OLLONIEGO (160) (Oviedo)-PICO CASTIELLO (449)-PICO ESCOBÍN (722) (Sierra de Fayéu-Circuito)

OLLONIEGO (160) (Oviedo)-PICO CASTIELLO (449)-PICO ESCOBÍN (722) (Sierra de Fayéu-Circuito)

DATOS TÉCNICOS:

RECORRIDO: 18,6 k.
ALTURA MÁXIMA: 722 m.
ALTURA MÍNIMA: 160 m.
ASCENSO TOTAL: 672 m.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 5 h.
FECHA DE REALIZACIÓN: Marzo de 2016.

OLLONIEGO (160) es una parroquia del municipio ovetense, situada a 8 kilómetros de la capital en la AS-242 –antigua carretera de Oviedo a Mieres-, distando de esta última otros 9 kilómetros, con el ALTO DEL PADRÚN (385) de por medio. A la misma se accede también a través de la A-66, conocida como Autovía de la Plata. Destacan a la entrada de la población los monumentos TORRE MUÑIZ, CAPILLA y PALACIO de la Casa de Quirós. La capilla es el elemento más antiguo del conjunto, tal vez de origen prerrománico, si bien la obra actual data del XIV con remodelaciones posteriores. El palacio se inicia con la torre circular de carácter defensivo levantada asimismo en el XIV, aunque la mayor parte de su estructura actual pertenece al XVI, cuando la torre se transforma en palacio.

A los monumentos citados hay que añadir el PUENTE VIEJO en las proximidades, puente medieval en la actualidad de tres arcos, el del medio más apuntado, que en su día constaba de cinco de distinta altura. Fue antiguo camino hacia la meseta, cuyo trazado se remonta posiblemente al siglo XIV para salvar el paso del Río Nalón, alterándose el curso de éste por una riada en 1676 y dejando el puente fuera de cauce. Todo el conjunto fue declarado Monumento Histórico en 1991. Hay constancia de que en tiempos de Alfonso VI, siglo XII, Olloniego fue portazgo de entrada a Oviedo, ingresando el Monasterio de San Pelayo un tercio de ese diezmo, otro tercio se destinaba al Cabildo de la Catedral y el resto era para el Monasterio de la Vega, lugar donde hoy se ubica la Fábrica de Armas desde 1856.

El PICO CASTIELLO (449) es un cerro cónico, situado al norte de Olloniego, a cuyos pies se encuentra FOCARA DE ARRIBA (410), uno de los pequeños núcleos de población dispersos por aquella ladera, dependientes de esa parroquia. Por sus privilegiadas condiciones poliorcéticas –atalaya fortaleza- albergó el antiguo CASTILLO DE TUDELA, también conocido como ARMATIA –de ahí el nombre de ARMATILLA, uno de los barrios próximos-. Por ese carácter de bastión inexpugnable tuvo un protagonismo relevante durante la Edad Media, debido a su emplazamiento estratégico, que aseguraba el dominio del Nalón y área central, controlando el paso entre Asturias y Castilla, llegando a ser el principal baluarte en la protección de la corte durante la etapa de la monarquía asturiana.

Fue mandado construir por Alfonso III, a finales del siglo IX, y levantado sobre un castro prerromano. Actualmente en ruinas, recinto invadido por la maleza, apenas se conservan restos del muro de uno de los tres torreones, especie de dedo de unos cinco metros apuntando al cielo, e indicios de, al menos, dos murallas defensivas. Precisamente por su emplazamiento estratégico fue siempre codiciado por los distintos poderes feudales, el rey, la aristocracia regional y el Obispado ovetense.

De hecho, a comienzos del siglo XII el conde Gonzalo Peláez controlaba el castillo de Tudela, uno de los bastiones en sus reiteradas rebeliones contra Alfonso VII. Derrotado el conde, el rey dona la fortaleza a San Salvador de Oviedo. El Obispado la subarrienda a una familia de nobles, que con frecuencia asaltaba a los mercaderes, cometiendo constantes abusos contra vecinos y transeúntes, que cruzaran con sus cargas el Nalón por Olloniego. Ante las quejas de los afectados, fue definitivamente destruido por orden de Juan I de Castilla, a mediados del XIV. Y como en tantos episodios medievales, también aquí la historia de esa destrucción se complementa con su leyenda de amor entre la hija del señor del Castillo y un joven moro, que perecieron en el incendio de la fortaleza.

