Okondo-Pagolar-Kastanizabal-Mostatxa-Pagonabarra-Luiaondo

Vuelta al País Vasco desde Ermua. Etapa 173:

Por fin ha hecho buen tiempo y lo he querido aprovechar para hacer una ruta montañera.
En esta ocasión me he desplazado hasta la localidad alavesa de Okondo (Oquendo en castellano), concretamente al concejo o barrio de Villachica.

Avanzo unos metros a la par de la carretera, para luego hacer un triple giro izquierda-derecha izquierda. Aquí comienzo de forma oficial el ascenso a la primera de las 4 cimas de hoy, el Pagolar.

La primera parte del ascenso es muy cómodo y llevadero, yendo por un ancho sendero de tierra/piedras que va en zig-zag por una zona repleto de eucaliptos.
Luego, avanzo por un pinar, lugar donde ocurrió la anécdota del día. Avisté un pájaro carpintero, el cual fotografié como siempre en la lejanía. Pero lo curioso fue que el muy cab... jugaba al escondite, o eso me pareció. Asomaba la cabeza, se escondía, volvía a asomarla por el lado contrario del tronco, se escondía. Así estuvo todo el tiempo que me quedé quieto esperando a que volviera a salir en su totalidad, hasta que perdí la paciencia y decidí esconderme yo. Cuando volví a mi posición ya se había marchado, xd. Pero no muy lejos, inalcanzable para mí cámara eso sí, aunque seguía dando con su posición, más aún tras su canto, el cual a modo de coña decidí responder silbando. Y me lo devolvió, y luego yo, y luego el. Fue un momento cómico en el que parecía que nos estábamos comunicando.

Prosigo la marcha, haciendo un giro a la izquierda. Aquí comienza la segunda parte del ascenso, la más exigente físicamente hablando, ya que las rampas a superar son muy potentes. El terreno es pedregoso, y en la parte superior el firme se encuentra algo cerrado por la vegetación.

Al final, conecto con otro sendero, y giro a la derecha. Este camino es el único que me permite disfrutar de una magnífica panorámica de Sierra Salvada al completo, la sierra de Ordunte, la localidad de Amurrio y el valle de Ayala. De frente, tengo a la vista las antenas de radio del monte Pagolar.

En un principio parecía que llegar a su cumbre sería coser y cantar, pero de eso nada.
Pronto vendría la tercera y última parte, la más compleja en el apartado técnico. El sendero está lleno a rebosar de vegetación y maleza, es increíble que el camino esté en semejantes condiciones.
Suerte tuve de encontrarme con un señor y su nieto, que me guiaron a la cima. Realmente seguí la trazada que tenía marcada, pero la verdad es que apenas se distingue nada. Mucho cuidado aquí con niebla.

Finalmente, gracias a la gran pericia del chaval, consigo llegar a la cima del monte Pagolar (722m). Vista limitadas por la arboleda, pero sigo disfrutando de una bonita vista del valle de Ayala y Sierra Salvada.

Ahora, sigo de frente, con el objetivo de atravesar de lado a lado el cordal de esta sierra de Pagolar.
Supero la antena de radio y en breve doy con una pista asfaltada. Apenas ando en ella unas decenas de metros, ya que luego hago un doble giro derecha-izquierda.

El sendero es estrecho y de nuevo repleto de vegetación, pero al menos se puede caminar con cierta normalidad.
En pocos minutos alcanzo la cima del Kastanizabal (699m). Cumbre sin buzón y con la misma panorámica que su predecesora, aunque más amplia, pudiendo ver también Amurrio y el Pagolar.

Sigo recto por el mismo camino, que aunque no ofrece dificultades técnicas, no resulta todo lo cómodo que quisiera. No hay forma de librarse de la maleza.

Después de varios minutos, llego a la tercera cumbre del día, el Mostatxa (668m). Aquí hay una cruz y buzón, y las vistas claramente son muy superiores a sus predecesoras. Se puede observar las localidades de Llodio, Amurrio y mi destino, Luiaondo. Y sierras de montaña como Untzueta, Anboto, Gorbea y Sierra Salvada.

