Orzola: Circular por el Malpais 26102023
near Órzola, Canarias (España)
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Itinerary description
Partí desde la parada de guaguas de El Callao, en Orzola, y como un ciudadano disciplinado me fui por la acera que parte desde la esquina enfrente a esa parada, pasa por el borde de la Peña de La Pardela y continua por la iglesia hacia terminar con las últimas viviendas de la localidad. Yo me quede en la zona de Las Tabaibitas, justo donde el cartel indicativo de la GR-131 llama a la precaución por que se cruza por carretera.
En ese punto me desvié a la izquierda y, entre los balidos de las cabras de la granja que hay en la zona (hoy no se oían a los perros), continue por la calle Vereda del Jable al encuentro de la vereda que lleva ese mismo nombre, descendí al Malpais y empece la ruta.
El primer tramo marcha sobre la Vereda del Jable (esta vereda parte de Los Altos del Jablillo, atraviesa el malpais y continua por un camino que comunica con la carretera LZ-204, el camino es esta calle) hasta localizar el punto de desvío. La referencia es una roca grande muy bien plantada en un lado del camino y al otro lado una hermosa tabaiba casi semiesférica. Tengo al sol de cara, muy brillante, y casi no me deja ver, el sendero se va abriendo sin muchas dificultades y cuando llego a la referencia me acojo al desvío sobre las rocas que se abre a la derecha (viniendo desde las Tabaibitas) y va ascendiendo hasta una pequeña elevación sobre la lava.
En esta ocasión la vereda está más marcada, señal de un uso más frecuente, y subir por esta pequeña ladera rocosa no genera dudas.
Se llega a una especie de meseta donde las vistas de los alrededores, con el sol brillante, son espectaculares: Alegranza a mi espalda, El Roque del Este a mi izquierda y los cráteres de La Quemada y La Corona a mi derecha, enfrente todo el mar de lavas que me queda por recorrer.
La vereda continua sin problemas diferenciándose del resto del paisaje por su tono más oscuro debido a la ausencia de líquenes por las pisadas. El paisaje que se va abriendo e impresiona por las rocas de casi todos los tamaños y por como las tabaibas emergentes se hacen un hueco entre ellas. Hay puntos en los que estas tabaibas ocupan la vereda y hay que posicionarse alrededor de ellas para localizar la continuación; en algunos pasos se observa como algunas ramas las han cortado para visualizar el trazado.
El avance es lento y tranquilo, con mucho tiempo para observar y evitar despistes y pasado un rato llego al cruce que buscaba. Está señalizado por un puñado de conchas de caracoles resecos sobre una roca, la vereda continua al frente en dirección a la Peña de Las Siete Lenguas pero yo me desvié a la izquierda, en dirección al Roque del Este que luce al fondo.
Esta parte del trazado sabía que era mas complicada porque es la menos transitada, las tabaibas y aulagas lo cubren casi todo y me iba a costar mas seguir la vereda como al final sucedió.
Este tramo lo había hecho dos veces anteriormente, pero en sentido contrario, y para preparar la ruta había visto las fotos. La perspectiva cambia un poco pero aún así la dirección que tenia que seguir la tenia clara. En muchos tramos la vereda simplemente desaparece camuflada por el entorno, hay que dar muchos rodeos para recuperarla, y la metedura de pata de hoy consistió en alejarme, para curiosear, por una vereda, que tenía fichada, para ver la dirección que seguía. Después, en vez de volver para atrás, decidí guiarme por la intuición y caminar, campo de lavas a través, en busca de la vereda que debía haber seguido.
Como es natural me costo mas de los previsto y el encuentro que buscaba no fue donde yo había planificado que debía ser. Aún así logre alcanzar la vereda que formaba parte de la tercera etapa que figuraba en el plan y ya continue por ella.
Llegué a la hoya que hay en la zona justo enfrente de El Jable Grande, y de nuevo la curiosidad me pudo. De aquí parten varias veredas en diferentes direcciones, hay una que había seguido hace un tiempo y no le hice mucho caso, pero a otra que marcha mas a mi derecha me dio por seguirla unos metros. Una vez que comprobé que la vía seguía en dirección al Mojón Blanco me volví al cruce, la otra que seguí unos pocos metros me da que iba en dirección al Jable Chico.
