Ocentejo- Hundido de Armallones

Ocentejo es un pequeño pueblo situado en el Parque Natural del Alto Tajo, accediéndose por la A-2 para tomar, en el kilómetro 103, el desvío hacia la N-204 dirección Cifuentes y allí tomar la CM-2021 y la GU-929 para llegar finalmente a Ocentejo, rodeado de densas masas de bosques de pinos.
Por sus valles discurre un joven RíoTajo, de aguas limpias y bravas, que ha escavado en su trascurrir unos escarpados valles, que son una delicia para todos los sentidos.
La ruta comenzará en el mismo pueblo de Ocentejo, discurre por una pista forestal sin perdida ninguna (hay caseta de información al inicio de la ruta), solamente tendremos que fijarnos en una bifurcación elegir la pista izquierda.
Los amantes de la naturaleza se verán sorprendidos por su riqueza vegetal, la fauna singular que habita en la zona, y también por lo peculiar de su geología, que tiene como punto más destacado el denominado Hundido de Armallones.
Según las crónicas escritas en castellano antiguo fue en el Siglo XVI y tras un fuerte temporal cuando se desprendió una enorme masa de piedra caliza sobre la hoz que el Tajo había tallado en la roca. Este desprendimiento produjo un colapso en el cauce del río, que se prolongó a lo largo de una semana, hasta que la fuerza desmesurada del agua volvió a abrir una ruta nueva a través del barranco.
Continuamos, río arriba, entre acantilados, covachas, farallones y lugares con nombres sugerentes llenos de leyendas, mitos y sucesos reales: La Tabla de los Moros, la Cuesta de los Muertos, los Ojos de las Carquimas, el Refugio de los Maquis... hasta llegar a la Mina de la Inesperada, una antigua explotación ya abandonada que aprovechaba la sal gema sobrante de las rocas calizas. En su día, esta sal fue una valiosísima fuente de vida de los escasos habitantes de estos parajes