Ahora viene la peor parte de toda la ruta. Hay que superar un tramo de unos 200m en el que el camino esta lleno a rebosar de maleza. Más vale que llevéis pantalones largos, sino las vais a pasar muy putas.
Me ayudo de los bastones para intentar abrir paso, aunque no sirve de mucho, apenas hay hueco para meter la pierna si acabar con algún pinchazo de zarzas u otros arbustos.

Desciendo muy lentamente, buscando el mejor paso, hasta que al fin la maleza desaparece y puedo continuar cómodamente. Giro a la derecha y asciendo levemente por una especie de pista de cemento/piedra. Por el lado izquierdo sigo teniendo la misma panorámica, aunque ya consigo detectar el 4 y último monte de la travesía, el Pagonabarra.

Nada que ver esta segunda mitad de ruta en comparación con la primera. Ahora lo más destacable son las empinadísimas rampas con las que me encontraré en varios tramos, pero a la vez, el terreno y senderos son mucho más cómodos y llevaderos que en el cordal del Pagolar.

Primero, desciendo por una larga y empinada ladera por senda de piedras, y luego asciendo suavemente por un pinar.
Más adelante, llego a un cruce de caminos, donde si giro a la izquierda descendería rumbo al pueblo alavés de Luiaondo, y si giro a la derecha podría ascender al monte Pagonabarra. Teniéndolo tan cerca, y con todo el tiempo del mundo a mi disposición, fui a por la cuarta cima del día.

El ascenso al mismo es breve por su corta longitud, y parece que también va a ser muy sencillo viendo lo suave y cómodo que se avanza al principio. Pero después... vaya pedazo de rampas que hay que superar, de entre el 40 y 45%, comparables al tramo final del Gorbea. Suerte que el terreno tenía buen agarre y podía subir lento pero constante, sin dificultades.

Finalmente, llego a un pequeño cruce de caminos, giro a la derecha y asciendo los últimos metros hasta dar con la cima del Pagonabarra (606m). Este es el monte que peor vistas ofrece de los 4, no hay panorámica completa en ninguna dirección, solo deja ver algo a cachos, como el monte Untzueta y algún pico de Sierra Salvada. Sin embargo, su buzón si merece la pena, aparentemente es una copia de la cruz del Gorbea, pero en miniatura, de algo más de 1m de altura, que tampoco es pequeño que digamos.

Ahora, me dispongo a descender hasta mi destino, la localidad de Luiaondo. Podría haber vuelto sobre mis pasos y bajar por el empinadísimo sendero, pero quise probar la otra alternativa, la del cruce final.
Sigo recto y desciendo de manera cómoda y sencilla, nada que ver con la primera variante. En caso de que os encontréis con el terreno mojado, o con niebla, y queráis subir al Pagonabarra por la vía fácil, id por la segunda variante.

Al final del mismo, giro a la izquierda y avanzo por un ancho sendero de tierra/piedras, hasta dar con el cruce de caminos principales.

Sigo descendiendo cómoda y rápidamente, yendo primero por una zona de eucaliptos y luego por un pinar. A lo largo del camino me encuentro con algún charco que casi abarca la totalidad del sendero, pero que milagrosamente pude superar sin que se me entrase agua por el calzado.
La bajada por el pinar es muy empinada, pero se puede andar bastante rápido.

Más adelante, continúo por una pista asfaltada, pasando cerca de la ermita de San Lorenzo. Luego, giro a la izquierda, y después a la derecha, para adentrarme de lleno en el pueblo de Luiaondo.

Para llegar a la estación del cercanías, giro 2 veces a la izquierda, superando el curso del río primero, y luego un pequeño paseo hasta dar con dicha estación, donde pongo punto y final a esta interesante ruta.


He calificado el recorrido como MODERADO únicamente por lo difícil que resulta avanza por el cordal, en especial la parte previa a la cima del Pagolar, y la primera parte de la bajada del Mostatxa.
También es cierto que hay tramos con una pendiente muy elevada, que exige bastante físicamente, y si el camino estuviera mojado, podría ser un problema, sobre todo al bajar.
Pero a nivel general, esta es una ruta muy sencilla y llevadera.