Navasfrías - Peñaparda - Villasrubias

Iniciamos nuestra ruta en la Plaza Mayor de Navasfría, frente a la escultura del escultor salmantino Andrés Álvarez que representan a dos niños.
Después de pasear por sus calles alcanzamos el Camino a El Payo que nos llevará, entre robles y algún que otro pino, hasta el pontón para poder pasar el río de El Payo no sin antes parar en la Fuente Fría para refrescarnos.
Al salir de este robledal, nos esperan unos 3 km de camino polvoriento y sin ninguna sombra.
Abandonamos el M.U.P. 30, para cruzar la DSA-375, dejamos EL Payo a la derecha, y seguir por el camino de El Payo hasta alcanzar la calleja de Peñaparda recuperando la sombra bajo pinares y robles.
Sin embargo, en el kilómetro 12,5, nos encontramos con una portera de alambre de espino cerrada y con candado, que saltamos para poder seguir.
Repasando el recorrido en casa, debiéramos haber visto un camino que sale a la derecha antes de llegar a la portera. No soy consciente de que existiera.
Comentar que a partir de este punto, el camino está totalmente perdido y nos guiamos por una roderas, apenas perceptibles, que nos llevaron a la trasera de una casa sin acceso posible. Pudimos percatarnos de una pared semiderruida, entre zarzas, que presentaba un espacio para poder pasar, por lo que volvimos a salir a la calleja de Peñaparda para tomar, seguidamente, el camino de Los Bonales hasta el pueblo de Peñaparda.
En Peñaparda, nos acercamos al Mirador del Castillo, una cruz colocada en lo alto de una rocas, no sin antes refrescarnos en uno de los dos caños que nos encontramos, donde poder admirar la extensa masa forestal que compone el Rebollar.
Desde aquí, bajamos hasta unos pontones que nos ayudaron a atravesar el río Perosín, en épocas de lluvia estos pontones se ven cubiertos de agua por lo que deberían evitarse.
Nos adentramos en el MUP 123, El Berrocal, que constituye la dehesa boyal de Peñaparda formada por un inmenso robledal hasta el río Frío que pudimos atravesar por encima de la presa que corta río para alimentar la antigua central hidráulica.
En época de lluvia, es impensable vadear el río por este lugar. La mejor opción es tomar la carretera CL-526 y cruzar el río por el puente.
Una vez pasado el rio Frío, nos adentramos en el MUP 47 hasta llegar a Peñaparda.
Antes de dar por finalizada nuestra ruta, nos refrescamos en el Caño del Gallo. Un caño circular que debe su nombre a que, en una de sus piedras, en sus dos caras, se encuentran tallados sendos gallos.