Repuesto en el cruce me limite a seguir los planes y continuar por la vereda en dirección al Jable Grande. Se marcha ascendiendo una pequeña ladera para terminar en una especie de barranquillo desde el que ya se divisa el jable, luce casi blanco luminoso por la satisfacción de culminar el recorrido. La vereda, al estar sobre rocas casi todas de la misma tonalidad, se hace la despistada en algunos tramos pero observando el entorno se puede ubicar y seguirla hasta llegar al Jable Grande.
Una vez en el jable había que continuar por él hasta la carretera, cruzarla, alcanzar La Caleta del Mero y hacer un breve descanso para reponer nutrientes.
Llego a la última parte de la ruta, el regreso a Orzola, este tramo lo he hecho muchas veces pero nunca en la dirección de hoy, de nuevo la perspectiva cambia y las miradas parecen nuevas.
Localizo la vereda y me voy por ella pegadito a la costa hasta alcanzar la playa del Caletón Blanco. Aquí me encontré con la marea muy alta y que me obligaba a quitarme las botas para seguir la ruta de siempre, así que me fui por la puerta de atrás hasta que pude volver al redil y continuar por la vereda de acceso hacia Orzola.
Llegué a Orzola y sólo tuve que esperar unos pocos minutos para subirme a la guagua y regresar a casa.
Waypoints
Orzola
Partí desde la parada de guaguas de El Callao, en Orzola, y como un ciudadano disciplinado me fui por la acera que parte desde la esquina enfrente a esa parada, pasa por el borde de la Peña de La Pardela y continua por la iglesia hacia terminar con las últimas viviendas de la localidad.
Las Tabaibitas
Yo me quede en la zona de Las Tabaibitas, justo donde el cartel indicativo de la GR-131 llama a la precaución por que se cruza por carretera. En ese punto me desvié a la izquierda y, entre los balidos de las cabras de la granja que hay en la zona (hoy no se oían a los perros), continue por la calle Vereda del Jable al encuentro de la vereda que lleva ese mismo nombre.
Vereda del Jable
El primer tramo marcha sobre la Vereda del Jable (esta vereda parte de Los Altos del Jablillo, atraviesa el malpais y continua por un camino que comunica con la carretera LZ-204, el camino es esta calle) hasta localizar el punto de desvío.
Malpais de La Corona
La referencia es una roca grande muy bien plantada en un lado del camino y al otro lado una hermosa tabaiba casi semiesférica. Tengo al sol de cara, muy brillante, y casi no me deja ver, el sendero se va abriendo sin muchas dificultades y cuando llego a la referencia me acojo al desvío sobre las rocas que se abre a la derecha (viniendo desde las Tabaibitas) y va ascendiendo hasta una pequeña elevación sobre la lava. En esta ocasión la vereda está más marcada, señal de un uso más frecuente, y subir por esta pequeña ladera rocosa no genera dudas.
Malpais de La Corona
Se llega a una especie de meseta donde las vistas de los alrededores, con el sol brillante, son espectaculares: Alegranza a mi espalda, El Roque del Este a mi izquierda y los cráteres de La Quemada y La Corona a mi derecha, enfrente todo el mar de lavas que me queda por recorrer.
Malpais de La Corona
La vereda continua sin problemas diferenciándose del resto del paisaje por su tono más oscuro debido a la ausencia de líquenes por las pisadas.
Malpais de La Corona
El paisaje que se va abriendo e impresiona por las rocas de casi todos los tamaños y por como las tabaibas emergentes se hacen un hueco entre ellas.
Malpais de La Corona
Hay puntos en los que estas tabaibas ocupan la vereda y hay que posicionarse alrededor de ellas para localizar la continuación; en algunos pasos se observa como algunas ramas las han cortado para visualizar el trazado.
