Órzola - Arrieta: Las Hoyas - Peñas de Tao - Majadita de Los Perdomos - Los Pedacitos - El Canto 18112023

De nuevo desde Orzola para llegarme a casa, Arrieta, y para no repetir los trayectos anteriores diversifiqué el tramo medio para refrescar las miradas.
Salí desde la parada de guaguas de El Callao, en Orzola, siguiendo el trazado de la GR-131. Avancé por la acera izquierda hasta que, pasadas Las Tabaibitas, aparece la señalética de Caminos Naturales y me desvío a la derecha siguiendo sus indicaciones.
Empieza siendo pista de tierra y luego se transforma en una vereda ancha que marcha paralela al barranco que viene del Valle de la Fuente Salada, alcanzo el pie de Lomo Blanco y en vez de seguir por el trazado de la vereda me voy, campo a través, por la finca que tengo a mi izquierda para cruzarla hasta alcanzar la carretera LZ-204, un poco mas arriba de la curva cerrada que hay en la zona.
Quedo justo en el inicio del camino que se adentra en la zona de Las Hoyas y mientras avanzo por el me da tiempo de admirar las espectaculares vistas que conforman el conjunto de el Volcán de La Corona, el de La Quemada y la Peña del Artisco.
Me planto ante la cadenita que da termino al camino, la salto y continuo su trazado en el interior del recinto de Las Hoyas.
La idea que traía era la de pegarme al muro que delimita esta zona de El Raso para cruzarla hasta la Peña de Las Siete Lenguas, la otra vez que hice este trazado (https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/orzola-arrieta-las-hoyas-raso-pende-las-atalayas-el-canto-01092023) lo inicie desde la Peña de Las Lagartijas y resulto mas fácil. Hoy al comenzar desde el centro avanzar hacía la izquierda me resultó mas complicado por la orografía del terreno, y termine teniendo que trepar por un pequeño lomo conformando por enormes piedras derruidas que en la otra ocasión eludí.
Este lomo viene a continuación del que sostiene a la Peña de Las Tres Hermanas y casi termina en el muro. Descendí al otro lado y ya pude avanzar con la referencia de las Siete Lenguas al frente.
Esta zona es casi salvaje, no hay veredas ni caminos y avanzar por ella supone sortear los bloques de piedras, los muros y la vegetación seca que dominan el lugar de manera caótica. Supongo que cuando se trabajaba en ella para sacar partida de los árboles frutales y parras, que parece era lo que atesoraba el lugar, habría pasos entre los muros pero hoy casi todos están caídos y sorprende que en el pasado se transitase de manera ordenada.
Con paciencia llegue a la ladera que cae desde la zona elevada donde se halla la Peña de Las Siete Lenguas y subí por ella de la misma manera que transite por la ya pasada, con cuidado y buscando posicionar el pie sin que ninguna roca se desplace de su ubicación.
La intención hoy no era visitar a la señora del lugar y no me entretuve mucho, me fui a la derecha hacia la elevación rocosa que se me presenta en la zona para buscar el paso que sabía me iba a permitir descender hacia la hoya vecina.
Costo un poco ubicarme pero al final lo logre, descendí a la hoya y avancé al frente en busca del paso a la derecha para ascender al lomo que la separa de la siguiente hoya.
Aquí la pasarela de paso se mantiene transitable y logre avanzar por ella hasta el siguiente lomo.
Ubicado en él, surgió la duda porque la pasarela continua pero es para salir de la zona y yo quería avanzar hasta la Peña del Quintal. Tenia que ubicarme en el lomo y avanzar sobre él.
Ascendí sin tener muy claro la cosa pero las pisadas de terceros me animaron a seguir, luego apareció algunos mojones que me iban diciendo “es por aquí” y con todo ello logré seguir subiendo, siempre sobre el lomo, y con algún despiste incluido.
Llegue a las inmediaciones de la Peña del Qauintañ, me volví a orientar y avancé hasta la vivienda de Los Socas que era el objetivo, aquí ya me tomé un respiro y algo mas.
Tocaba continuar hasta casa, para ello me dirigí hacia la carretera LZ-204 para un rato después desviarme a la derecha por la pista de tierra habilitada para dar acceso a las fincas de la zona. Terminada la pista continue al frente por una vereda que desciende por este lado de Los Lajeres y Las Peñas de Tao hasta alcanzar una finca abandonada desde la que accedí a la pista que recorre esta zona del Raso Pende.
Continue hace la derecha, hacia el Jameo de Francisco León, desde sus alrededores desciende una vereda, pegada al muro, que baja por la Majadita de Don Eusebio hacia el Raso y desde allí, por una pista de acceso a las fincas del lugar, acercarme a la carretera LZ- 201 en la boca del Valichuelo.
Dejo la carretera de Ye (LZ-201) y me voy por la de Máguez, sólo unos metros hasta que puedo desviarme a la derecha por la Majadita de Los Perdomos. Recorro la zona por una pista de tierra hasta que enlaza con la carretera de Las Cuevas, que también va a Máguez.
Por el asfalto me voy en dirección a Máguez pero con la intención de desviarme, de nuevo, a la derecha por la pista que me acercará a Los Pedacitos. Hay un nuevo desvío a la derecha hasta unas fincas con viviendas unos metros mas adelante. Aquí busco desviarme al encuentro del Barranco Prieto y con la intención de enlazar con el camino de Punta Mujeres.
Por este camino voy, ahora a la izquierda, en busca del que desciende por la ladera en la zona de Boca Tiesto.
Localizado esta antigua pista me voy por ella hasta el Cortijo de la zona parta desde él alzarme al muro que me va a servir de “autopista” para recorrer la zona hasta la pista de El Canto.
Ya sólo me quedo continuar por esta pista hasta Arrieta y dar por concluida la jornada.