las vistas son espectaculares: de frente toda la cuerda que lleva a la Covacha. A la izquierda Extremadura y al Oeste la bajada que acometeremos por el singular Pulpito y Laguna del Cancho junto a la Garganta del Cancho, sinuoso y con difícil trazado.
Seguimos de momento por la cuerda, descendiendo con cuidado siguiendo la línea de hitos hasta la base del Cancho donde giramos a la derecha y seguimos por un balcón transitable, fuera de la línea de escobas, hasta hacer otro giro a la derecha y bajar en dirección a la laguna del Cancho por una zona de piedra suelta.
La bajada tiene su dificultad, hay pocos hitos, enormes bloques de granito (algunos con finas capas de hielo, propensas a resbalones), tenemos que girar primero a la izquierda y luego a la derecha hasta la Laguna, donde comemos.
Desde aquí seguimos por la base del Pulpito, hermosa formación geológica con esa forma y continuamos el descenso con mucho cuidado hasta conectar con la Garganta del Cancho. Este, sin duda, es el trazado más peligroso de todos: bloques de piedra con gran desnivel cuyo tránsito no es fácil.
Una vez abajo, se cruza la garganta un par de veces y hay que seguir por el antiguo cauce seco de la garganta con grandes cantos formateados por el agua, bastante molestos al caminar por encima de ellos. Hay hitos. Los seguimos hasta otro Refugio. En sus inmediaciones tenemos dos fuentes-manantiales muy útiles en casos de necesidad.
Aquí seguimos por la orilla de la parte seca de la Garganta y aparecen las muy molestas escobas. Hay que mirar bien, el camino es estrecho, se pierde, y es imprescindible el GPS si queremos evitar las escobas.
Una vez en la confluencia de la garganta del Cancho con la de Los Caballeros tomamos el camino de las Cuevas, algo mejor señalizado, encharcado en varios tramos, pero que permite avanzar mejor. Como vamos por el margen derecho de la Garganta de los Caballeros ( se miden según dirección de bajada del río), enfrente podemos contemplar la impresionante Chorrera del Lanchón, una espectacular cascada de más de 100 metros de altura, con gran caudal de agua, que se desploma, literalmente, sobre la Garganta, con una imagen bellísima.
Ya solo nos queda transitar los 3 kilómetros restantes hasta donde dejamos el coche por el camino de la Cueva, progresando algo mejor, para acabar esta difícil y espectacular ( por su belleza) ruta de alta montaña.