Oceño - Cdo. Trallué - Mda. de Collantes - Cdo. Llamea - Cdo. La Galabín - Carraspión - Cdo. Trespandiu - Oceño

DISTANCIA: 12 kms. TIEMPO DE SUBIDA: 3h.10m. TIEMPO DE BAJADA: 2h. TIEMPO TOTAL: 5h.10m. DESNIVELES: Subir y bajar 925 metros

Ruta circular partiendo de Oceño (497 metros), aparcando el coche en la amplia cuneta de la carretera antes de que esta entre en el pueblo. Ya caminando, entramos en el pueblo, pasamos por el túnel que se forma bajo un edificio de viviendas y salimos del pueblo por una senda empedrada por la que se sube sin pérdida al cdo. Trallué (686 m.), muy identificable desde Oceño por la antena de comunicaciones allí instalada; este collado da entrada al profundo valle de Tajadura, por cuya vertiente continúa la senda, cruzando las inclinadas laderas que bajan hasta las orillas del río Tajadura, que corre unos 450 metros de altitud por debajo de ella, acercándose a unos paredones rocosos de intenso color rojizo -Paré Bermejo-, que rebasa, para a continuación salvar gracias a pasos armados y labrados en la roca, la torrentera que forma la riega el Paré Ermejo al cortar perpendicularmente la senda; sigue esta hacia la señalada horcada de la Posa de la Joradá, por la que cruzamos el crestón rocoso, donde llama mucho la atención el espectacular agujero abierto en las paredes del crestón, conocido con el nombre de el Juraco la Joradá; llegamos a dicha horcada tras trepar por la Canaluca de la Joradá. Desde el cdo. Trallué a la Posa la Joradá (656), nos llevó algo mas de media hora y es un trayecto no apto para personas con vértigo o miedo a las alturas. Tras rebasar la horcada, la senda inicia un descenso hacia unas laderas herbosas de inclinación moderada; antes de alcanzarlas todavía la senda cruza por un corto tramo de terreno escabroso que exige atención. Una vez en las laderas herbosas se avanza en llano y la senda es invadida por el matorral en algunos tramos y luego es arboleda de bajo porte la que incomoda un poco el avance para llegar a las camperas y primeras cabañas de Collantes (576); todas las cabañas de la majada, tanto las situadas en la parte baja como en la alta, se encuentran en ruina total. Lo curioso es que llevamos casi dos horas caminando y solo ganamos unos 100 metros de altura -unos 400 acumulados- y como la ruta tiene que salvar unos 925 metros, quiere decirse que nos queda todavía muchas cuestas que subir. Para empezar hay que subir cruzando de abajo a arriba toda la majada entre camperas y arboleda, dejando las cabañas por la derecha y a la salida de la majada ya entramos en la senda que en fuerte y continua subida por El Valle, y dejando por la derecha el bosque de hayas, nos lleva al collado Llamea (979). Este collado es una encrucijada de caminos donde un poste señalizador nos orienta de las posibles rutas a seguir. Para cerrar nuestro circuito tenemos que tomar la que regresa a Oceño, pasando por el collado Trespandiu, pero antes le vamos a dar una "propina" a la ruta, que consiste en acercarnos hasta el collado La Galabín. Perdemos un poco de altura para cruzar una riega y luego ya se va en subida, pasando sobre la caseta y captación de agua que abastece a Oceño y alcanzar el cdo. la Galabín (1038), donde hay una pequeña charca. El collado también es un buen lugar para contemplar la impresionante Garganta de la Canal de Ciercos, que añadido a la que venimos asomados, La Canal de Tajadura, y la otra Garganta que podremos contemplar durante el descenso, la del Rubó, pueden hacer pensar que son inaccesibles, cuando la realidad es que una red de inverosímiles caminos y sendas -a veces peligrosas- recorren las tres gargantas y se intercomunican entre si. Iniciamos el descenso, desandando la senda hasta el cdo. Llamea, siguiendo por la senda que continúa por la ladera oeste del cordal, desechando otra bien señalada que sigue por la ladera del este. Diez minutos después la senda pasa a la vertiente del Rubó por la Jorcá las Compliceras (998) y tras otros diez mas entramos en la Braña Carraspión por la Jorcá Carraspión (980). En esta braña veremos un redil metálico, una cabaña en pie y algunas mas en ruinas; también allí mismo se inicia una pista que pasando por el collado Trespandiu y la mda. de Jaces, podríamos regresar a Oceño sin salirnos de ella, en una cómoda caminata que nos llevaría una hora. Nosotros la vamos a utilizar en parte. Para aproximarnos al cdo. Trespandiu solo tomaremos pequeños e insignificantes atajos de ella, pero en el cdo. Trespandiu la abandonamos siguiendo una mala senda que evita pasar por la majada de Jaces. Es senda poco transitada, tomada en algunos sitios por la maleza y con bastante barro, y por ello no recomendable, pues ni siquiera pienso que se gane tiempo a haber bajado sin abandonar la pista. Volvemos a la pista cuando todavía falta algo menos de un kilómetro para llegar a Oceño. Antes de entrar en el pueblo, la pista pasa por las cercanías de la iglesia parroquial, que visitamos, donde una inscripción borrosa y una fecha, 1878, parecen indicar la de su construcción. Volvemos a la pista y en cinco minutos entramos en Oceño, final de la ruta. Lo curioso de este apartado pueblo es que hay bar-restaurante y muy concurrido en el día de hoy, por forasteros como nosotros.