Navalonguilla-Gredos- Sierra Llana- Cabeza Tormal- Camino Guía (grandes hitos)- Vuelta junto a Garganta Barca.
near Navalonguilla, Castilla y León (España)
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Itinerary description
Navalonguilla- Sierra Llana.
Época: Finales de Septiembre, comienzo del otoño.
Fecha: 24/09/2022.
Itinerario: Ermita Señora de los leones ( Navalonguilla)- PR-AV 57 Camino Navalonguilla a Bohoyo- Camino del Piesnillo -Cuerda de los Canalizos-Collado del Sillado-Cabeza del Tormal o Pastor-Refugio de la Cruz-Camino de la Guía (grandes hitos de piedra)-Los Horquillos-Collado de la Galgera-Base Peña Negra-Garganta Barca-Navalonguilla.
En el sector central de la Sierra de Gredos se ubica al este de este sector la Sierra Llana con el contrafuerte septentrional de El Tormal (2103 m), el objetivo de la ruta de hoy.
La Sierra Llana es una enorme extensión que comienza en el Collado del Belesar y se extiende hasta el Puerto de Tornavacas. En la mayor parte de su recorrido se trata de una suave meseta, con pequeñas lomas, pero sin las moles graníticas que caracterizan a la zona del circo de Gredos. De tránsito fácil, excepto por la extensa presencia DEL MUY MOLESTO MATORRAL DE PIORNO SERRANO, que invade amplias zonas de esta Sierra, donde sólo se puede caminar por los caminos abiertos entre los piornos, aunque no siempre es posible.
Así, salimos del pueblo de Navalonguilla, más en concreto de la Ermita de Nuestra Señora de los Leones, con pista de cemento, espacio, aunque pequeño, para aparcar y una magnífica y abundante fuente que tiene agua todo el año.
Una vez aparcado el coche seguimos por la pista de cemento y, unos pocos metros más allá, giramos a la izquierda, por el PR-AV 57 y GR 293, camino hacia Bohoyo. Durante casi 1 kilómetro seguiremos por la pista de cemento, con fuerte desnivel, hasta pasar una puerta metálica donde finaliza la misma y comienza un camino, bien señalizado y en buen estado. Este camino, conocido como el Camino de Piesnillo, nos va subiendo por la cuerda de los Canalizos donde encontraremos otra cancela metálica y un poco más allá, a la izquierda, una magnífica y abundante fuente antes de llegar al Collado del Sillado. En la parte final hay que fijarse bien porque el camino sube recto hasta el Collado y nosotros nos desviamos un poco a la derecha, siguiendo otro sendero, y tuvimos que girar más arriba a la izquierda entre molestos piornos.
Una vez en el Collado nos encontramos con la famosa pared de piedra que separa los términos municipales de Navalonguilla y Bohoyo y que se extiende durante varios kilómetros, en bastante buen estado aún,. Esta pared tiene una altura superior al metro y medio y da idea del inmenso trabajo que debió costar su construcción en el pasado.
Pasamos el muro y seguimos a la izquierda, junto a la pared, para subir a la Cabeza de Tormal o Pastor, una distancia de aproximadamente 1,5 kms, eso sí, entre un mar de piornos muy crecidos. EL UNICO MODO DE SUPERARLO CONSISTE, BIEN EN SUBIRSE A LA PARED, LO QUE TIENE DIFICULTADES, O PEGARSE MUCHO AL MURO PORQUE NORMALMENTE HAY UNA FRANJA DE 50 o 60 centímetros o a veces menos, donde no llega el piorno. Tuvimos que saltar el muro dos o tres veces para buscar la mejor alternativa.
Una vez en el Tormal, con su vértice geodésico, pueden apreciarse buenas vistas, aunque la zona aparece un poco desangelada.