Malpais de La Corona
El avance es lento y tranquilo, con mucho tiempo para observar y evitar despistes y pasado un rato llego al cruce que buscaba. Está señalizado por un puñado de conchas de caracoles resecos sobre una roca, la vereda continua al frente en dirección a la Peña de Las Siete Lenguas pero yo me desvié a la izquierda, en dirección al Roque del Este que luce al fondo.
Malpais de La Corona
Esta parte del trazado sabía que era mas complicada porque es la menos transitada, las tabaibas y aulagas lo cubren casi todo y me iba a costar mas seguir la vereda como al final sucedió.
Malpais de La Corona
Este tramo lo había hecho dos veces anteriormente, pero en sentido contrario, y para preparar la ruta había visto las fotos. La perspectiva cambia un poco pero aún así la dirección que tenia que seguir la tenia clara.
Malpais de La Corona
Aparece un cruce, compruebo un poco si tiene continuación y vuelvo.
Malpais de La Corona
En muchos tramos la vereda simplemente desaparece camuflada por el entorno, hay que dar muchos rodeos para recuperarla.
Malpais de La Corona
La metedura de pata de hoy consistió en llegar a un cruce y salir a curiosear por una vereda, que tenía fichada para ver la dirección que seguía. Después, en vez de volver para atrás, decidí guiarme por la intuición y caminar, campo de lavas a través, en busca de la vereda que debía haber seguido.
Malpais de La Corona
Me pierdo y todo fue un deambular buscando donde poner los pies.
Malpais de La Corona
Como es natural me costo mas de los previsto y el encuentro que buscaba no fue donde yo había planificado que debía ser.
Malpais de La Corona
Aún así logre alcanzar la vereda que formaba parte de la tercera etapa que figuraba en el plan y ya continue por ella.
Malpais de La Corona
Llegué a la hoya que hay en la zona justo enfrente de El Jable Grande.
Malpais de La Corona
De nuevo la curiosidad me pudo. De aquí parten varias veredas en diferentes direcciones, hay una que había seguido hace un tiempo y no le hice mucho caso, pero a otra que marcha mas a mi derecha me dio por seguirla unos metros. Una vez que comprobé que la vía seguía en dirección al Mojón Blanco me volví al cruce, la otra que seguí unos pocos metros me da que iba en dirección al Jable Chico. Repuesto en el cruce me limite a seguir los planes y continuar por la vereda en dirección al Jable Grande.
Malpais de La Corona
Repuesto en el cruce me limite a seguir los planes y continuar por la vereda en dirección al Jable Grande.
Malpais de La Corona
Se marcha ascendiendo una pequeña ladera para terminar en una especie de barranquillo desde el que ya se divisa el jable, luce casi blanco luminoso por la satisfacción de culminar el recorrido.
Malpais de La Corona
La vereda, al estar sobre rocas casi todas de la misma tonalidad, se hace la despistada en algunos tramos pero observando el entorno se puede ubicar y seguirla hasta llegar al Jable Grande.
Malpais de La Corona: Jable Grande
Llego al jable, satisfacción. Una vez en el jable había que continuar por él hasta la carretera, cruzarla, hastra alcanzar la costa.
Malpais de La Corona: Caleta del Mero
Alcanzo La Caleta del Mero, tiempo para hacer un breve descanso para reponer nutrientes.
Malpais de La Corona: Caleta del Mero
Llego a la última parte de la ruta, el regreso a Orzola, este tramo lo he hecho muchas veces pero nunca en la dirección de hoy, de nuevo la perspectiva cambia y las miradas parecen nuevas.
Malpais de La Corona: Los Altos del Jablillo
Dejo la arena y continuo por la costa por la vereda, ahora sobre rocas.
Malpais de La Corona: Raso Traquini
Dejo atrás la zona de protección del Malpais de La Corona y sigo por la costa, ahora por el Raso Traquini cami no del Caletón Blanco.
Malpais de La Corona: Caletón Blanco
Aquí me encontré con la marea muy alta y que me obligaba a quitarme las botas para seguir la ruta de siempre, así que me fui por la puerta de atrás hasta que pude volver al redil y continuar por la vereda de acceso hacia Orzola.
Orzola
Llegué a Orzola y sólo tuve que esperar unos pocos minutos para subirme a la guagua y regresar a casa.
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