Órzola - Arrieta (Las Hoyas - Malpais de La Corona - Picacho Pende - Los Castillejos) 13092022

Partí desde la parada de guaguas de El Callao en Orzola, continue un rato por la carretera LZ-203 hasta que pude desviarme a la derecha para ir al encuentro del barranco y seguir por su cauce hasta alcanzar la vereda del camino natural GR-131. Una vez en el sendero que transita por el barranco sólo hay que dejarse llevar y la vereda nos va mostrando a nuestra derecha El Valle Grande, La Peña del Corral, El Valle de La Fuente Dulce, La Peña Hendida. Ahora la vereda se transmuta en camino ancho y vamos mas cómodamente hasta alcanzar Las Peñas Negras y dejar atrás Las Pardelas Park (a nuestra izquierda) y aparecen las indicaciones de la GR-131. Nos incorporamos a esta vereda y pasamos por la finca de Lanzaloe y por el Valle de La Fuente Salada. Al llegar al pie de Lomo Blanco dejo la vereda del camino natural y me voy por un atajo que se inicia en las ruinas de los que podría haber sido un cuarto de apero, sólo recorta unos metros y algo de pendiente pero hoy venía sin prisas y con la curiosidad inquieta y azuzando.
Un rato después me reencuentro con la vereda y continuo por ella hasta que puedo pasar a la carretera (LZ-204) y, de nuevo la curiosidad, en vez de seguir hacia el camino que da acceso a Las Hoyas me voy atravesando la finca que tengo enfrente con La Peña del Artisco como referente. Volteo un poco por entre las peñas (las rocas) y me voy hasta el camino de las Hoyas que es lo que tocaba.
Ya en el camino continuo adentrándome hasta la cadenita, una que le dice a los vehículos que no sigan pero que a los peatones no nos cuenta nada, la salto y ya estoy en Las Hoyas.
El objetivo es acercarme a la única (eso creo) de todas “las hoyas” del lugar por la que no he pasado, todo este montaje de hoy tiene como objetivo darme ese “capricho”. Así que una vez ubicado me voy por el antiguo camino de acceso que viene desde la zona del cercado de los burros y que termina por estos lares. El camino está casi perdido y sólo se intuye su trazado por algunas zonas, llego al pie de la hoya y contemplo el estreno del día, el camino continua hacia atrás y asciende hasta la vivienda que esta a la derecha y en la parte alta de la hondonada.
Como era previsible los primeros metros son de fácil transito pero luego se llega a la parte mas estrecha y los derrumbes de los muros ocupan las posibles vías de acceso que nuestros antiguos dejaron para su paso. Muros y mas muros de piedra, palmeras algo resecas, veroles, espineras (Lycium intricatum), aulagas y hasta vinagreras son los dueños del entorno; el paso se complica pero hoy vengo con mucha paciencia en la mochila y con ella como bandera me dedique a buscar la mejor opción de avance y poco a poco logre llegar a la peña que corona esta hoya (he buscado pero no he encontrado el nombre).
Cumplido el objetivo del día, satisfecho, me comí el primer plátano como premio.
Hecho el reposo me fui a por el otro camino que se atreve con la zona, este nace en la misma zona que el anterior pero un poco mas próximo a Las Peñas de Tao y llega hasta la única vivienda aún en uso de toda esta zona.
Ya en el camino tocaba acercarme a la vivienda confiando que no me pusieran objeciones para pasar frente a ella. Sólo había un perrito amarrado que me recibió y despidió con sus ladridos, yo no hice ningún gesto que pudiera enojar, aún más, al animal y con prontitud alcance la parte trasera de la ladera donde se ubica La Peña de Las Siete Lenguas.
Ahora en los planes estaba encontrar un paso al muro que une La Peña de Tonico y la del lugar, un paso distinto al que ya habia usado las veces anteriores. El de hoy lo había “fichado” en el maps y se trataba de ver las opciones que me daba. Me fui acercando a la zona del muro y el problema con el que me encuentro es él mismo: los derrumbes; sorteo un poco las dificultades y con algo de apuro alcance el muro. Unos metros a su sombra y localice el hueco por donde pasar al otro lado, y muy contento me plante en la Vereda del Raso tantas veces transitada.
Tocaba seguir, no había sombra donde refugiarse del tremendo calor, y de nuevo me surgió la curiosidad de intentarlo por la vereda mas pegada a la ladera. La vereda “original” continua bordeando la hoya pero esta otra acorta la distancia, sólo que su trazado está menos claro y cómo es natural me volví a perder. Mucho calor para tener mucha paciencia y eso me hizo lanzarme al instinto sin sopesar las opciones, un ratito sobre piedras mientras intentaba ubicarme y conseguir enmendar el entuerto. Logre alcanzar la vereda y, con la otra que venia de abajo como referente, alcance la salida de la hoya. Lo mas curioso de todo es que volví a caer en la trampa y de nuevo, ya casi al final, me fui por otra vereda a curiosear y me tope con el muro y sin vereda.
Logre alcanzar la “avenida” de El Raso y me fui en dirección a La Peña Redonda.
Antes de llegar a las viviendas que acogen a la Redonda hay un desvío a la derecha y por él me fui. Esto estaba en los planes, no fue cosa de la curiosidad, y por tanto tenia claro cual era el rumbo; alcance la peña que hay al final del camino y bordeando el muro me fui a la izquierda en dirección al Picacho Pende (toponímico extraño pero es el que aparece en el IDE), esta senda tampoco está muy clara pero sabia que había que subir la ladera tras el muro para alcanzar la meseta de arriba. Una vez subida la ladera el sendero se ve más claro y no se presta a equívocos, así que llegue al Picacho y al camino que viene de la carretera LZ-201 y bordea por lo alto La Majadita de Son Eusebio.
Ahora tocaba descender hacia la Majadita y lo hice por una vía que tenia localizada (de otra vez) que partía del camino por las inmediaciones del Jameo de Francisco León y que pasaba por El Jameo Pende hasta alcanzar la Majadita. Llegue abajo y cruce la zona (una finca abandonada) en dirección a la carretera LZ-201, anduve un rato por ella hasta poder pasar a La Majadita de Los Perdomos y por ella acceder a un camino de tierra que me comunico con la carretera que atraviesa Los Cercados del Coronel rumbo a Máguez.
Por la carretera anduve un rato en busca de un desvío que comunica con la otra carretera que viene de El Raso y que también termina en Maguez. Ya en esta carretera de nuevo eche mano del Maps hasta localizar un paso a la izquierda que me pondría en las inmediaciones del Malpais de Maguez.
Aquí hice un poquito de trampa y atravesé algunas fincas con sus correspondientes prohibiciones para acercarme hasta el camino que comunica Punta Mujeres con Haria, prometo que no hice nada raro en ellas, sólo camine y por lugares en los que no estorbaba.
Llegue al camino de Punta Mujeres y me acerque a las inmediaciones del barranco de La Negra para descender por la vía que hay a su derecha (las otras veces siempre ha sido por la izquierda) y que está incluida en el trazado de la Haria Trail Team - Circular al Valle de Haria. Baje por ella y siguiendo el cauce del barranco me plante en Arrieta, fin de la jornada.