Volvemos de nuevo al Collado del Sillado para, sin pasar la puerta, seguir por el Camino de la Guía, bien abierto y mantenido e inequívoco, fácilmente identificable por los enormes hitos de piedra que lo jalonan. Llegamos primero al Refugio de la Cruz (cerca hay una fuente, aunque no la buscamos), pequeño Refugio Libre donde un cartel informativo nos explica el origen del espectacular Camino de la Guía.
Este Camino daba acceso a Extremadura, a la Comarca de La Vera, con un intenso tránsito, de ganado y otras mercancías (incluidas actividades consideradas en el pasado ilícitas, como contrabando y estraperlo). Se llama así el camino por contar con GUIAS, enormes hitos de piedra que marcan el recorrido. Siendo un ancestral paso de arrieros para conducir el ganado durante la trashumancia desde las Dehesas extremeñas hacia las tierras castellanas del norte y viceversa. Era uno de los pocos accesos entre ambas vertientes y alejado de otros más accesibles como el Puerto del Pico, la Trocha Real de Candeleda o el Puerto de Tornavacas, y por tanto, menos vigilado, por lo que se utilizó mucho, como dije antes, con fines de contrabando.
Estas actividades normalmente se hacían de noche, por lo que convenía señalar lo mejor posible el trazado con enormes mojones de piedra de hasta tres metros de altitud. Existen más de 100, lo que permitía, con nieve y niebla o noche cerrada, orientarse bien. Era mantenido por los propios usuarios, construyendo incluso tramos empedrados y pequeños pontones para suavizar los giros acentuados del camino, que aún hoy se conservan en perfecto estado.
Al llegar al llamado Mojón Altillo, un poco más allá, pasamos el muro por un lugar habilitado y seguimos la línea de grandes hitos. En esta zona los piornos han ido invadiendo el trazado y a veces hay que hacer algún esfuerzo. Lo mejor es girar un poco a la derecha, acercarse al Refugio de la Barca y seguir por el cauce de la regadera, por un pequeño sendero hasta conectar de nuevo con los grande hitos.
Nuestra idea original era acercarnos al Collado de los Peones, el chozo y su fuente, cerca del Alto de las Becedillas, pero la ruta que íbamos siguiendo subía junto al muro y era imposible recorrerlo debido a los piornos. Por eso decidimos, a la altura del cruce sobre la Garganta Barca, girar a la derecha y comenzar el descenso junto a dicha Garganta. No encontramos bien el camino, que va más pegado a dicha Garganta, a nuestra derecha, y durante un buen tramo de algo más de un kilómetro, tuvimos que lidiar con los molestos piornos, lo que se hizo duro y difícil. Nuestro punto de referencia era un hito que veíamos en la zona de los Horquillos, pero que no tiene camino para llegar a él. DEBERIAMOS HABER BUSCADO EL CAMINO A LA DERECHA, PUES EXISTE, Y ES MAS COMODO.
En todo caso, pasado el mencionado Hito, conectamos con el camino, con buena traza, que nos va bajando hacia el Collado de la Galguera, donde hay una fuente con muchísima agua. Antes de llegar pudimos contemplar a nuestra izquierda la Garganta Berrocosa con varios saltos de agua, con bastante caudal, lo que resulta llamativo tras el verano tan seco que hemos tenido. Probablemente se debía a los efectos del Huracán Danielle que, en estos parajes, debió dejar importantes cantidades de agua.
Seguimos hacia abajo, por la base de Peña Negra, tomamos unas numerosas y bien trazadas zetas, con notable desnivel. Topamos con otra fuente, también abundante, y nos acercamos otra vez al cauce de la Garganta Barca, desde donde contemplamos preciosas cascadas y charcas en un lugar poco conocido y frecuentado.
Sólo nos queda seguir el camino hasta una zona de prados, con caballos pastando junto a una magnífica regadera. En este tramo no está el camino muy definido, aunque sigue habiendo hitos, que seguimos, hasta una gran puerta en la Dehesa de Navalonguilla. Desde aquí cogemos la pista de cemento a la derecha para volver tranquilamente al punto de salida.