El P. ESCOBÍN (722) –techo de Oviedo-, también conocido como Picajo, Picayu o Pico Nieves, es la cota más alta de la SIERRA DE FAYÉU. Es ésta una serranía de línea uniforme y suave relieve que se proyecta sobre los términos de Mieres, Langreo y Oviedo. De oeste a este con giro final al norte se ubican las modestas cumbres de P. GÚA (658), P. PIEDRAS (649), PICACHO (636), PEÑAS ALBAS (689), ESCOBÍN (722) y PEÑA SALVE (695), prolongándose a través de la SIERRA DE FRESNOSA, muriendo los últimos bastiones en el cauce del Nalón a la altura de Tudela Veguín.

Partimos de Olloniego (160) rumbo este por su calle principal para tomar después la desviación a la Mortera (270), obviando la subida al Padrún (385). Tras poco más de 500 metros en ligero ascenso, nueva encrucijada. Giro a la izquierda dirección a LA PERAL (340) en cuesta prolongada, que nos permite ir divisando al sur-suroeste panorámicas familiares a lo largo del recorrido: LLOSORIO (1.005), RASÓN (939), PEÑA MANTECA (782), GARCILLERO (840), MONTE FRECHURA (733) y MONSACRO (1.067) en segundos planos, más el ARAMO (1.791) y LA MOSTAYAL (1.312) al fondo.

Siguiendo el track dirección norte por pista asfaltada o de cemento habremos remontado hasta FOCARA DE ARRIBA (410), a los pies del P. CASTIELLO (449). Girando al este cruzaremos LES ESCOBADIELLES (500) –misma raíz del Escobín-, desde cuyo emplazamiento se alcanza una grandiosa perspectiva al mediodía que abarca hasta el MACIZO DE LAS UBIÑAS, a la izquierda del Aramo, perspectiva que irá ampliándose en fases posteriores. Ahora por pista de tierra dejamos a nuestra izquierda P. BERRUBIA (545). En ascenso sostenido nos asomamos a un collado, a los pies del P. ARENERO (644), con amplias panorámicas de las poblaciones asentadas sobre la cuenca del Nalón, más Oviedo y Naranco al fondo.

Último repecho a la vera de un pinar y la pista remonta hasta PEÑA SALVE (695), caseta y antena TV, ya en plena SIERRA DE FAYÉU. El cordal avanza hacia el sur con el ESCOBÍN (722) muy próximo, cuya cima alcanzamos fácilmente, cima marcada con vértice geodésico, buzón y belén de cumbres. Por el este se abre en planos sucesivos un soberbio rosario de sierras y cordales dispersos por los municipios de Aller y del Alto Nalón, con el CORNIÓN en el horizonte lejano, más las serranías y picos de la Cordillera Cantábrica al mediodía, destacando en primer término valles y pueblos de Langreo.

La senda muy marcada desciende por PEÑAS ALBAS (689) hasta CAMPA EL TRAVE (611), con las primeras vistas de la cuenca del Caudal, donde convergen distintos senderos de pequeño recorrido y el GR 105.1, Ruta de las Peregrinaciones (Mieres-Covadonga), que comienza en LA REBOLLÁ (328), final de nuestra marcha en pista. El cresterío entre arbustos y matorral vira al poniente, pasa por el PICACHO (636) -segunda caseta y antena TV- y continúa hasta COLLADO FERRERA (644) junto a P. PIEDRAS (649) –tercera caseta y antena TV-. La sierra finaliza en el P. GÚA (658) próximo a nosotros. Hermosas panorámicas de Mieres y su cuenca con el Macizo de las Ubiñas de fondo en todo su esplendor, a la sazón nevado

Comienza el descenso, dos kilómetros aproximadamente en zigzag por ancha pista entre tupida foresta, claros de pradería y cabañas derruidas hasta conectar con la AS-242 a la altura de LA REBOLLÁ (328), importante hito de la ruta jacobea –desvío del Camino Francés pasando por Oviedo-, que nosotros seguiremos, cruzando el ALTO DEL PADRÚN (385) para descender a OLLONIEGO (160), donde finaliza nuestro itinerario. Son seis kilómetros por la antigua vía Oviedo-Campomanes. Los senderistas con capacidad de resistencia limitada o reacios a pisar la carretera tendrían que contar con un segundo vehículo de apoyo.

Ruta larga pero fácil, con desniveles muy tendidos y terreno marcado siempre en pista. Son cotas irrelevantes, como modesta es la SIERRA DE FAYÉU, nada de espectaculares y aparentemente anodinas. Pero forman un arco estratégicamente situado, con vistas privilegiadas hacia los cuatro puntos cardinales y horizontes lejanos donde se enmarcan los grandes colosos de la montaña asturiana, Picos de Europa y Parque Natural de Las Ubiñas-La Mesa. Si a ello añadimos el contrapunto de las cumbres nevadas del entorno y el fascinante historial que impregna algunos parajes del recorrido, la excursión termina seduciendo.