6 Necrópolis de Castrillo de la Reina y Ledanías.

Localización:
Enmarcada en nuestro grupo de rutas por la Demanda y Pinares, se localiza en la solana de la Sierra de Neila, en el término municipal de Castrillo de la Reina y Ledanías, Comarca Natural de Pinares, a 6 kms de Salas de los Infantes y a 61 de Burgos.

Finalidad:
Tiene el objetivo de hacer un sencillo paseo por los alrededores de este bonito pueblo burgalés, donde es hermoso contemplar la bonita mezcla de robles, pinos, estepas, helechos y otras especies, mientras vamos conociendo seis de las necrópolis que forman parte del patrimonio arqueológico de Castrillo de la Reina. No hemos incluido la necrópolis de Hornillos, por encontrarse a desmano. No obstante, puede visitarse fácilmente en coche ya que se encuentra ubicada junto al observatorio de aves que hay en la presa de cola de Los Vados y al lado de una tenada en ruinas.

Puntos de Interés:
- Necrópolis de Santiuste.
- Necrópolis de El Villar (Despoblado de Villanueva de Turón)
- Covacha de los Moros o de las Monjas. (Despoblado de Valdefornos)
- Necrópolis de Veguillas del Mercado
- Molino de Valcornejo.
- Necrópolis de San Felices (Despoblado de Saélices).
- La Muela: Ermita y Necrópolis de Santa Ana
- Castrillo de la Reina: Iglesia de (siglo XVI), Lavaderos y fuentes de arriba y de abajo.

Descripción del itinerario:
Asesorados por Abilio Abad, natural de Castrillo y gran conocedor de la historia de Castrillo y Ledanías, acompañados de nuestro amigo Alberto Carretero, también vecino del pueblo y frecuente compañero de ruta y corredor, salimos de la Plaza de Felipe VI, donde está el Ayuntamiento y la Iglesia de San Esteban, y nos dirigimos por la carretera comarcal CL-117 a lo alto del pueblo donde está situada la primera necrópolis: Santiuste. Pronto, vemos un panel informativo explicándonos que se trata de un yacimiento religioso-funerario, de los siglos IX-X, formado por una ermita semirupestre cavada en la roca, cinco tumbas antropomorfas y algunos vestigios de habitáculos. Bajamos a la carretera, la cruzamos y nos acercamos a un precioso lavadero, magníficamente conservado, y a una fuente que distinguidos como "de arriba". La ruta puede continuarse por un amplio camino, pero tomamos una vereda que avanza sobre las rocas primero, entre una gran cantidad de matorrales de roble y estepas, después, que desemboca en un camino rodado que llega casi hasta la carretera comarcal CL-117. Al aproximarnos, nos desviamos a la derecha para bajar hasta una inmensa cantera de piedra arenisca que podemos ver desde lo alto y, posteriormente, desde la puerta de entrada. Seguimos bajando y, al llegar a una pequeña pradera, cogemos una angosta senda que nos llevará a la necrópolis de El Villar, primero, y hasta la Covacha de los Moros o de las Monjas después. En El Villar, vemos que se conservan muy bien 9 tumbas antropomorfas y algunas tumbas de lajas. También pueden localizarse las improntas de lo que puedo ser una antigua ermita.
En el pequeño trayecto de ida y vuelta a la Covacha, vemos las ruinas del Molino del Soto, de escaso interés, y una gran vega repleta de chopos, algunos de ellos recién cortados. En la cueva, nos sorprende el perfecto estado de la mayoría de las tumbas antropomorfas, teniendo la sensación de que nos encontramos en un cementerio de lujo. Llaman la atención también los hermosos relieves en el techo y nos defrauda la imposibilidad de leer el cartel informativo que preside este eremitorio rupestre. Larga parada para disfrutar de la paz y el silencio del lugar y regreso hacia Castrillo. Desandamos algo más de un kilómetro y, en la pradera, nos vamos ahora por el camino tradicional que viene desde Castrillo. Una nueva parada para visitar el molino de Valcornejo, este bien reconstruido y habitado, y salimos a la carretera de Moncalvillo, BU-V-8222. Desde la confluencia con el camino nos vamos hacia la izquierda a buscar la más complicada de las necrópolis: Veguillas del Mercado. Tan solo queda una tumba antropomorfa e intuimos que pudo haber habido más estructuras altomedievales que pudieron haber sido destruidas con la explotación de la cantera que hay en las proximidades. Bajamos de nuevo a la carretera, la cruzamos y nos vamos por el camino que hay al otro lado. Pronto vemos las vías que aún siguen ahí desde que dejara de funcionar el ferrocarril en 1975. Seguimos una bonita senda que va paralela a las vías, primero por la izquierda y luego por la derecha, hasta llegar al río Saelices. Hoy, tenemos suerte y su bajo caudal nos permite atravesarlo fácilmente. Apenas unos 400 metros y habremos llegado a los restos del despoblado de Saelices o San Felices con unas veinte tumbas antropomorfas, algunas de ellas dobles, sobre el borde de las rocas.
Ya solo nos queda Santa Ana. Como está situado en lo alto del Cerro de la Muela, nos dirigimos hacia el pueblo por una camino rodado y una pista forestal que desemboca junto a la Calle Mayor, donde cogemos una angosta vereda que nos sube hasta la ermita. Cinco tumbas excavadas en la roca del suelo certifican que estamos ante otra necrópolis medieval. Podemos comprobar el cuidado y la limpieza del parque; que el recinto es un lugar frecuentado por los lugareños; que estamos en un pueblo caracterizado por sus árboles fósiles; que las vistas de la Peña de Carazo, el Gayubar y la Sierra de Mencilla son fascinantes; que estamos en uno de los entornos más hermosos del pueblo y de la zona, que bien merece la pena visitar. Tras una placentera estancia en el banco que desde la parte trasera de la ermita mira a la Peña de Carazo, descendemos hasta la Plaza Mayor, entramos en el atrio de la iglesia para ver detenidamente su bella portada, y damos por finalizada la ruta.

Avisos y recomendaciones:
La ruta es recomendable en cualquier época del año, pero es en primavera y en otoño cuando mejor podemos disfrutar del bonito paisaje de todo el recorrido y ,sobre todo, del colorido de los robles.
El recorrido es muy fácil y no ofrece ninguna dificultad, pero es un poco largo, por lo que, es necesario tener una buena forma física y estar acostumbrados a andar. También debemos llevar mucha agua, ya que, desde que salimos de Castrillo, no hay ninguna fuente en todo el camino.
La ruta no está señalizada, por lo que se hace imprescindible el uso de un track. Sin Wikiloc o GPS, es muy difícil avanzar. Hacia el km 9, seguimos durante unos 250 m por un camino por error. Hay que ir a la derecha y cruzar la vía. La ruta tendría por lo tanto, 15,800 ms.
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Nota:
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