Navatrillo desde urbanizaciones Los Llanos, de Los Villares

Subimos al puerto del Navatrillo desde las urbanizaciones que hay a la entrada de Los Villares, viniendo de Jaén (Los Llanos).

Mirando hacia el SE verás dos picos muy agudos, por encima de los olivos. El puerto del Navatrillo es el paso entre esos dos picos hacia la otra vertiente, que da hacia Otíñar y el Quiebrajano.

La forma más fácil y usual de subir es por los carriles, desde la carretera que va hacia Valdepeñas de Jaén, más adelante, pasando la gasolinera, pero a nosotros nos gusta pasear por el campo, aun aprovechando los muchos carriles que los olivareros han hecho año tras año, desde hace siglos, y por los que circulan aún los indestructibles land-rovers.

Subimos mirando el mapa y por instinto, evitando los múltiples barranquillos en los que se asientan higueras, almendros, chaparros y algún pino. Saliendo temprano tienes sombra hasta casi arriba del todo, hacia las 10h en agosto.

Levantamos un bando de palomas torcaces de muy cerca y a medida que subimos las golondrinas vuelan por encima, y también por debajo, de nosotros.

Una vez arriba, la sóla vista merece la pena el esfuerzo. Los picos a derecha e izquierda, como columnas de Hércules, al SE las escarpaciones cercanas, con una llamativa aguja de piedra que se eleva orgullosa hacia la izquierda, luego la sierra de Pegalajar, luego Mágina, con el imponente pico Almadén vigilándolo todo... y a la derecha las laderas en las que se adivina el pantano del Quiebrajano.

La bajada hacia Otíñar se adivina escarpada y difícil. Algún día volveremos a comprobarlo!!😀😉

Pasado el puerto, mucha vegetación de montaña, aromas de monte, bullir de abejas, saltamontes y algún tábano del que guardarse. Es cuestión de buscar la sombra de un pino para hacer un receso, reponer líquidos y fuerzas, y llenarse de Naturaleza 🐝🌲🌾🌿🐾

Bajamos como subimos, prácticamente, más recto donde la resbaladiza costra calcárea del olivar nos deja, y evitando barrancos de nuevo. Dos higos y algunas moras de zarza nos endulzan la calurosa bajada con una inyección de azúcar y de intensos sabores🍇 😋

La única dificultad de la excursión es el esfuerzo de subida de unos 3,5 km y la bajada, donde los cuádriceps se emplean continuamente, lo que requiere cierta forma física, y en la que algún resbalon ha dado con nuestras posaderas en el suelo😨, dado lo seco y endurecido del terreno, pero sin mayores consecuencias😁