Ruta indispensable para conocer la Sierra Llana. La he calificado de Difícil por la longitud y el desnivel, pero sobre todo, por los molestos piornos que tuvimos que atravesar.
Época: Finales de Septiembre, comienzo del otoño.
Fecha: 24/09/2022.
Itinerario: Ermita Señora de los leones ( Navalonguilla)- PR-AV 57 Camino Navalonguilla a Bohoyo- Camino del Piesnillo -Cuerda de los Canalizos-Collado del Sillado-Cabeza del Tormal o Pastor-Refugio de la Cruz-Camino de la Guía (grandes hitos de piedra)-Los Horquillos-Collado de la Galgera-Base Peña Negra-Garganta Barca-Navalonguilla.
En el sector central de la Sierra de Gredos se ubica al este de este sector la Sierra Llana con el contrafuerte septentrional de El Tormal (2103 m), el objetivo de la ruta de hoy.
La Sierra Llana es una enorme extensión que comienza en el Collado del Belesar y se extiende hasta el Puerto de Tornavacas. En la mayor parte de su recorrido se trata de una suave meseta, con pequeñas lomas, pero sin las moles graníticas que caracterizan a la zona del circo de Gredos. De tránsito fácil, excepto por la extensa presencia DEL MUY MOLESTO MATORRAL DE PIORNO SERRANO, que invade amplias zonas de esta Sierra, donde sólo se puede caminar por los caminos abiertos entre los piornos, aunque no siempre es posible.
Así, salimos del pueblo de Navalonguilla, más en concreto de la Ermita de Nuestra Señora de los Leones, con pista de cemento, espacio, aunque pequeño, para aparcar y una magnífica y abundante fuente que tiene agua todo el año.
Una vez aparcado el coche seguimos por la pista de cemento y, unos pocos metros más allá, giramos a la izquierda, por el PR-AV 57 y GR 293, camino hacia Bohoyo. Durante casi 1 kilómetro seguiremos por la pista de cemento, con fuerte desnivel, hasta pasar una puerta metálica donde finaliza la misma y comienza un camino, bien señalizado y en buen estado. Este camino, conocido como el Camino de Piesnillo, nos va subiendo por la cuerda de los Canalizos donde encontraremos otra cancela metálica y un poco más allá, a la izquierda, una magnífica y abundante fuente antes de llegar al Collado del Sillado. En la parte final hay que fijarse bien porque el camino sube recto hasta el Collado y nosotros nos desviamos un poco a la derecha, siguiendo otro sendero, y tuvimos que girar más arriba a la izquierda entre molestos piornos.
Una vez en el Collado nos encontramos con la famosa pared de piedra que separa los términos municipales de Navalonguilla y Bohoyo y que se extiende durante varios kilómetros, en bastante buen estado aún,. Esta pared tiene una altura superior al metro y medio y da idea del inmenso trabajo que debió costar su construcción en el pasado.
Pasamos el muro y seguimos a la izquierda, junto a la pared, para subir a la Cabeza de Tormal o Pastor, una distancia de aproximadamente 1,5 kms, eso sí, entre un mar de piornos muy crecidos. EL UNICO MODO DE SUPERARLO CONSISTE, BIEN EN SUBIRSE A LA PARED, LO QUE TIENE DIFICULTADES, O PEGARSE MUCHO AL MURO PORQUE NORMALMENTE HAY UNA FRANJA DE 50 o 60 centímetros o a veces menos, donde no llega el piorno. Tuvimos que saltar el muro dos o tres veces para buscar la mejor alternativa.
Una vez en el Tormal, con su vértice geodésico, pueden apreciarse buenas vistas, aunque la zona aparece un poco desangelada.
Volvemos de nuevo al Collado del Sillado para, sin pasar la puerta, seguir por el Camino de la Guía, bien abierto y mantenido e inequívoco, fácilmente identificable por los enormes hitos de piedra que lo jalonan. Llegamos primero al Refugio de la Cruz (cerca hay una fuente, aunque no la buscamos), pequeño Refugio Libre donde un cartel informativo nos explica el origen del espectacular Camino de la Guía.
