Ocentejo - Hundido de Armallones - Salinas de la Inesperada. Parque Natural del Alto Tajo.

Ocentejo - Hundido de Armallones - Salinas de la Inesperada. Parque Natural del Alto Tajo.


Para seguir este recorrido hemos seguido el itinerario 1, descrito en la guía Andar por el alto Tajo de Miguel Ángel Acero y Luis López Vázquez y publicada por Ediciones Penthalón, edición de 1992.

Recorrido de ida y vuelta con inicio en la zona de picnic que hay a la entrada del pueblo según se viene desde Cifuentes, coordenadas
40.770858 -2.398395

Comenzar a caminar hacia el sur por la carretera que conduce a Valtablado del Río, para tomar enseguida un carril que sale a la izquierda y que cuenta con un panel informativo.

A unos 100 metros del inicio, hay una fuente con agua abundante y fresca, que se encuentra a nuestra derecha y que parece brotar de las peñas que se encuentran enfrente. Si no hemos tenido la precaución de traer agua, este es el momento.

Continuar por la pista que discurre entre huertos con árboles frutales. A nuestra izquierda una pequeña acequia que toma el agua del Arroyo del Barranco de la Hoz que desciende hacia el Río Tajo por nuestra derecha.

Como a un kilómetro desde el inicio, tomamos el desvío de la izquierda, pues el de la derecha baja hacia un molino que se encuentra junto al río Tajo.

Una vez sobrepasados los huertos, vemos como los pinos sustituyen a los árboles frutales y chopos. La pista forestal comienza a subir hasta un colladito, y comenzamos a bajar hacia el Río Tajo.

Al llegar al Estrecho de la Tormellera, la pista gira hacia el norte y en breve llegamos al Hundido de Armallones, fantástico espectáculo que forma el Río Tajo al atravesar los grandes bloques de roca que cayeron desde la faja rocosa que se encuentra a nuestra derecha, al otro lado del río, en el término municipal de Armallones, de ahí el nombre.

La pista desciende hasta las proximidades del cauce del río, en una zona muy agradable para el baño, en especial en verano, donde además de sombra, contamos con unas pozas profundas.

Continuamos por la pista y sobrepasado el Mirador de la Cueva, comenzamos a subir por una empinada cuesta hasta otro bonito mirador, donde comenzamos a bajar hasta las Salinas de la Inesperada.

Un derruido edificio junto al Río Tajo, así como los restos de las instalaciones, son los mudos testigos del esplendor pasado.

El camino de regreso se realiza por el mismo camino que nos ha conducido hasta aquí.