ORLÉ (653) (Caso)-PICO REQUEXÓN DE VALDUNES (1.570) (Parque Natural de Redes)

ORLÉ (653) (Caso)-PICO REQUEXÓN DE VALDUNES (1.570) (Parque Natural de Redes)

DATOS TÉCNICOS:

RECORRIDO: 9,17 kmts.
ALTURA MÁXIMA: 1.570 m.
ALTURA MÍNIMA: 653 m.
ASCENSO TOTAL: 922 m.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 2,53 h.
FECHA DE REALIZACIÓN: Marzo de 2014.

ORLÉ es una población próxima a CAMPO DE CASO, situada en el kilómetro 29 de la AS-204, que comunica esta capital del concejo con INFIESTO. Su escalonado caserío ofrece muestras representativas de la arquitectura popular, con casas de madera y piedra rehabilitadas que mantienen la primitiva estructura. Destaca el tallado de madera con sogueados y ajedrezados en balcones y galerías, dado que es un pueblo que no tiene hórreos ni paneras. Cuenta con diversos caños, fuentes y lavaderos, algunos cubiertos y restaurados, conservando la piedra de lavar con ceniza en el propio recinto. La actividad ganadera especialmente de vacuno permite la elaboración del típico queso de vaca “casín”.

Por su parte, el pico REQUEXÓN DE VALDUNES (1.570), también llamado REQUEXÓN o VALDUNES o PORRÓN DE VALDUNES, es una montaña aislada, estratégicamente ubicada en la zona norte del PARQUE NATURAL DE REDES, a la que se puede acceder asimismo por el sur desde SOTO DE CASO o también desde BEZANES, ambas aldeas en la AS-17, que finaliza en el Puerto de Tarna. Forma parte de la Sierra de Cárdenas, espolón del Cordal de Ponga y Caso, encuadrándose en una de las zonas de máxima protección del citado parque.

Éste abarca 307,94 kilómetros cuadrados de los concejos de Caso y Sobrescobio, siendo declarado “Reserva de la Biosfera (2001)” y “Lugar de Importancia Comunitaria (LIC)”, por su potencial contribución a restaurar el hábitat natural, incluyendo los ecosistemas y la diversidad de la flora y fauna silvestres, pasando a formar parte de las “Zonas Especiales de Conservación” integradas en la RED NATURA 200.

La formación vegetal dominante son los bosques maduros, que ocupan una tercera parte de la superficie total del Parque. Estas masas forestales representan un enclave privilegiado para muchas especies faunísticas, destacando entre ellas: oso, gato montés, rebeco cantábrico, liebre de piornal, perdices pardillas, urogallo cantábrico, buitre leonado, alimoche, águila real, chova piquigualda, carbonero palustre, pito negro, mito…

Partimos del pueblo, cruzando el puente del RÍO ORLÉ, que dejaremos a nuestra izquierda e inmediatamente, rumbo sureste, tomamos una pista ganadera en ascenso continuo, que discurre entre muros de piedra con abundante vegetación primero de avellanos y castaños, para después dar paso al hayedo, que será protagonista estelar durante el resto del recorrido. Desde el comienzo, en el sentido de la marcha, divisaremos al fondo la silueta rasgada de la que parecía ser cara oeste del pico, emergiendo entre las hayas.

Al cabo de un par de kilómetros, tras dejar atrás alguna majada, termina la pista y encontramos distintas portillas, que dan paso primero a VEGALAGOS (1.070) y, más arriba a LA VALLINA (1.100), ambas con sus correspondientes cabañas. Son praderías extensas y alargadas en pendiente, que siguen el curso de la VALLINA MENOR, riega que baja del COLLÁU GALLEGOS (1.385). Allí tenemos dos opciones, aunque ambas alternativas son compatibles, una de ida y otra de vuelta. Podemos seguir el curso de la campera o bien, a la izquierda de la portilla central, continuar subiendo por un sendero, camuflado entre la hojarasca del hayedo, pegado justo a los límites de la propiedad, marcados con alambrada y pastor eléctrico, al parecer en desuso. En ambos supuestos terminaríamos a los pies del citado colláu.

En el último tramo ha ido emergiendo al este-sureste, cubierto de monte bajo y hayas sueltas, la cara sur, irrelevante en apariencia, del Requexón. Una vez más doble alternativa para remontar hasta la cumbre. Sugerimos ambas, el “track” de la derecha, más largo, para el ascenso, y el de la izquierda, más directo para la vuelta. Así pues, continuamos subiendo en la misma dirección, con tendencia a la izquierda del collado, hasta alcanzar COTU BRAÑA (1.474).

Ha merecido la pena, porque, por la otra vía, nos habríamos perdido la panorámica de la majada LOS FOYANCOS, COLLÁU y VEGA LLAGOS en la profundidad del valle. Seguimos en leve ascenso el modesto cresterío rumbo norte, entre hayas y matorral, para desembocar en COLLAU BRAÑA (1.528) a escasos metros de la cima. Se impone impresionando con rotundidad la masa cónica del pico LA SENDA (1.705) al sureste casi a tiro de piedra, y otros hermosos ejemplares que en seguida enunciaremos.

Últimos pasos fáciles entre monte bajo, bordeando el abismo vertical de la cara norte -cambio radical en la orografía- y hacemos cumbre, marcada con cruz y buzón. Por su ubicación solitaria, el repertorio de las panorámicas en un barrido de 360º resulta interminable. Al norte, braña CONFORCOS (1.070), FOZ DE MELORDAÑA (1.250) y majada VALLOSERU (1.450) en las profundidades del RÍO ORLÉ y, en otro plano, PEÑA ORDALIEGA (1.461), CUETÓN LES TRAVIESES (1.453) y LOS TORNOS DE PANDEMULE (1.558).

Al este, CAMPIGÜEÑOS (1.704), CARRASCA o CORNIELLES (1.744), TIATORDOS (1.951) y, asomando en lontananza, LUENGU (1.785) y ZORRU (1.844). Al sureste-sur, el imponente LA SENDA citado y los colosos de la CORDILLERA CANTÁBRICA, con el TORRES (2.104) de protagonista. Al suroeste-oeste, en segundo plano, VISU LA GRANDE (1.709), LA COLLAÍNA (1.122), CONYONADA (1.421) y PEÑA BLANCA (1.296), más SIERRA DE CORTEGUERO (1.886) al fondo.

Ruta corta, sin complicaciones técnicas y desnivel asequible paulatinamente. Además de la variedad y riqueza panorámica, debemos destacar del REQUEXÓN las acusadas diferencias en la orografía de sus distintas vertientes, que nos tuvo perplejos hasta descubrir las cuatro caras. Una de ellas, la norte, se ha cobrado la vida de algún montañero.

Al sur-suroeste se camufla del ropaje verde del matorral, en suave cadencia, y el norte es una pared tallada en vertical con el abismo de Conforcos en las profundidades, majada con cabañas y un refugio de caza con aspecto decadente y en abandono, a los pies de recuestos calizos y frondoso arbolado. Sólo tras el retorno supimos reconocer e identificar su figura rasgada, un tanto anodina, desde el ángulo de visión en que se ubica Orlé. ¡Dignísimo representante de Redes!