NOCEDA: FUENTES MEDICINALES Y CASCADA DE LA GUALTA. CIRCULAR

CONOCEMOS LAS MONTAÑAS DE CASTILLA Y LEÓN.
En un día con altas temperaturas pensamos en hacer una ruta donde el bosque y el agua tuvieran protagonismo. Tirando de los archivos personales con posibles itinerarios, con estas características, encontramos un lugar ideal en Noceda: las fuentes medicinales y la cascada de la Gualta en la Sierra de Gistredo integrados en el Bierzo leonés.
La ruta decidimos hacerla al revés de como está diseñada. Nos acercamos hasta la piscifactoría, en las afueras del pueblo de Noceda y allí aparcamos nuestro vehículo; en pocos pasos estábamos cubiertos por la sombra de los árboles de este bosque, principalmente robles, abedules, arces y alisos.
En un tramo inicial vamos caminando por cómoda senda dejando el Arroyo Beneiro a nuestra derecha. El susurro permanente del agua y el canto de los pájaros ponían la banda sonora y alegraban nuestros oídos.
Durante todo el recorrido el agua del arroyo, pequeñas cascadas, las fuentes y la multitud de plantas presumiendo de sus bellas flores hacen del recorrido un permanente disfrute de la naturaleza salvaje. La primera fuente por la que pasamos es la del Canalizo. Su fresca agua alivia nuestra sed y refresca nuestra cara.
En 1 hora llegamos a la Cascada de la Gualta. Al ser primavera el caudal de agua que cae verticalmente desde la peña es muy abundante y produce un ruido ensordecedor. En poco tiempo notamos un frescor en nuestro cuerpo que nos invitaba a alejarnos de allí y continuar nuestro camino.
El tramo desde la cascada hasta el mirador es el más vertical y por lo tanto el más complicado. Tenemos unas cuerdas para podernos agarrar y facilitarnos el ascenso. Con paciencia y sin complicaciones alcanzamos el Mirador de la Gualta, un gran balcón hacia Noceda y de la propia Sierra de Gistredo. Llama la atención la buena conservación de este bosque donde tiene su hábitat el oso pardo.
El tramo siguiente hasta Noceda será igualmente muy entretenido. Lo iniciamos por una ancha pista por donde bajamos con comodidad, esta parte es la menos atractiva. Pronto nos desviamos hacia nuestra derecha para pasar un pequeño puente de madera y comenzar de nuevo otra senda que nos va a ir llevando por cascadas y fuentes. La primera será la de la Salud, acompañada de una preciosa cascada; a pocos pasos tenemos la que para mí tiene un encanto especial, la Fuente del Azufre, tanto por su ubicación y el colorido de sus paredes como por la cascada próxima. Una maravilla. La última que vemos es la de Juan Álvarez, con su agua nos refrescamos por última vez.
Continuamos por la pista gozando con los impresionantes castaños que tenemos ante nuestros ojos, algunos demuestran que un incendio no ha podido con ellos y se están recuperando con especial vigor. Este castañar es otro elemento importante a resaltar en este recorrido. Llegados un desvío nos paramos a pensar por donde tirar. Lo normal sería seguir por la pista, bajar al pueblo, pasar el arroyo y volver hacia la piscifactoría. Nosotros decidimos improvisar y bajar por la pista a nuestra derecha para adentrarnos en el castañar en dirección al arroyo y frente a la piscifactoría. Bajamos sin mucha complicación hasta el cauce del Arroyo Beneiro. El caudal que lleva ahora no permite pasar saltando de piedra en piedra por lo que lo cruzamos mojándonos los pies. No importaba, se agradecía. Subiendo hasta la casa de la piscifactoría, en nada de tiempo estábamos junto a nuestro vehículo. Son dos posibilidades, una más conservadora y otra más aventurera.
Ruta sin ninguna complicación técnica. Una buena preparación física y un adecuado equipamiento es suficiente para disfrutar de esta maravilla de la naturaleza.