Noche de Perseidas en la Maroma.

Estamos en el momento álgido de la actividad anual de las Perseidas (suele estar en su apogeo entre las noches del 11 al 13 de agosto), también llamadas lágrimas de San Lorenzo; este fenómeno que percibimos como estrellas fugaces, se trata de partículas de polvo del tamaño aproximado de un grano de arena que deja el cometa Swift-Tuttle en su órbita alrededor del Sol. El efecto luminoso se produce cuando estos granitos atraviesan la atmósfera terrestre, atraídas por nuestro planeta y se volatilizan.

Pues bien, ¿cuál es el mejor sitio de Málaga para presenciar de este fenómeno?, se nos ocurrió que estaría bien subir a la cima de la provincia para disfrutar de ellas desde una altura de algo más de 2.000 metros y eso debieron pensar otras muchas personas más, ya que al llegar al aparcamiento del Robledal nos encontramos con un montón de coches. Comenzamos a subir poco antes de las ocho de la tarde y llegamos al vértice geodésico sobre las diez de la noche, un ascenso que en su último tramo se hizo prácticamente a oscuras. Los abrigos que hay en la cima estaban abarrotados, así que que aprovechamos para saludar a algún conocido y como soplaba algo de viento decidimos ir a refugiarnos con el murete que hay tras la verdadera cima de la Maroma (dista unos cientos de metros y está ya en la provincia de Granada). Cenamos tranquilamente y después preparamos las colchonetas y sacos de dormir.

La noche fue bastante movida, yo dormí poco más de dos horas y aproveché para contemplar un precioso cielo en el que de distinguía perfectamente la Vía Láctea y pude asistir a un auténtico espectáculo en el que conté más de 60 "estrellas fugaces". Los otros protagonistas de la noche fueron los zorros que, ante la abundancia de comida a su disposición se las ingeniaban para actuar al descuido, tal como atestiguan los innumerables gritos de gente que se quedó sin cena y desayuno. En nuestro caso tuvimos alguna visita durante la cena que pudimos ahuyentar y otra a las cinco de la mañana que se llevó ante mis narices la bolsa de basura. Cuando ya comenzó a clarear iniciamos el descenso y paramos a desayunar en la venta que hay al inicio del carril que lleva al Robledal.