Noche en Miramundos desde el Gargantón. Pico Mágina y Peña Jaén al amanecer. Bajada por la Umbría de Pandeleón.

Cuando subí por primera vez la preciosa montaña de Miramundos, prometí dormir en su coqueto refugio a la que tuviera la oportunidad. Ésta, felizmente, ha llegado justo un año después. La ruta que hemos seguido en esta ocasión es bastante parecida a aquella, salvo la subida final a Miramundos que posteriormente comentaré.

Partimos del puente del Gargantón, al que se llega desde Bélmez de la Moraleda tras 2-3 km de pista en aceptable estado para turismos. Pocas formas más bonitas de entrar en las entrañas de Sierra Mágina que hacerlo por el río Gargantón, fresco y cantarín, a cuyo modesto pero lindo nacimiento se llega con facilidad por un pequeño sendero. El río hay que cruzarlo en varias ocasiones, algunas ayudadas de pequeños puentes y en otras de cantos. Tras reponer algo de agua en las cascadillas del nacimiento, nos dirigimos a Puerta Mágina, donde ahora sí la pendiente se recrudece. Una vez cruzamos el lecho seco del barranco del Gargantón, iniciamos la parte más técnica de la ruta, donde los hitos constantes nos ayudan a no perder nuestro camino. No obstante, en el track se observa que yo lo perdí en una ocasión, sin consecuencias. Hasta llegar al cruce de las Fuentezuelas, tenemos que superar un buen desnivel por una zona estrecha y pedregosa, de cuya verticalidad se es consciente sobre todo en la bajada.

Al llegar a la encrucijada entre el camino que viene de la Umbría de Pandeleón (por la cual bajaremos al día siguiente) y el que sube a las Fuentezuelas, cogemos éste ya que nos era imprescindible rellenar al máximo nuestras reservas de agua tanto para pasar la noche en el refugio como para hacer la bajada al día siguiente. El caudal de la fuente no es muy grande, pero no se pierde ni en verano. El paraje de las Fuentezuelas es mágico: un falso collado compuesto por una pradera verde en pendiente, rodeado de majestuosas y caprichosas formaciones calizas, con una fresca fuente en medio. Aquí teníamos que decidir cómo subir hasta Miramundos. La idea inicial era ascender hasta la cuerda de Mágina por el canuto noreste que lleva a Peña Grajera, pero no parecía lo mejor por las condiciones físicas y técnicas del grupo; por lo que queda pendiente. Así que me decidí por volver al cercano Collado de la Cueva de los Lobos y seguir el claro sendero que va desde dicho collado hasta el Collado del Puerto. Era la primera vez que seguía este camino (marcado con precisión en la capa de OpenStreetMaps disponible en Wikiloc) y resultó ser bastante cómodo y fácil de seguir, con pendiente ascendente aunque asequible. Desde el Collado del Puerto seguimos el sendero clásico de subida a Miramundos, en cuyo refugio pasamos la noche. El estado del refugio es bastante bueno, aunque unos guarros y/o olvidadizos habían dejado una bolsa de basura que no pudimos cargar de vuelta porque íbamos hasta los topes. Allí caben apretados una docena de personas, si se sacan las útiles sillas y la mesa de las que hicimos buen uso. A pesar de que la visibilidad no fue perfecta en esta ocasión, el 360 desde allí es soberbio. El anochecer y el amanecer en esta montaña, al alcance de casi todos, es una vivencia sencilla, pero inolvidable.

Poco después del amanecer, emprendimos la vuelta, no sin antes coronar Pico Mágina (techo de Jaén) y Peña Jaén, ambos por senderos muy bien señalizados por constantes hitos. Las vistas desde Peña Jaén poco tienen que envidiarle a las de Miramundos, con el Almadén como primer protagonista. Bajamos al Collado del Puerto por el sendero oficial y elegimos la cómoda y bonita Umbría de Pandeleón, un denso pinar, para cerrar la parte circular de la ruta. Solo nos quedó bajar con mucho cuidado por Puerta Mágina (la fatiga acumulada por la sobrecarga hizo que sintiéramos más peligro del que realmente tiene) y volver a refrescarnos en el Gargantón antes de finalizar esta inolvidable ruta con noche en el refugio de Miramundos.