Olla de Portbou - Querroig (100 Cims FEEC) - Puig de Cervera (100 Cims FEEC) 2x100 Cims

En el día de hoy nos vamos hasta Portbou para realizar lo que en varias rutas que he mirado sería “La Olla de Portbou”, que consiste en dar la vuelta a todas las montañas que rodean esta bonita localidad de la Costa Brava.
Salimos muy temprano a caminar desde cota 0, creo que es una de las pocas veces que hacemos un 100 Cim de la FEEC desde la misma playa, en este caso desde la Platja Gran de Portbou y rápidamente vamos ganando altura pata llegar al memorial de Walter Benjamin, una hermosa escalera hacia el mar que hay que mirar en la historia lo que significa ya que es una persona que merece una descripción detallada que no haremos en este momento. Las vistas ya son extraordinaria, un mar y montaña en toda regla.
Seguimos subiendo y después de un pequeño tramo de carretera y otro mirador excepcional comenzamos la subida por un sendero a pie de carretera hacia el Puig Claper, una subida que para comenzar la jornada es bastante inclinada, una manera potente de comenzar.
Una vez en el Puig Claper las vistas continúan siendo preciosas, el azul del mar junto a las poblaciones cercanas como Llançà o hasta el golfo de Rosas y como no, también Portbou, configuran una vista muy bonita.
A partir del Puig Claper tenemos casi 5 Km de pista que nos alejan cada vez más y más de Portbou, con su enorme estación de tren que cada vez es más pequeña, pasamos por el Coll del Frare, el Coll del Falcó y nos desviamos a la izquierda para subir al Coll de Llaceres.
Una vez en el Coll de Llaceres, vamos por un sendero con una vegetación muy cerrada que hace el camino algo incómodo, mucha piedra y mucho matorral que pincha, no es buena idea el pantalón corto, pero con este calor no teníamos otra cosa.
Tras este tramo incómodo y dando la vuelta en lo que sería el lado más alejado de Portbou, llegamos al Menhir de Tarabaus, una piedra con historia situada en un lugar con vistas preciosas, seguidamente llegamos a la Font de Tarabaus, con un hilo de agua pero con un asiento con sombra que nos viene de maravilla para comernos el bocadillo resguardados del sol que ya aprieta bastante.
Seguimos la marcha y pasamos el Pla del Ras, donde ya podemos ver la parte francesa en unas vistas muy amplias y que a partir de aquí seguiremos la frontera entre los dos países.
Ahora ya si que atacamos la subida más claramente hacia nuestro objetivo del día, la Torre de Querroig, y vamos subiendo siguiendo un vallado que separa los dos países, pasamos el Coll de Rumpissar, el hito fronterizo nº 597 y llegamos al Coll de Querroig, donde a la izquierda vamos al vértice geodésico del Querroig, que curiosamente no es el punto más alto, el punto más alto es la Torre de Querroig, a la que llegamos después del vértice y que supone nuestro Cim de la FEEC Nº 210, unas bonitas ruinas de una torre con unas vistas excepcionales, realmente es un Cim precioso.
Después de descansar y disfrutar de la cima comenzamos a bajar por un sendero pedregoso y nada cómodo, pero vamos progresando con firmeza y sin parar, aunque ya se va notando el cansancio en las piernas y sobre todo el calor, que aunque el sol se ha escondido entre las nubes, la humedad va haciendo su trabajo.
Seguimos bajando siguiendo la frontera entre los dos países, pasamos por el Dolmen del Coll de la Farella, hasta llegar al Coll de la Farella.
En este punto volvemos a subir y bajar por pista hasta el Coll del Frare, con el hito fronterizo 599 y muy cerca del Puig dels Frares, donde se ve por un lado Portbou y por el otro Cerbère, y por supuesto también se ve el mar, todo un espectáculo, estamos ya cansados y comemos algo de fruta para coger fuerzas, todavía no sabemos lo que nos espera, luego os cuento.
Bajamos hasta el Coll del Belitres, el paso fronterizo por carretera más al este con Francia y con el Memorial del Exilio, unas fotografías y monumentos en recuerdo a unos tiempos pasados que hay que recordar para que no vuelvan a producirse.
Continuamos hacia el Puig de Cervera (el Puig de Cervera forma parte de la lista dels 100 Cims desde el 1 de Julio de 2022) en un paisaje todo quemado, de un incendio bastante reciente, todo desolado, arrasado, pasamos por una base de cañón sin cañón, un lugar inhóspito y extraño, unas sensaciones raras.
Desde el Puig de Cervera y su vértice geodésico tenemos unas vistas extraordinarias, también hay una caseta de la antigua Gestapo alemán, el penúltimo hito fronterizo, el 601, una zona tan bonita como histórica, un lujo estar allí.
A partir de aquí advierto que viene una bajada que no esperábamos, está la oportunidad de volver al Coll dels Belitres y bajar a Portbou por el GR 92, pero si decides bajar por donde nosotros bajamos hay una bajada por un terreno áspero, muy inclinado, con desgrimpadas al lado de acantilados, con el terreno todo quemado, con higos chumbos medio arrasados por el fuego que te clavarás si o si alguna espina, siguiendo un mini sendero, muy atentos a las marcas amarillas que nos guiarán en todo momento, una bajada caótica y en algún punto peligrosa al acercarse peligrosamente al acantilado, buff, no lo esperábamos, pero en el lado bueno, unas vistas de los acantilados que si no es desde allí no se podrían ver, una maravilla de lugar, que bajada más aventurera, ni que decir tiene que con mal tiempo ni acercarse, sería muy peligroso, hay dos puntos en concreto que se pasa por el filo del acantilado, de verdad que en esos puntos lo pasé mal, son muy cortos los tramos pero con mucha altura, cada vez que me acuerdo se me ponen los pelos de punta.
Quería dejar claro esta parte de la ruta, en las rutas que leí y consulté creo que no le daban la importancia a este tramo que merece, por este tramo califico la ruta de difícil, creo que no apto para cualquier persona. .
Después de este tramo algo peligroso ya llegamos a las playas de Portbou, pasamos por unas cuantas calas preciosas con la gente bañándose, estamos muy cansados, casi exhaustos, hasta el último momento tenemos que estar atentos ya que de playa en playa hay que pasar entre rocas y escaleras talladas, si hubiese mala mar no se podría pasar.
Llegamos al punto de partida, a la Platja gran con ganas de meternos en el agua, una aventura alucinante.
Nos cambiamos de ropa y nos metemos en el agua, creo que 18 km y más de 7 horas de ruta nos lo hemos ganado, terminamos en el agua reponiéndonos de esta gran aventura, ha estado genial.