Este Camino daba acceso a Extremadura, a la Comarca de La Vera, con un intenso tránsito, de ganado y otras mercancías (incluidas actividades consideradas en el pasado ilícitas, como contrabando y estraperlo). Se llama así el camino por contar con GUIAS, enormes hitos de piedra que marcan el recorrido. Siendo un ancestral paso de arrieros para conducir el ganado durante la trashumancia desde las Dehesas extremeñas hacia las tierras castellanas del norte y viceversa. Era uno de los pocos accesos entre ambas vertientes y alejado de otros más accesibles como el Puerto del Pico, la Trocha Real de Candeleda o el Puerto de Tornavacas, y por tanto, menos vigilado, por lo que se utilizó mucho, como dije antes, con fines de contrabando.
Estas actividades normalmente se hacían de noche, por lo que convenía señalar lo mejor posible el trazado con enormes mojones de piedra de hasta tres metros de altitud. Existen más de 100, lo que permitía, con nieve y niebla o noche cerrada, orientarse bien. Era mantenido por los propios usuarios, construyendo incluso tramos empedrados y pequeños pontones para suavizar los giros acentuados del camino, que aún hoy se conservan en perfecto estado.
Al llegar al llamado Mojón Altillo, un poco más allá, pasamos el muro por un lugar habilitado y seguimos la línea de grandes hitos. En esta zona los piornos han ido invadiendo el trazado y a veces hay que hacer algún esfuerzo. Lo mejor es girar un poco a la derecha, acercarse al Refugio de la Barca y seguir por el cauce de la regadera, por un pequeño sendero hasta conectar de nuevo con los grande hitos.
Nuestra idea original era acercarnos al Collado de los Peones, el chozo y su fuente, cerca del Alto de las Becedillas, pero la ruta que íbamos siguiendo subía junto al muro y era imposible recorrerlo debido a los piornos. Por eso decidimos, a la altura del cruce sobre la Garganta Barca, girar a la derecha y comenzar el descenso junto a dicha Garganta. No encontramos bien el camino, que va más pegado a dicha Garganta, a nuestra derecha, y durante un buen tramo de algo más de un kilómetro, tuvimos que lidiar con los molestos piornos, lo que se hizo duro y difícil. Nuestro punto de referencia era un hito que veíamos en la zona de los Horquillos, pero que no tiene camino para llegar a él. DEBERIAMOS HABER BUSCADO EL CAMINO A LA DERECHA, PUES EXISTE, Y ES MAS COMODO.
En todo caso, pasado el mencionado Hito, conectamos con el camino, con buena traza, que nos va bajando hacia el Collado de la Galguera, donde hay una fuente con muchísima agua. Antes de llegar pudimos contemplar a nuestra izquierda la Garganta Berrocosa con varios saltos de agua, con bastante caudal, lo que resulta llamativo tras el verano tan seco que hemos tenido. Probablemente se debía a los efectos del Huracán Danielle que, en estos parajes, debió dejar importantes cantidades de agua.
Seguimos hacia abajo, por la base de Peña Negra, tomamos unas numerosas y bien trazadas zetas, con notable desnivel. Topamos con otra fuente, también abundante, y nos acercamos otra vez al cauce de la Garganta Barca, desde donde contemplamos preciosas cascadas y charcas en un lugar poco conocido y frecuentado.
Sólo nos queda seguir el camino hasta una zona de prados, con caballos pastando junto a una magnífica regadera. En este tramo no está el camino muy definido, aunque sigue habiendo hitos, que seguimos, hasta una gran puerta en la Dehesa de Navalonguilla. Desde aquí cogemos la pista de cemento a la derecha para volver tranquilamente al punto de salida.
Ruta indispensable para conocer la Sierra Llana. La he calificado de Difícil por la longitud y el desnivel, pero sobre todo, por los molestos piornos que tuvimos que atravesar.
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